Sophie piensa que lo más sensato es revisar las reglas primero y abre el primer archivo.
—Cumplimiento de horarios: Los participantes deben cumplir con los horarios establecidos para las pruebas culinarias, las evaluaciones y las grabaciones. La puntualidad es clave para el buen desarrollo del programa.
—Respeto y compañerismo: Se espera que los participantes se traten entre sí con respeto y compañerismo en todo momento, tanto dentro como fuera de las pruebas culinarias. NO se tolerarán comportamientos agresivos o despectivos hacia los demás concursantes dentro de la casa de chefs.
—Uso de ingredientes y equipos: Los participantes deberán utilizar SOLO los ingredientes proporcionados por la producción y los equipos de cocina disponibles en el set. No se permite el uso de ingredientes o equipos no autorizados.
Sophie hace una mueca ante la regla de ingredientes.
Para un chef, los ingredientes y el equipo son como los pinceles y la pintura de un pintor. Cada chef tiene especial detalle por estos y cuando consiguen un proveedor que les satisface, es complicado adaptarse a otros. Sophie confía en Tyler para traerle los tomates en su punto perfecto o las carnes completamente desinfectadas para sacarles el mayor provecho. El hecho de que el programa les esté quitando esta libertad es una señal de que no están jugando.
—Cumplimiento de retos: Los participantes deberán cumplir con los retos culinarios establecidos por los jueces y la producción. Se evaluará la creatividad, la técnica y el sabor de cada plato (Para mayor atención, localizar el anexo dos del contrato adjuntado).
—Higiene y seguridad: Se deberán seguir estrictas normas de higiene y seguridad alimentaria durante la preparación de los platos. Los participantes serán responsables de mantener limpios y ordenados sus espacios de trabajo.
Sophie se salta varias reglas que le parecen obvias en cuestión de cocina hasta llegar a las que se centran más en el concurso en sí.
—Confidencialidad: Los participantes no deben compartir información sobre los resultados de las pruebas, el progreso del reality show o cualquier otro detalle relacionado con su participación hasta que el programa sea emitido (Revisar el segundo contrato adjuntad).
—Eliminación: En cada episodio, un participante será eliminado de la competencia según la decisión irrevocable del panel de jueces. Los criterios de eliminación se basarán en el rendimiento en las pruebas culinarias y el cumplimiento de las reglas. El participante deberá dejar el show y la casa de chefs.
—Jurado: Las decisiones del jurado son finales e inapelables. Los participantes deben aceptar las evaluaciones y decisiones del jurado con respeto, cualquier discordancia deber ser atendida en PRIVADO y con la productora.
—Confiscación de dispositivos electrónicos: Durante el tiempo en la casa compartida, se confiscarán los dispositivos electrónicos de los participantes, como teléfonos móviles y computadoras, para asegurar la privacidad y evitar comunicaciones externas.
Esto último detiene un poco a Sophie.
¿No podrá contactarse con nadie más mientras está ahí adentro? Es algo… aterrador. Últimamente, se ha vuelto dependiente de la compañía de Camille y Marie, incluso cuando disfruta estar sola en su cocina o en su casa. No tiene a nadie más y la idea de no escuchar sus voces a diario al descoloca.
Sin embargo, las palabras de Camille vuelven a ella y se sacude el sentimiento de nerviosismo.
Abajo del resto de las reglas del programa hay otras más específicas, “Reglas para la casa de chefs”.
—Consentimiento para ser grabado: Los participantes deberán firmar un consentimiento para ser grabados durante las 24 horas del día mientras se encuentren en la casa compartida y durante las actividades relacionadas con el reality show (Revisar contrato).
—Privacidad en áreas designadas: Los participantes tendrán áreas designadas dentro de la casa compartida donde podrán tener privacidad y no serán grabados. Estas áreas serán claramente señalizadas y deberán ser respetadas por todos los participantes. Esto NO debe salir al público.
—No interferir con las cámaras: Los participantes no deben interferir con las cámaras ni bloquear su campo de visión. La producción colocará las cámaras de manera estratégica para capturar las actividades de los participantes sin invadir su intimidad. El o la participante que rompa la regla será sancionado.
