Holis, feliz inicio de semana mis amores. que tengan una provechosa semana. no se olviden de seguirme, comenten si les gusta este capítulo. Un beso :*
22 Jennifer Fuimos a ver una película, Joseph parecía saber lo que necesitaba, aun no olvidaba lo de Greco y Eliza, sin embargo, me apetecía desconectar de la vida misma y solo concentrarme en la película, cosa bastante difícil, puesto que el adonis que tengo al lado no me deja concentrarme mucho, me rio por reírme y me siento más tensa que las cuerdas de una guitarra queriendo cosas que no debería querer. —Si no te gusta la película, nos podemos ir o cambiar de película— me dice Joseph al oído y sentí mi cuerpo vibrar y sus palabras eran de lo más inocentes, pero su voz ronca cerca de mi oído le hacía cosas a mi cuerpo que no quería desentrañar en la sala de cine. Además, hace demasiado tiempo que no vengo al cine, Sam odia hacer cosas tan mundanas como ir al cine, pero a esta hora estaba prácticamente solo el lugar y no me pude resistir. —Está bien, me gusta Adam Sandler es el mejor para reír— traté de reír para convencerlo, pero creo que no lo hice. —Si no estas a gusto podemos
23 Jennifer Llegamos muy poco tiempo después a la casa y estábamos solos, nerviosa no estaba sino lo siguiente. ¡Madre mía! ¿Quién me manda a ser tan bocazas? Es que ya me lo había dicho Cora, yo hablo antes de pensar. Sonreí mientras abría la puerta para pasar al lobby y caminar hasta el fondo para entrar a nuestro depa, la señora Galloway vivía al frente, tenía una linda maceta fuera de su casa y una alfombra de bienvenidos. Por nuestra parte solo el tapete podemos tener, a ninguna de las dos se nos da la botánica, Cora dice que ya eso es avaricia y le creo. Siento que Cora y yo somos como la mamá de Timmy Turner, todo lo que tocamos perece. —¿Quieres un poco de postre y café? —pregunté cuando entramos. —Claro, me encantaría —responde sonriente. —Siéntate, estás en tu casa — le dije y me dirigí a la cocina para servir y disponer de todo. Los dispuse todo en una bandeja y me encontré con él sentado en el sofá con las piernas cruzadas, una sonrisa suave nació en su rostro cua
25 Jennifer La visita de Joseph después del drama familiar fue rápida, nos besamos un poco más, pero fue paciente como me dijo que sería, fiel a su palabra decidió irse antes de caer más en la tentación. Si me hubieras dicho hace seis meses que estaría besándome con mi casi ex suegro, que estaría a punto de divorciarme, lamentando que mi relación se acabará porque me engaño con mi hermana nunca le hubiera creído. Seguro hasta los hubiera mandado a un sanatorio. Me puse hacer la cena poco después y eso siempre me calma y enfría mi mente, en eso estaba cuando llega Cora con un montón de papeles encima. —Hola, nena ¿Cómo te fue con el doctor buenorro? —pregunta dejando todo en la isla de la cocina— pensé que ibas a estar desnuda en su casa no vestida y cocinando en mi cocina. —No seas mala. Aún no estoy lista— le reclamé escandalizada sintiendo mis mejillas enrojecer —todo fue bien, ¡me beso! —le dije agitando la cuchara de madera en mi mano y gotas de salsas fueron a mí ropa y mi ro
26 Sam Pensé que ir todos como un frente unido se vería bien, que ella entraría en razón, pero me hizo perder los nervios y le levanté la mano, si no fuera por Joseph no sé qué hubiera hecho. Odiaba a mi padre con todo mi ser, pero le respetaba de igual manera, así que su mirada de desaprobación quemó profundamente. Pensé que con la cena en un lindo restaurante resultaría, pero no. Ella está empeñada y solo quería hablar de divorcio. ¿Es que acaso lo único que le interesa es el divorcio? Tenía mi as bajo la manga con la prensa afuera, pero de igual manera no le importó y se fue sola. Lo que hizo que la prensa hablara y especulara más. —¡No sirves para nada! —me grita el abuelo en cuanto lo veo. … —¿Me oyes? —se exaspera cuando no ve respuesta en mí— por tu culpa esta así, no sirve para nada. Arregla esto Eliza— exige vehemente El abuelo, Thairon Wilson me intentó darme mi sermón cuando llegué así que subí a mí recamara, en donde estaba Paulette de nuevo en mi habitación y deci
