Siempre, aunque no es muy bonito que digamos, es grato ver a Susan enojada puesto que mirándola bien tiene un fuerte en tanto aterrador carácter de armas tomar no muy diferente a Emma la verdad por lob que puedo notar la completa similitud entre ambas. Cuestión que sin dudas Martin y yo usamos a nuestro favor cada que queremos por lo que con ello buscamos rememorar así los viejos recuerdos de aquella juventud pasada, donde tanto aquel hombre junto a mí, solíamos hacerla estallar a causa de nuestras constantes peleas. Ahora que lo pienso, de verdad no recuerdo la última vez que estuve así en completa paz, donde nada podía llegar a turbarme o ni siquiera cambiar mi estado de humor, por lo que reír en esta noche se volvió sin dudas en una de las mejores medicinas jamás creada capaz incluso de quitar, aunque allá sido por poco tiempo el peso de la tan incierta y ajetreada vida. Podría decir que incluso estando con ellos el tiempo parecía no pasar tan aprisa, es como si la propia ese
Aprovechando en cómo iba avanzando la noche, Lina y yo tras despedirnos de los tíos no perdimos tiempo, por lo que cada una subió con emoción las escaleras, una vez arriba atravesamos el pasillo e ingresamos en nuestras respectivas recamaras con la intención de refrescarnos antes de proceder a acomodarnos en la sala común, por ende, disfrutar de la compañía de la una y la otra. Con rapidez tras dejar a aquella chica, me aleje e ingresé en mi habitación con avidez pues me negaba a perder tiempo alguno. Así que ya en las inmediaciones de la misma, tras cerrar la puerta me deshice de mi ropa, y aunque no estaba para nada sucia me di una ducha rápida nada más para refrescarme e igualmente de seguido lavé mis dientes intentando ahorrar tiempo, por que estimaba que al estar mirando aquella pantalla había la gran posibilidad de que me quedase dormida por lo agotada que ya me sentía. Una vez me cambié de ropa abrí la puerta de la recamara sin ninguna preocupación, con la idea clara de que
Emma realmente estaba apenada y todo se debía a causa de lo que Lyall había dicho, cosa que era totalmente evidente de que le había sentado realmente mal por lo que colocando un tono de voz un tanto bajo aquella discusión nuevamente tomo vida entre los dos. — ¡Ya vez lo que provocas! — musito ella mientras el mal humor iba tomando el control de cada una de sus expresiones — esto ha sido completamente tu culpa. — Hablas como si estuvieras bajo el mandato de algún general y tu su excelso soldado fiel a sus órdenes le secundas — indique haciendo uso de una evidente metáfora buscando abiertamente darme a entender y continue diciendo — Lyall simplemente nos ha llamado la atención por lo que has de entender que no es nada del otro mundo, ahora bien te pregunto ¿Acaso le temes? — Pues piensas bastante mal — increpo aquella con una evidente seguridad — a Lyall no le temo, tu propia idiotez no te da ni siquiera un respiro para pensar en el hecho, de que solo no se me hace justo que por t
— ¿Por qué está todo tan oscuro? ¿Dónde estoy? Me cuestiono una vez despierto y ante la escasa incidencia del sonido grito, pero nadie contesta, como acto inminente observó alrededor, pero ni siquiera mi propio ser puedo distinguir ya que la oscuridad que me envuelve es completamente absoluta. Por el miedo, la desesperación viene a mi queriendo arrancarme lo poco de calma que aun entre mi ser permanecía y agitada empiezo a batallar queriendo deshacerme de este mal. Intento moverme pues quiero escapar pero no puedo, algo me ata en tanto me lo impide y me aprisiona con fuerza manteniéndome de rodillas contra el suelo mientras siento cómo mis brazos yacen extendidos a cada lado de mi cuerpo sujetados de una manera tal que el dolor puede llegar a calar mis huesos de manera atroz debido al dolor que experimentaba entre mis muñecas lugar por donde me mantenían prisionera e inmovil , al tiempo que mi piel se siente arder como si se encontrase quemada y magullada. — ¡Jajajajajajaj!
