19 JenniferJoseph me había escrito.Las palabras de su mensaje se veían más brillantes que nunca o solo soy yo viendo cosas que no son, Cora por supuesto se dio cuenta de mi sonrisa poco o nada oculta y sonrió conmigo.Dr. Buenorro: estaba en cirugía, ya guardé tu número ahora si podemos hablar mejor. —Me gusta verte feliz, Jenny— me dice mientras manejamos al primer banco al que vamos— ¿Qué te tiene así?—Ayer le escribí a Joseph y no me respondió, la verdad me desanime un poco— le conté— no había revisado el celular hasta ahora y si me respondió, pero en la madrugada, estaba en una cirugía.—Creo que te gusta ese hombre más de lo que crees— opina Cora.—Eso me asusta— confesé— pero no puedo dejar de querer un mensaje suyo, ¿sabes?—Lo sé, es por que te gusta, tonta—me dice, sé que es verdad, pero no quiere decir que se digiera más fácil.—Es mayor que yo y el papá de Sam, además —refuerzo lo que debo meter en mi cabeza. No estoy segura de lograrlo— sé que Sam me engañó, pero estam
20 ElizaEntro al estúpido edificio donde se encuentra el bufete de abogados, de todos los que pudo elegir esta niña tonta, elige al mejor amigo de mi exesposo y se supone que yo debo arreglar los desastre de Sam. Nunca va a madurar, es solo un niño malcriado que quiere todo en bandeja de plata, tal vez debí dejárselo al padre a ver si se encaminaba.—Necesito hablar con Andrew Galloway— llegué a recepción.—¿De parte de quién? —pregunta la tonta de manual que me atiende, por lo visto no sabe quien soy yo.—Eliza Kessler— aquí es donde el apellido de mi ex causa furor. Cada. Vez.La mujer abre los ojos como platos y se conecta con la planta de arriba, murmura no sé que cosas por al menos dos minutos y cuelga.—El doctor Galloway ya baja— me dice con sonrisa amable que por supuesto no le correspondo.Le levanto una ceja por la desfachatez de dejarme de pie en este lugar, Andrew siempre fue uno de los peores amigos de Joseph Kessler, no es alguien al que puedes engañar con facilidad, est
21 Jennifer La entrada al teatro fue sin mucho alboroto, estaba casi desierto y me pareció extraño. Siempre había gente pululando por los alrededores de los bastidores. Encontré a Greta saliendo con lágrimas en los ojos. —¿Greta, estás bien? — pregunté. —La compañía cerró —dice entre hipidos y se va. —¿Qué? La vi irse como una estatua de sal, esto se cuenta y no se cree. Seguí caminando para ir a ver a Greco, esto tenía que ser un error, pero un presentimiento me decía que Greta jamás se pondría así por nada. Camine por el solitario lugar, frente al escenario justo en los asientos del medio del teatro estaba Greco, su cabello largo y castaño atado de malas maneras en la cima de su cabeza, era un hombre apuesto y con barba, muy alto y muy grácil e intuitivo por lo que sus obras son una obra de arte. Tiene cada ocurrencia única para ponerle su sello al espectáculo y él decía que yo podía revivir cualquiera de sus coreografías. —¿Thiago? —Se tenso al oír mi voz —¿Qué está sucedie
21 Joseph Estaba tomándome un café cuando me entro un texto de un numero que había guardado, pero que pensé que nadie escribiría otra vez, la amiga de Jennifer me escribió con una brillante idea. En cuanto Cora se comunico conmigo no vi el problema de almorzar con dos chicas hermosas, sobre todo por que Jennifer era una de ellas, su amiga fue muy amable y tomé eso para poder verla, la verdad es que ya estaba ideando la manera de verla de nuevo, pero no quería verla en ese estado. Ver llorar a alguien es algo muy íntimo, mi abuela me decía que era mejor no estar en esos momentos si no sentías nada por esa persona, esa persona se abre completamente y te deja ver todo eso que lo carcome. Lágrimas. Son esa manera de demostrar que algo en verdad nos importa, no importa la manera en la que lo expresamos simplemente puede llegar a ser todo para una persona. Puedes llorar de rabia, tristeza, alegría y frustración y de mil motivos más, pero era algo tuyo. Ver a Jennifer romperse de esa ma
