Gabriel habló con Alondra, esta vez por mucho que la quisiera proteger, tuvo que decirle como estaban las cosas.—Tenemos que irnos, si queremos seguir con vida, está en peligro también nuestro hijo, he tratado de ocultarlo al Escorpión, ha mandado a matarme, por ahora cree que estoy muerto, pero en cuanto se dé cuenta de que no ha podido hacerme daño, vendrá por todos nosotros estoy seguro de eso, tu padre viajara con nosotros, anda arregla unas cuantas maletas lo más rápido que puedas y vámonos de aquí.Alondra hizo lo que le pedía mientras él cuidaba de su hijo, sentía tanta paz y calma en medio de aquella tormenta al abrazar aquel cuerpecito.Eva se encontraba en su casa, deseaba que llevaran a su bebé con ella, ahí a donde está no podría deshacerse de él, no se lo permitirían, aunque deberían de hacerlo, era su hijo, ella le había dado vida y podía decidir si se la quitaba o lo dejaba con vida, aún estaba indecisa respecto a eso, si lo eliminaba se quitaría ese estorbo de encima,
Ana a veces sentía que iba a enloquecer sin Antón y sus hijos, pero por ellos mismos tenía que ser fuerte y soportar a ese hombre, había intentado besarla, pero ella logró convencerlo de que se sentiría sucia haciéndolo sin ser libre, tenía que tener mucho tacto al hablarle, un hombre desquiciado como él era un peligro para quién se opusiera a sus deseos.Pero a la vez decirle eso le daba miedo, porque incrementaban las ganas de ese hombre por matar a Antón, ese día lo escucho hablar con sus hombres, les estaba ordenando atacar el hotel donde estaban su marido y sus hijos, su desesperación creció, tenía que hacer algo por detenerlos o cuando menos avisarles, estaba dispuesta a dar su vida por ellos si fuera necesario.Sentía que su cabeza daba vueltas incansablemente, miles de ideas llegaban a su mente, tenía que convencer a Lucas que debía detenerse, pero no confiaba en él, tal vez le diría que sí lo haría y no hacerlo.Notó que todos los guardaespaldas tenían celulares, así eran com
El médico tuvo que acudir de inmediato a la habitación de Antón, aquello era un completo caos, Cristina desmayada en el suelo y el hombre llorando desesperado, Lilian llegó poco después, Cristina ya había despertado, le mostró el mensaje que Lucas había enviado, la pobre mujer también se desmayo, el médico no entendía que era lo que estaba pasando, cada vez que entraba a esa habitación había alguien desmayado, ordenó que hicieran una desinfección completa en el lugar, los cambiaron de habitación, quizás era un virus en el ambiente, lo pensó hasta que la enfermera le dijo lo que había escuchado, hasta entonces se dieron cuenta de lo que realmente estaba pasando. Los días pasaron, Antón aún no había querido hablar con sus hijos para decirles que su madre había muerto, sentía un profundo dolor en el pecho, y es que algo en su interior negaba a aceptarlo, ese día salió del hospital, había pedido a Lilian que comprara una casa, no descansaría hasta encontrar el cuerpo de Ana, hasta entonce
Antón sentía que enloquecería de un momento a otro, no podía creer todo lo que recién había vivido, le parecía que de un momento a otro, Ana entraría por la puerta sonriendo como siempre lo hacía, la vida no había sido justa con ellos desde un principio, empezó a recordar cuando entró por primera vez en aquel cuarto, no pudo verla debido a la oscuridad, era como un ratoncillo nervioso y asustadizo, cuando la tocó, pudo sentir como temblaba, fue un cobarde, un canalla por haberla tomado de aquella manera, ni siquiera tuvo el valor de encender la luz para presentarse ante ella.El remordimiento por todo ese sufrimiento que le había causado, lo perseguiría por el resto de su vida, en realidad nunca se había perdonado aquello, se sentía terriblemente culpable, durante años ella sufrió la perdida de sus hijos, quizás eran tan monstruo como lo era Lucas, después de todo por eso eran primos.Mientras tanto en el lugar donde se encontraba Lucas, decidió hacer una tumba falsa, sabían que seguí