— Es enserio Emma, tan fácil me vas a creer — repliqué indignado tras no ver algún acto de rebeldía de su parte — dime, donde está la chica peleonera y que hace valer siempre por sobre todo su entereza, porque ahora mismo créeme que no la veo. — Ella no siempre se hace ver como en esta ocasión, cuando eso ocurre me muestro yo, lo que verdaderamente soy, una triste y desdichada persona la cual no sabe ni siquiera a dónde la conduce la vida, no tengo planes y nada que seguir, no tengo rumbo, así que tienes razón todo en mi carece de sentido — indicó Emma perdida, envuelta en sus pensamientos — Ahora bien, Dominieck te lo pido con el corazón en las manos y con completa sinceridad, te puedes marchar, quiero estar sola un tiempo. Algo sin dudas no iba nada bien, Emma estaba irreconocible y podía notar como la tristeza se hacía paso entre su rostro buscando como escapar a través de sus ojos, pero ella las reprimía junto toda emoción y yo entendía que antes de hacerle un bien simpleme
La mañana ha iniciado de una manera muy tranquila, después claro está de lo ocurrido con Dominieck a tempranas horas mientras aquel se encontraba en mi habitación cuando de la nada se mostró dulce y apacible conmigo, cosa en la que no dejo de pensar aún más ahora luego de verlo desayunar junto a nosotros. Su compañía luego de haberme abrazado de la manera en que lo hizo se siente tan incómoda que ni siquiera soy capaz de levantar completamente mi rostro y mirarle así a la cara debido a que la vergüenza me domina controlando incluso mi modo de pensar. Lo bueno ante todo ha sido que, a pesar de mi baja evidente de alegría al los demás encontrarse allí sacando uno que otro tema de conversación del cual a veces yo formaba parte, mientras intentaban alegrar el momento, que aquello por lo menos bastó para mantenerme por un buen rato fuera de su foco de atención. Así que, cuando al fin terminamos de desayunar verlo marchar de allí junto a Lyall me brindó más que un completo respiro al
— No, no, no de nuevo … no es justo — gritó Susan con evidente miedo tras caer en las garras de la desesperación — ¿Que haremos Dominieck? No nos podemos quedar aquí, tenemos que huir de este lugar lo antes posible. Susan se mostraba reacia y muy temerosa contra la gran posibilidad que existía de encontrarnos con aquellos cara a cara, ella estaba muy asustada tanto que incluso parecía encontrarse bastante sumergida en la desesperanza. Ahora bien, en tanto una vez Emma la escuchó no pasó mucho tiempo hasta que las dudas en ella comenzaron a aflorar respecto a tal tema y las preguntas de parte suya empezaron a ser lanzadas intentando así saciar su evidente inquietud. — ¿Cómo que de nuevo? — cuestionó aquella sin tardar — acaso ustedes ya habían tenido problemas con los alfas. Martín al escucharla intento hacer que Susan se tranquilizara y con ello aprovechar la situación para sacarla de allí pues aquellos no querían por nada en el mundo tocar tal asunto delante de Emma, pues es
— Como que salvar nuestras vidas Lyall — indicó Emma atónita ante tal afirmación — acaso no ves que estamos entre la espada y la pared, estamos en un lugar en el cual incluso no hay salida, es que no lo ves. Emma no lo entendía, eso era algo notable, al igual que Lina que al lado suyo junto a Silea para aquel momento se encontraban, las tres estaban confundidas ya que sus expresiones las delataban, por lo que era fácil de deducir que para nada comprendían cómo era que estando entre aquellas cuatro paredes lograriamos salir bien librados de toda aquella situación, cosa de la cual los demás si éramos conscientes, así que Lyall con una sonrisa llena de victoria le increpó. — No Emma, la que no lo ves eres tú — insistió aquel contra aquella chica al ser la única que eventualmente le interrogó. Así fue que instantáneamente dicho aquello, aquel se acercó hasta la pared que da justo al frente de la escalera próximo al rincón y volteando hacia su flanco izquierdo al lado de un viejo libr