A su salón de clases de repente entra un maestro que nadie conocía y se puso de pie frente a sus alumnos.
— Hola, clase. Mi nombre es Joshua y voy a ser su maestro sustituto debido a que la anterior maestra ha tenido un problema y tuvo que hacer un largo, largo viaje. — Se presentó primero ante las miradas curiosas de los pequeños. — Espero que nos llevemos bien todos ¿De acuerdo?
Hariadne levanta la mirada del dibujo sobre su mesa, de repente el crayón rojo -Su color preferido- cae al suelo y sigue rodando mientras se aleja, ella se levanta de la mesa y trata de seguirlo, pero al final el crayón se ve frenado al chocar contra los pies de alguien.
— Oh, esto de aquí debe ser tuyo. — El maestro Joshua recoge el crayón del suelo y le sacude el polvo antes de regresárselo a Hariadne. — Ten más cuidado la próxima vez, pequeña.
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— ¿Qué...?Harvey apretó el volante entre manos. — No reaccionan los frenos del auto, llevo un rato intentando frenar pero no pasa nada. — Volvió a decir. — Así que necesito que cierres la boca mientras pensamos en algo ¿De acuerdo?— ¿Pensamos? — Cuestionó, en cuanto miró por la ventana vio que estaban siendo rodeados por las camionetas de sus escoltas, aun así eso no la hizo sentirse tranquila, mucho menos segura. — Pero- vamos a sobrevivir ¿Cierto? — Harvey no le contestó así que Kate volvió a hablar — ¿Cierto que vamos a sobrevivir? ¿Verdad?— Es... Probable.Fue la peor respuesta que pudo recibir.Kate se sujetó con fuerza al cinturón de seguridad, el vehículo inestable se tambaleaba hacia un lado y hacia otro mientras Harvey esquivaba transeúntes
Harvey no dijo nada al respecto, solo vio a Kate llorar con cierta incomodidad en el pecho. — Llévenlas a su casa, ya deben estar cansadas. — ¿Eh? ¿El hada no viene con nosotras? — Hariadne se fijó en que Harvey se quedaba atrás mientras ellas avanzaban hacia el auto. — No... No quiero, yo quiero ir con el hada- Mamá, mamá el hada- mami... — El hada no vendrá a jugar esta vez, hija... — Pero mami, quiero ir con el hada- por favor — Intentó soltarse del agarre de su mano, lloriqueando — ¡Quiero ir, mamá! — No, no puedes jugar con el hada. — Kate intentaba llevar las riendas de la conversación, pero apenas y podía mantenerse en pie mientras que su hija enérgica forcejeaba, negándose a rendirse. — Pero mam- — ¡Que no puedes quedarte, Hariadne nos vamos a casa ahora! — Kate vio con terror la expresión de susto en la carita de su hija en el momento en que le alzó la voz, cosa que nunca había hecho. — Ha-Hari... Mamá no quiso gritarte, lo siento. Ella tembló, Kate sabía que Hari se e
— ¿Usted? ¿Qué hace aquí? — Pregunta, frotándose las sienes con los dedos. — ¿Es que acaso Harvey necesita de otros incluso para pedir disculpas? — ¡Es el tío Colton! — Apenas Hari vio la inmensa e intimidante figura en la puerta corrió hacia él, dejando a Michael de lado. — ¿Jugarás conmigo y con Michael, tío? Él vio la mirada ilusionada de la pequeña, respondiendo algo que Kate jamás se imaginó que diría: — Sí, siempre estaré a su lado para jugar a partir de ahora. Kate quedó desubicada. — ¿Perdón? — Echó una mirada a los alrededores, cerciorándose de que Harvey realmente no estuviera cerca y no se tratara de una broma. Luego se dirigió a su hija. — Cariño, dejaste a Michael jugando solo. Tú... Tío irá después. Hariadne reaccionó con sorpresa al darse cuenta de lo que había hecho. — ¡Mamá voy a ir a jugar con Micha o se pondrá muy triste! Kate sonrió viendo a su hija correr, pero esa sonrisa se deformó en una mueca al volverse hacia Colton y la estupidez que había soltado, le
