El día del compromiso pasó, fue el día más aburrido en la historia para Ellie, quien permanecía de la mano de Sandro, siendo indiferente a él.—Al menos finge amor por él —le reprochó su padre en todo momento, lo que provocó a Ellie enfurecer.Sandro estaba muy incómodo al ver las expresiones que Ellie hacía, maldecía en la hora que su padre había escogido a la mocosa malcriada que estaba a su lado, y con las precisas de su padre, mucho no había por hacer.—No quiero casarme, Sandro —dijo en un susurro —no quiero casarme contigo, no quiero ser tu mujer.Era la tercera vez que Sandro escuchaba esas palabras, pero era muy tarde, habían firmado el contrato, habían estipulado las reglas que ambos debían seguir —Me tienes cansado con, Ellie, debiste bajar del auto cuando te di a escoger, ahora es demasiado tarde para lloriquear, no creas, no me emociona tomarte como mujer y procrear, así que ese sentimiento al menos es mutuo.Ellie guardó silencio, las palabras de Sandro dolieron más de lo
La iglesia estaba perfectamente decorada, aunque a los ojos de Ellie nada tenía color, desfiló de la mano de su padre sin mirar a los invitados.Permanecía con su cabeza inclinada, ahogando con coraje las lágrimas que ya estaban por salir.—Es tuya Sandro —dijo su papá, a lo que Ellie sintió como si la estuviese regalando, sin embargo, luego cayó en razón, lo estaba haciendo, en realidad la estaba dando como prenda de garantía —cuídala por mí.—Lo haré señor Albert —aseguró Sandro tomando la mano de Ellie y trayéndola a su lado.Sandro estaba hermoso, pocas veces se vestía de etiqueta, ya que su ropa preferida era una camiseta, un Jean y unas tenis, pero a eso Ellie no le llamó la atención, mas a Sandro sí, admitía en su interior que ella estaba como toda una princesa, el maquillaje, el peinado y ese vestido ajustado a su pequeña cintura le quedaba muy bien.—Vamos a dar inicio —anunció el cura.El padre hablaba de la importancia del amor, del respeto, del compañerismo en el matrimonio
La noche fue pesada para ambos.Un Sandro que no podía olvidar a su esposa besando a aquel hombre y una Ellie que maldecía a Josías por causarle problemas.Por la mañana ambos parecían muertos vivientes, sus ojeras y el mal humor que los acompañaba.—Me duele la cabeza —resopló Ellie, acariciando su cráneo con las yemas de los dedos.—A mí me duele el cuerpo, esa cama tenía un mal colchón —mencionó Sandro encorvando su espalda para estirarla y sacar la tensión que tenía allí.Tomaron el vuelo sin ningún atraso, excepto porque tenía que darle a Ellie apoyo emocional, pues a última hora descubrió que le tenía miedo a las alturas.—Ok, ok —susurraba tomando a Sandro con fuerza de su manos.—El avión se va a estabilizar, tranquila —para Sandro era gracioso ver a su esposa hecha un saco de nervios, apuñaba sus ojos y rezaba para no morir durante el vuelo."Ella es como una niña" —se dijo a sí mismo, para luego caer en cuenta que tan solo tenía veinte años de edad.—¿El vuelo será así? —cues
Ellie se levantó de prisa de la cama pasado unos minutos y corrió al baño, para bofetear a su esposo, ¿cómo se atrevió a besarla? ¿cómo pudo hacer tal cosa?Sin embargo, cuando entró al baño, Sandro estaba completamente desnudo y al escuchar la puerta abrirse, y ver a Ellie allí, se quedó paralizado con su manos a los contados, sin saber qué hacer.Ellie, abrió los ojos al verlo como Dios lo trajo al mundo, escudriñó su cuerpo dando con aquel péndulo, pegó un grito y se giró de golpe, tapando su cara.Sandro cubrió su parte noble con sus manos y gritó, no enojado, si no asustado: —¿qué rayos haces aquí Ellie?Ellié salió del baño caminando como cangrejo, evitando así ver de nuevo el desnudo cuerpo de su esposo.—¿Por qué me has besado? m*****a sea —gritó molesta.—Por que puedo y porque se me dio la regalada gana —le respondió Sandro con la misma intensidad de voz, mientras estaba recostado a la pared."Mocosa" —se decía Sandro en su interior.Su pecho subía y bajaba, su esposa lo habí
