—Descuida… nos estarás aquí mucho tiempo como nosotros —dijo David.
— ¿Qué? ¿Por qué lo dices? —pregunto Jacob.
—Uno de los guardias nos empezó a decir con malicia… de que nuestro encierro llegaría a su fin el día de la luna llena —dijo Jazmín.
—El día de la luna llena… pero eso es mañana, o debe ser hoy si es que estuve inconsciente toda la noche —dijo Jacob nervioso.
—Debe ser mañana… un guardia mal intencionado constantemente nos viene a recordar… cuando tiempo nos queda —dijo María, con algo de desesperación en su voz.
—
Jacob duro media hora en vestirse y arreglarse para ir a trabajar y después de ordenar todo, salió de su apartamento para ir al trabajo.—Ya mañana por fin es sábado —dijo Jacob así mismo.Después de caminar y tomar el autobús en dirección a su trabajo, Jacob por fin había llegado, él trabaja en una agencia de seguros y su trabajo era evaluar y hablar con las personas que querían ser aseguradas y decidir si debían ser aseguradas o no.—Buenas días —dijo Jacob, a sus compañeros de trabajo.—Buenos días Jacob —saludo una mujer blanca de cabello negro.
— ¡Tú! —grito Edward al entrar en la oficina de Jacob.—Así que eras tú —dijo Jacob al ver entrar a Edward.— ¿Se conocen? —pregunto Max.—Digamos… que sí —dijo Jacob.—Nos conocimos en la cárcel la semana pasada —dijo Edward.—Esa si debe ser una historia interesante… cuéntamela —dijo Max.—No es necesario… es más… ¿Por qué todavía estas aquí? —dijo Jacob.— ¿No cree
Cuando los ojos de Jacob se cruzaron con los de Edward, este nuevamente se puso nervioso y su corazón volvió a latir violentamente y no tuvo más opción que apartar la vista de los ojos de Edward.— ¿Entonces? ¿Lo hacemos?— ¿Hacer qué? —pregunto Jacob nerviosamente.—Cenar junto tú y yo como compensación, en la cena te entrego mis papeles y comerás gratis… ¿No es genial?Jacob por una razón que no pudo entender en ese momento, termino por aceptar la propuesta de Edward y ambos intercambiaron sus números de teléfono y quedaron en reunirse en la noche en un restaurante. Las dos meseras al escuchar las últimas palabras de Edward, nuevamente se quedaron en silencio, mirando a los dos de forma alternativa.—Ya veo…. lamento… interrumpirlos —pareciéndose darse cuenta de algo, una de las meseras se despidió y empezó a irse del lugar.—Que disfruten su cita —dijo la otra mesera antes de seguir a su compañera.— ¡Esperen! ¡No es lo que piensan! ¡No estamos juntos! —grito Jacob nerviosamente.—Pero… cariño… ¿Acaso te avergüenzas de mí? —pregunto Edward a Jacob.— ¡Tú! —fue la palabra que dijo JacobNo puedes negar lo que eres
La noche siguió avanzado, haciéndose más y más tarde a cada segundo, mientras Edward después de matar accidentalmente a Luke, estaba vomitando todo lo que había comido en el contenedor de basura donde anteriormente se había estado ocultando.— ¿Estás bien?... llevas bastante rato vomitando —pregunto la mujer de la farmacia.—Estoy…. estoy bien… por cierto… ¿Cómo te llamas? —pregunto Edward.—Me llamo Anna.—Bien… Anna… tú lo viste con tus propios ojos.— ¿Qué cosa?
—Esos malditos bastardos… desde el principio ellos estaban conspirando en contra nuestra —pensó Edward furioso.—Sera mejor que nos quedemos aquí un rato —dijo Anna.—Si… esperemos a que se vayan.—No debería tardar mucho.—Respóndeme algo, ¿Puedes?— ¿Qué cosa?— ¿Todos los hombres de este pueblo son todos como ellos?— ¿Ellos? Edward vio como Mitchell corrió en dirección hacia Anna, la cual lo estaba esperando, pero Edward ya no les siguió prestando ninguna atención, debido a la problemática situación donde se encontraba actualmente.Juan trato de clavar su machete en el cuerpo de Edward, pero este se tiro y rodo hacia un lado esquivando de esa forma su golpe.— ¿Me pregunto cuándo tiempo podrás huir? —pregunto Juan, mientras miraba sonrientemente a Edward.—Maldición… ¿Por qué nunca estudie esgrima? —pensó Edward, lamentándose en su interior mientras se volvía a colocar de pie.Juan corrió rápidamente hacia él con su macheteEnfrentamiento
Juan levanto su machete y se preparó para dejarlo caer, pero antes de que pudiese hacerlo, otro machete lo atravesó en el estómago de forma limpia, sorprendiendo tanto a Juan como a Edward.— ¿Pero qué paso? —pregunto Juan a sí mismo, después de lo cual trato de voltear su cabeza hacia atrás para ver a su agresor.Pero antes de que lograra hacerlo, el machete que tenía clavado en su estómago fue removido y justo después fue utilizado para cortarle la cabeza a Juan, la cual salió volando levemente para caer a su lado.—Maldición —pensó Edward mientras veía como el cadáver de Juan caía al suelo.Cuando el