Lilian veía que Antón se apagaba cada día más, esos quince días habían sido terribles para todos ellos, los gemelos, a pesar e que ya no eran pequeños, se comportaban peor que nunca, su carácter rebelde había vuelto, su hermano era mucho más tranquilo, él se había vuelto retraído, pasaba el día viendo por la ventana, quizás esperando a que su mamá llegara.Lilian y Carmen no tenían tiempo de otra cosa que no fuera cuidar que los gemelos no hicieran alguna broma pesada, el personal de servicio era su blanco favorito.—Niños, compórtense por favor, no pueden llenar de pintura al jardinero, Andrés ya no eres un niño pequeño, tienes que hacer caso.—Ustedes no son nadie para ordenarme, la única mujer que podía hacerlo era mi madre, y se dio por vencida, no fuimos suficiente para que luchara por quedarse.Andrés apretaba los puños con fuerza, el dolor que sentía lo hacía estar furioso con la vida, Andrea era bromista, pero ella no demostraba su dolor de la misma manera, lloraba cuando esta
Días después Antón regresó a Miami, seguía tras la pista de Lucas, tendría que esconderse bajo la tierra si es que no quería ser encontrado, Mondraco había decidido ir a buscar a Gabriel ahora que su grupo estaba fragmentado, quería llevarlo ante el consejo y ahí juzgarlo. Las sombras que le habían puesto lo seguían a todos lados, en ese momento se encontraba en Chicago, había llegado allí huyendo del Escorpión cuando había intentado matarlo, estaba en compañía de Thomas y de algunos de sus hombres, solo los de absoluta confianza habían viajado con él. Mondraco también pensaba llevar a Thomas para que fuera juzgado por el grupo, no pensaba dejar pasar nada de lo que habían hecho, cuando llegaron, enseguida rodearon el edificio donde se estaban hospedando, no se imaginaban lo que a su alrededor se estaba orquestando. Los dos hombres se quedaban en departamentos contiguos, así podían apoyarse en caso de ser necesario, Gabriel estaba en uno acompañado de Alondra y su hijo, el otro depa
Lucas consideró que Ana y él ya podrían dormir juntos, no soportaría una negativa más para poder hacerlo.—Ana, ya no esperare más tiempo, quiero sentirte junto a mí, he esperado con paciencia todo este tiempo.—Sabes que no podré corresponderte como mujer, en mí ya no hay esa capacidad.—No me importa, solo quiero estar a tu lado, no puedes negarme ese derecho, soy tu esposo y como tal debemos comportarnos.Ana tenía miedo de que Lucas intentara tocarla aun en su situación, para ella seria muy difícil aquello.Esa noche las cosas personales de Lucas fueron trasladadas a su habitación, era la más grande y la que tenía la mejor vista, ella se sentía nerviosa, no entendía como podía sentir rechazo hacia él si era su esposo, además parecía que la amaba demasiado, se lo demostraba todos los días.—¿Qué te parece si mañana salimos a dar un paseo en yate? Antes te gustaba hacerlo, además ya es tiempo que dejes este encierro, ¿Qué dices?La chica no tenía el más mínimo deseo de hacerlo, pero
Conforme pasaban las semanas, la recuperación de Ana era más evidente, se sentía feliz porque pronto, ayudada por las terapias, podría caminar normalmente, pero conforme avanzaba su recuperación se sentía mucho más preocupada por su relación con Lucas, era evidente que él tarde o temprano querría tener relaciones íntimas con ella, el problema de eso era que no lo deseaba en lo absoluto.—Lo ves, mi amor, te dije que volverías a caminar, así que debes de prepararte, pronto tendremos que apurarnos para encargar a nuestros hijos, claro que empezaremos a esforzarnos cuando estés completamente recuperada. —Lucas sonrió mientras lo decía, Ana tuvo que forzar una sonrisa.Lucas no permitía que viera los programas de televisión comunes, por lo que ella no estaba enterada de las noticias, en la televisión solo veía películas que él llevaba, el teléfono de la casa nunca lo usaba, pues no recordaba nada, así que no tenía a quién llamar, y eso dos gorilas que daban vueltas por la casa, parecía qu