Sandro vio a Ellie ingresar a su habitación, se veía realmente triste, se había pasado con ella, ¿se lo merecía? por supuesto que sí, ella no media sus palabras, siquiera analizaba lo que iba a decir, pero, más allá de eso, se sentía mal por haberla lastimado, por haberla usado así para luego burlarse."Maldición Ellie, si tan solo dejaras de decir estupideces, recién nos casamos y ya me tienes en un tic nervioso" —se dijo, pues muy tolerante él no era.Sin embargo, alguno de los dos debía ser el maduro de esta relación y Ellie no lo sería, ya lo había demostrado, cosa que debía serlo él.Ingresó a su habitación también y tomó una ducha, con Ellie en su cabeza.Misma situación estaba pasando Ellie, excepto porque lloraba al recordar como Sandro la besó y luego la humilló, comenzaba a detestarlo, pero no podía ser indiferente por ese contrato que habían firmado."Si tan solo tuviese a alguien con quien hablar" —se dijo Ellie al recordar que su mejor amiga, Kelly, se marchó hacía algún t
Días pasaron desde aquel vergonzoso momento en casa de Sandro y Ellie, y hoy harían su primera presentación como esposos, ambos estaban bastante nervios de hacer dicha presentación.Sandro había puesto en su lugar a su padre y a su suegro, habían temas que a ellos no les importaba y la intimidad de Ellie era uno de ellos, no sabía que carajos pasaba por la mente de esos dos hombres, pero era suficiente para él, tener que aguantar con ellos merodeando la casa para saber sus intimidades, simplemente no, eso no pasaría.Por supuesto, Augusto lo tomó de manera despectiva, según él eran temas que a Ellie no debían molestar, pero ¿acaso a él se le preguntaban cuantas veces al día eyaculaba? no, la respuesta era no.Al final ambos terminaron disculpándose con Sandro, pero no lo hicieron con Ellie, a lo que Sandro les dijo: —No soy yo a quien han ofendido, la próxima vez que vayan a casa, pidan una disculpa antes de entrar.Desde entonces no se referían con tanta imprudencia a Ellie, pero tení
Ingresaron a la oficina donde estaba sus suegros Augusto y Renata, ambos notaron la rencilla que había entre Sandro y Ellie.—¿Qué ha pasado? —cuestionó Augusto a su hijo.—Pasa que enviaste a una mujer para ofrecerme sus servicios mientras almorzaba con Ellie, ¿qué rayos sucede contigo? —reclamó furioso —¿acaso no quedó establecido que entre Ellie y yo no habría amantes? ¿cómo te atreves a pasar por alto lasdecisiones que ambos hemos tomado? —Augusto miraba a Sandro serio, sin darle una respuesta más que Ellie no se veía como una buena mujer en la cama.—Me lo vas a agradecer luego, Sandro —dijo mirando a Ellie.—¿Por qué miras a Ellie así? ¿qué rayos está pasando? —volvió a reclamar, pero esta vez mucho más molesto.—Hijo, si Ellie fuera buena en la cama no estuvieras tan irritado.¿En serio lo había dicho?¿Esas palabras salieron de la boca de Augusto?—Eres un cerdo, padre, ¿acaso así tratas a mi madre o a las mujeres con las que has estado? ¿qué carajos pasa contigo?Ellie perman
Sandro miró a Ellie caminar hacia su habitación, miraba exactamente como su trasero se contorneaba subiendo las escaleras. Cerró sus ojos y a su mente llegó el cuerpo desnudo de su mujer, golpeó suavemente su cabeza como si eso ayudara a borrar lo que había visto."No pienses, no pienses" —se decía con sus manos tapando su rostro.Subió a su habitación, tomó un baño donde tuvo que desahogarse así mismo, pero luego se sintió mal por haberse masturbado en nombre de Ellie.Tomó su lugar en la cama y se quedó allí, pensando en ella y lo malcriada que era, pero a la misma vez, era inocente y un poco tierna."Al menos trabajar con ella no será una mala decisión" —se dijo.Ellie entusiasmada, se levantó temprano e hizo algo de desayunar para los dos, esperó ansiosa a Sandro para que le explicase qué debía hacer y al ver que este no bajaba, subió a su habitación y al no verlo por ningún lado entró.—¿Sandro? —llamó ella, pero no respondió.La puerta del baño estaba abierta así que pensó en que