Capítulo 11
Reconozco que en ese momento le pedí matrimonio a Isabel para molestar a Jimena. Me molesta que ella se haya ido y esté con otra persona.

Crecí con Isabel, la cuidé con esmero como a una hermana, y no esperaba que la gente dijera que éramos amigos del alma.

Menos aún que ella me gustara. Después de casarnos, le propuse vivir en la ciudad donde estudié, porque sabía que Jimena también estaba allí. Aunque no pudiera tenerla, al menos podría verla de lejos.

Pero con el tiempo, empecé a darme cuenta de que Isabel también era genial. Era atenta, pensaba con destreza, nunca hacía escenas, y hasta se ocupaba de la decoración de la nueva casa.

Por las noches, se recostaba en mi hombro y soñaba con nuestro hermoso futuro. Dijo que llevaba nueve años amándome, y que eso demostraba que podríamos estar juntos para siempre.

Una vez vi en internet que, si no puedes casarte con la mujer que amas, debes casarte con la que más te ama. Al principio lo dudé, pero ahora creo que tiene razón. Pero al
Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo