Edward vio como Mitchell corrió en dirección hacia Anna, la cual lo estaba esperando, pero Edward ya no les siguió prestando ninguna atención, debido a la problemática situación donde se encontraba actualmente.
Juan trato de clavar su machete en el cuerpo de Edward, pero este se tiro y rodo hacia un lado esquivando de esa forma su golpe.
— ¿Me pregunto cuándo tiempo podrás huir? —pregunto Juan, mientras miraba sonrientemente a Edward.
—Maldición… ¿Por qué nunca estudie esgrima? —pensó Edward, lamentándose en su interior mientras se volvía a colocar de pie.
Juan corrió rápidamente hacia él con su machete
Juan levanto su machete y se preparó para dejarlo caer, pero antes de que pudiese hacerlo, otro machete lo atravesó en el estómago de forma limpia, sorprendiendo tanto a Juan como a Edward.— ¿Pero qué paso? —pregunto Juan a sí mismo, después de lo cual trato de voltear su cabeza hacia atrás para ver a su agresor.Pero antes de que lograra hacerlo, el machete que tenía clavado en su estómago fue removido y justo después fue utilizado para cortarle la cabeza a Juan, la cual salió volando levemente para caer a su lado.—Maldición —pensó Edward mientras veía como el cadáver de Juan caía al suelo.Cuando el
Edward persiguió a Anna, cruzando la carretera, y pronto llegaron hasta la escalera de incendios de la casa.—Está muy alto… súbeme —dijo Anna.—Yo soy más alto… ¿No debería hacerlo yo?— ¿Estas insinuando que una mujer inocente y débil como yo soporte el peso de un hombre alto como tú? —pregunto Anna, mirando fijamente a Edward.—Tienes… tienes razón —dijo Edward, mientras pensaba si las palabras de Anna en referencia a su inocencia y debilidad eran sarcásticas, ya que después de todo, lo que menos le había mostrado esta chica hasta los momentos eran su supuesta debilidad o inocencia.
—Ven conmigo.— ¿A dónde?—Mientras venia hacia acá, pude notar que tienen una cochera en la planta baja… si tenemos suerte deben tener un auto que podamos usar.—Dirás… un auto que podamos robar.— ¿No me digas que también estas en contra de eso?… si me dices que sí, te juro que te golpeare.—Descuida… ni siquiera yo soy tan tonto… vamos entonces hacia la cochera.—Sera mejor que lo hagamos rápido… esos hombres son torpes… pero nadie es ta
En una habitación de paredes blancas llena de camas de distinto tamaños se encontraban cuatro personas, dos de ellas eran mujeres con vestidos blancos y los otros dos eran hombres con bata blanca y camisa azul.Los cuatro estaba rodeando una cama en particular, con un hombre de piel blanca y cabello negro que poseía un rostro bastante atractivo, acostado en dicha cama, pero en su expresión no había felicidad o satisfacción, sino todo lo contrario, tenía el ceño fruncido mientras veía semi-consciente a los hombres y mujeres alrededor suyo y los escuchaba murmurar palabras de forma constante.—El tiro que recibió en pierna fue más serio de lo que pensamos —dijo una de las mujeres con vestido blanco. Tal y como prometieron, Edward y Max habían ideado un método para colarse en la boda, y ese era fingir ser parte del servicio de mesoneros de la boda atraves de identificaciones y uniformes falso que consiguieron con medios poco honrados, mientras que Jacob, el cual después de que ambos le insistieran durante mucho tiempo, acabo por aceptar ser parte de su plan y la manera en que planeaban meterlo, era en lo que parecía ser una gran bandeja que desde afuera parecería estar llena de comida, o al menos así se suponía que debía parecer.— ¿Están bromeando ustedes dos? nadie va a creer en este truco —dijo Jacob.— ¿Cómo qué no?... es muy simple, te recostaras en este carrito móvil y te cubriremos con varias mantas blancas y la gente pensara que estamos llevaEl mayor placer de la vida
—Es como por ejemplo, cuando trabajas y ganas cien dólares como pago por tu trabajo… ¿Acaso te sentirás feliz?, No… ya que sentirás que ese dinero es algo que debían darte por tu trabajo que realizaste con esfuerzo —dijo Max.—Y después de eso sentirás que deberás ahorrarlo o economizarlo, ya que no te pagaran si no una semana después o dos semanas después y ese dinero deberá durarte lo suficiente hasta que recibas tu próximo pago —dijo Edward.—En resumen no sentirás felicidad por recibir el pago por tu trabajo, en vez de eso empezaras a estresarte o a pensar en cómo rendir tu pago semanal el suficiente tiempo hasta que recibas tu próximo pago —dijo Max, mirando fijamente a Jacob.
—Por cierto… si alguien pregunta por nosotros… diremos que somos los primos lejanos de la esposa —dijo Max mientras miraba a Edward y Jacob.— ¿Y cuáles van hacer nuestros nombres? —pregunto Edward.—Por lo que escuche… el novio es griego y la novia francesa… solo invéntense un nombre que suene francés y todo saldrá bien… el mío será Felipe —dijo Max.—Ese nombre no suena francés —dijo Edward.—Es más bien… español —dijo Jacob.—Son un par de tontos… ¿Acaso no han leído historia?... han habido muchos reyes franceses llamados
—Anteriormente discutieron mucho declarando de que ustedes dos, podían hacer un baile mejor que este —dijo el novio, mientras miraba a Edward y Max fijamente.—Cualquiera podría hacer un baile mejor… pero en especial nosotros —dijo Edward.— ¿Entonces por qué no nos enseñan? —dijo el novio, haciéndoles gesto a Edward y Max para que pasaran al centro de la sala donde se encontraba él y su esposa.— ¿Pero qué demonios está pasando aquí? —se preguntó Jacob, mientras miraba esta situación tan particular.—Sera un placer… mostrémosle como se hace Edward —dijo Max, mientras caminaba hacia el centro de la sala