22 Jennifer Fuimos a ver una película, Joseph parecía saber lo que necesitaba, aun no olvidaba lo de Greco y Eliza, sin embargo, me apetecía desconectar de la vida misma y solo concentrarme en la película, cosa bastante difícil, puesto que el adonis que tengo al lado no me deja concentrarme mucho, me rio por reírme y me siento más tensa que las cuerdas de una guitarra queriendo cosas que no debería querer. —Si no te gusta la película, nos podemos ir o cambiar de película— me dice Joseph al oído y sentí mi cuerpo vibrar y sus palabras eran de lo más inocentes, pero su voz ronca cerca de mi oído le hacía cosas a mi cuerpo que no quería desentrañar en la sala de cine. Además, hace demasiado tiempo que no vengo al cine, Sam odia hacer cosas tan mundanas como ir al cine, pero a esta hora estaba prácticamente solo el lugar y no me pude resistir. —Está bien, me gusta Adam Sandler es el mejor para reír— traté de reír para convencerlo, pero creo que no lo hice. —Si no estas a gusto podemos
23 Jennifer Llegamos muy poco tiempo después a la casa y estábamos solos, nerviosa no estaba sino lo siguiente. ¡Madre mía! ¿Quién me manda a ser tan bocazas? Es que ya me lo había dicho Cora, yo hablo antes de pensar. Sonreí mientras abría la puerta para pasar al lobby y caminar hasta el fondo para entrar a nuestro depa, la señora Galloway vivía al frente, tenía una linda maceta fuera de su casa y una alfombra de bienvenidos. Por nuestra parte solo el tapete podemos tener, a ninguna de las dos se nos da la botánica, Cora dice que ya eso es avaricia y le creo. Siento que Cora y yo somos como la mamá de Timmy Turner, todo lo que tocamos perece. —¿Quieres un poco de postre y café? —pregunté cuando entramos. —Claro, me encantaría —responde sonriente. —Siéntate, estás en tu casa — le dije y me dirigí a la cocina para servir y disponer de todo. Los dispuse todo en una bandeja y me encontré con él sentado en el sofá con las piernas cruzadas, una sonrisa suave nació en su rostro cua
25 Jennifer La visita de Joseph después del drama familiar fue rápida, nos besamos un poco más, pero fue paciente como me dijo que sería, fiel a su palabra decidió irse antes de caer más en la tentación. Si me hubieras dicho hace seis meses que estaría besándome con mi casi ex suegro, que estaría a punto de divorciarme, lamentando que mi relación se acabará porque me engaño con mi hermana nunca le hubiera creído. Seguro hasta los hubiera mandado a un sanatorio. Me puse hacer la cena poco después y eso siempre me calma y enfría mi mente, en eso estaba cuando llega Cora con un montón de papeles encima. —Hola, nena ¿Cómo te fue con el doctor buenorro? —pregunta dejando todo en la isla de la cocina— pensé que ibas a estar desnuda en su casa no vestida y cocinando en mi cocina. —No seas mala. Aún no estoy lista— le reclamé escandalizada sintiendo mis mejillas enrojecer —todo fue bien, ¡me beso! —le dije agitando la cuchara de madera en mi mano y gotas de salsas fueron a mí ropa y mi ro
26 Sam Pensé que ir todos como un frente unido se vería bien, que ella entraría en razón, pero me hizo perder los nervios y le levanté la mano, si no fuera por Joseph no sé qué hubiera hecho. Odiaba a mi padre con todo mi ser, pero le respetaba de igual manera, así que su mirada de desaprobación quemó profundamente. Pensé que con la cena en un lindo restaurante resultaría, pero no. Ella está empeñada y solo quería hablar de divorcio. ¿Es que acaso lo único que le interesa es el divorcio? Tenía mi as bajo la manga con la prensa afuera, pero de igual manera no le importó y se fue sola. Lo que hizo que la prensa hablara y especulara más. —¡No sirves para nada! —me grita el abuelo en cuanto lo veo. … —¿Me oyes? —se exaspera cuando no ve respuesta en mí— por tu culpa esta así, no sirve para nada. Arregla esto Eliza— exige vehemente El abuelo, Thairon Wilson me intentó darme mi sermón cuando llegué así que subí a mí recamara, en donde estaba Paulette de nuevo en mi habitación y deci