— ¿Qué? Kate se quedó perpleja ante la acusación tan seria que recibió de Harvey. — Realmente has llegado hasta lo más bajo a lo que se puede llegar si tienes las agallas de acusarme de esa manera. — Contestó, riéndose a fuerza. Harvey mostró el mismo tipo de indiferencia. — No estoy haciendo acusaciones, tampoco te estoy contando mi hipótesis ni es una simple idea que se me acaba de ocurrir. — De repente la miró, serio. — Solo te estoy diciendo lo que realmente sucedió: Tú te escapaste con ese hombre, huiste con él. Pero, no me importa más, Kate. — ¿Qué diablos estás diciendo, Daniels? Harvey observó a Hariadne, estaba entretenida jugando a varios metros de distancia. — No me importa si saliste embarazada de él y Hariadne es en realidad su hija, tampoco me importan todas las veces que me viste la cara de estúpido, muchas veces quise matarte, cada vez que te veía sentía tanta rabia que realmente quería matarte, pero no lo hice. — ¿Cada vez que me veías? Harvey se gira hacia e
Sin embargo, por más que tratara de darle sentido a la situación no logró encontrarle pies ni cabeza.Deja el tendido de sábanas paralizado mientras empieza a divagar entre otros asuntos.¿Por qué Harvey tenía tal punto de vista equivocado? ¿Fue la conclusión a la que llegó tras verla con Michael la primera vez? ¿O era obra de alguien más?¿ Quién podía ser de tratarse?¿Por qué siente que está olvidando algo importante?Sus dudas no se vieron despejadas, pero, al echar la vista por encima de las hileras de sábanas blancas sobre el tendedero alcanza ver a Colton de pie, bajo la sombra de un árbol en el que tenía vista completa a toda la casa de su abuela, que era de tamaño modesto en medio de metros y metros de campo.No había tenido ningún tipo de incidente, probablemente porque él siempre estaba allí custodiando, incluso le había cedido una habitación privada para que descansara en las noches.Cuando termina de colgar la última sábana dentro de la cesta y sujetarla con pinzas levanta
¿A qué venían tantas preguntas absurdas?— Eso es algo que no te incumbe, Michael. — A pesar de su mala respuesta está haciendo lo mejor que puede para conservar la paz. — Tenemos prisa, hablemos sobre esto después ¿De acuerdo?Pero él no tenía los mismo planes.— Hablemos ahora. — La toma del brazo mientras ella trata de salir, reteniéndola. — ¿A dónde vas? ¿Dejarás a Hariadne sola?— No está sola, se queda con mi abuela y luego Colton vendrá a cuidarla también.— ¿No es eso peor? Un matón y una señora mayor enferma que no puede vigilar a la niña siempre, ¿En manos de quién la estarás dejando? Es tu responsabilidad, Kate.— No te permito que hables así sobre ellos, mi abuela es una mujer perfectamente lúcida y Colto
— ¿Por qué...? — Pregunta, aunque no sabe a qué referirse exactamente. — ¿Por qué no respondías mis llamadas? ¿Por qué te fuiste en silencio? ¿Por qué accediste a vivir conmigo en primer lugar si me despreciabas tanto?— ¡Las cosas no fueron así! — Se apresuró a explicar. — Siempre que preguntaba por ti me decían que no tenían recados para mí, que estabas muy ocupado o que era peligroso... Hasta que una noche me enteré que llamabas todos los días y que en realidad estabas viendo a otra mujer.— A mí me decían exactamente lo mismo cuando te llamaba... Que no estabas, que no querías hablar, por más que intentara todas las vías de comunicación eran interceptadas, al final creí que era cierto y adelanté mi regreso... Pero ya no estabas ahí, solo q
Michael se sentía ansioso, desde la ventana podía observar el escándalo que se había formado afuera, hasta el punto en que algunos vecinos de los alrededores llegando corriendo con cualquier objeto que pudiera servir como arma tras ser convocados por Carmen incluso antes de que Kate y Harvey llegaran.Tiene el corazón acelerado, no es capaz de sostener la mirada de Kate y se oculta rápido al notarla, rogando que no se hubiera dado cuenta que estaba mirando allí, desde la lejanía.— ¡Buaaa! ¡El hada dio mucho miedo! ¡Da miedo! — Hariadne continuaba llorando en su hombro mientras él la mecía un poco y le daba palmaditas en la espalda buscando darle consuelo.Estaba temblando tan asustada que incluso soltó la muñeca que Harvey le había regalado y que tanto le gustaba solo para aferrarse a él a llanto suelto.Por primera vez Michael