27- Jennifer He intentado de todo para poder mantener a la prensa fuera de mi vista, pero es imposible cuando Sam es el heredero de los Kessler y nuestra inminente separación es la comidilla de la sociedad selecta y sus alrededores y me siento abrumada, así que decido salir hoy de incognito y para eso necesito la ayuda de Coraline, ya que me han seguido toda la semana vaya a donde vaya, Joseph y yo no hemos podido vernos desde la semana pasada porque se le complicó la guardia así que decidí salir sola. —No deberías estar sola— recalca Cora por tercera vez. —Estaré bien, solo quiero estar sola, estar encerrada me pone de mal humor… solo ayúdame ¿sí? —suplique poniendo mis manitos juntas. Cora resopló y aceptó porque no le quedaba de otra. —Bien— pone los ojos en blanco— igual si no te ayudo lo harás de todas formas— asentí dándole la razón y resoplo— me llamaras cuando estes allá y por favor me dices exactamente en dónde. —Hecho— le tendí la mano y la aceptó. —Si los periodistas
28 Jennifer La cita improvisada con Joseph fue perfecta y luego tomé un taxi sola ahora si vía a la casa. Cuando llegué un carro de la policía estaba afuera con las luces encendidas, el terror frío corrió por mis venas, la alegría de la cita exprés que tuve con Joseph se fue al instante cuando subo corriendo las escaleras. Había una oficial de pie en la entrada muy seria, en cuanto me vio entrando apurada puso una mano en su arma y me frene de golpe. —¿Qué pasó? —le pregunté— vivo en ese apartamento— tenía miedo de lo que pudo haber pasado. —Hubo un allanamiento— me comunica relajándose un poco. —¿Coraline Dagger estaba allí? —pregunté interesada por saber el bienestar d mi mejor amiga. —Ella fue quien nos llamó— me resume, lo que no me da toda la información que necesito— por ahora no pueden pasar, ella está ocupada hablando con mi compañero, en un momento sale. Me quedé en mi lugar moviendo mi peso de un pie a otro, si dice que esta hablando con el otro oficial es porque está
29- JenniferFuimos a la comisaria a poner la respectiva denuncia por los ladrones en el apartamento, se dejó en que fue un robo por las joyas faltantes y ya están buscándolas en casas de empeño. El nuevo apartamento estaba en el piso cinco de un edificio nuevo y minimalista y Cora ya lo odiaba, se quejo del color, la ubicación y hasta del número que le había tocado.—Pero es que mira esto— señala una maceta con una planta de plástico.—Es solo una planta— le dice su papá— ya deja de buscarle defecto a todo, sé lo que haces, jovencita.—No sé de lo que hablas— levanta el mentón muy digna y se va a la recamara a ver como es, a lo que escuchamos un sonido de desaprobación de su parte.—No se a querer quedar aquí ¿verdad? —me pregunta el señor Walter.—Creo que no, ya sabe como es ella— la excuse.—Sí, lo sé y culpo a Sandra de eso. Es tan independiente y bella como ella— mira en dirección al pasillo donde se fue Cora con cariño.—Lo es— le dije certificando lo que él me decía con amor—
30- Sam Fui a la cita con el abogado de Jennifer, que no es otro que Andrew Galloway, el mejor amigo de mi padre, es el mejor abogado conocido en Denver, eso me decía que Jennifer no va a dar marcha atrás y eso me enoja y me frustra mucho más. Antes de entrar aspiré el polvo en el tablero de mi carro para poder enfrentar esto, no siempre lo hacía, pero a veces ameritaba coraje en polvo. Me abroché el saco cuando venía entrando al espacio abierto de la planta baja del edificio en donde una ocupada recepcionista me veía como si fuera una aparición, era Joven, guapo y con dinero, estaba acostumbrado a que me vieran así. —Buenos días, tengo una cita con Andrew Galloway— le comuniqué. —Buenos días, señor deme su nombre para registrarlo en el sistema y darle un pase de visitante— lo vi asombrado levantando una ceja. —Sam Kessler— le comuniqué viendo todo el lugar. Era bastante elegante con un toque personalizado que te hacía sentir cálido. No me gustó, había un área de espera con unas