Todo el asunto de las cámaras es algo que Sophie no siente que le pueda molestar. Ella no es una persona tímida y también está lejos de ser una adolescente en busca de atención. Las cámaras serán parte del juego y si ella quiere ganar necesita aprender a jugar.
—Uso responsable de la imagen: Los participantes deberán ser conscientes de su comportamiento frente a las cámaras y asegurarse de que su imagen y acciones sean coherentes con la imagen que desean proyectar.
Sophie bufa divertida ante esa regla. Conoce un par de chefs en el medio a los que le vendría bien leer esto un par de veces.
—Confidencialidad de grabaciones: Las grabaciones realizadas por las cámaras dentro de la casa compartida son propiedad exclusiva de la producción y no deben ser compartidas con terceros sin autorización.
—Comunicación con producción: Los participantes podrán comunicarse con la producción si tienen inquietudes o preguntas sobre la grabación o la privacidad.
Se asegura de leerlas todas y no hay ninguna que le parezca fuera de lugar. Así que pasa al contrato del show.
Los participantes se comprometen a cumplir con todas las reglas y directrices establecidas por la producción para el desarrollo del reality show, incluyendo las reglas relacionadas con las pruebas culinarias, la convivencia en la casa compartida y la interacción con el equipo de producción.
Al participar en “Chefs: rivaux en cuisine”, los participantes aceptan los términos y condiciones establecidos en este contrato y se comprometen a cumplir con las reglas y directrices proporcionadas por la Productora.
“Fourchette et couteau” firma como casa productora y financiera del programa y además de otro par de aclaraciones sobre cómo irá el juego, Sophie no ve nada de qué preocuparse. De hecho, es aún mejor de lo que piensa, porque hay incentivos monetarios en lo que denominan “mini retos” en cada semana de episodio.
En el contrato de confidencialidad hay muchas cláusulas de lo que se puede o no divulgar antes de siquiera poner un pie en el show. La invitación al show, ya es pública para ella ahora que todo el pueblo se ha enterado, pero no puede decir nada más. Sophie da tres lecturas más para tener todo claro y ver que no se le escape nada antes de escribir a Goshlaig y mandarle todo firmado.
Todo el proceso tarda aproximadamente hasta la media noche, que es cuando comienza a hacer sus maletas y, a la mañana siguiente, cuando la luz comienza a colarse en el cuarto de Sophie, ella se levanta sin protestar por el desvelo.
Como es de esperarse, cuando llega al pueblo, la mayoría de los locales está ahí aguardando por ella. Están ubicados en la plaza principal, el corazón de Saint-Étienne. Conoce el rostro de la mayoría: jóvenes y viejos que han comido en su restaurante. Algunos turistas o visitantes parecen confundidos por el alboroto, pero toman fotos con entusiasmo, como si fuera otra maravilla del pequeño pueblo. Todos los pueblerinos tienen una sonrisa en la cara y, para vergüenza y orgullo de Sophie, algunos incluso tienen carteles de apoyo con su nombre.
Camille y Marie está ahí, por supuesto.
—¡Voilà! ¡La nueva chef estrella de Francia! —grita Marie cuando la ve y la pequeña multitud se abre en exclamaciones de felicidad y aplausos.
—¡Sophie! —corean, como si ella ya fuera una ganadora y, en el fondo, se siente así ante tales atenciones.
—Querían mostrar su apoyo —le confiesa Camille acercándose a ella.
—¿En serio? —Sophie le da una mirada sarcástica —¿Y quién ha hecho correr la voz?
—¡No pude evitarlo! —Marie hace una cara de arrepentimiento, pero Sophie sabe que no debe creerle nada—. Además, esto es aún mejor: una despedida digna de una campeona.
—Lo haces sonar como si fuera a los Juegos Olímpicos.
—Es un show a nivel nacional, yo diría que se iguala. Olimpiadas gastronómicas o algo así —se encoge de hombros sin dejar de sonreír.
Sophie abraza a todos los que se acercan a despedirla y cuando su carro llega (tiene que pedirlo con anticipación si quiere que alguien venga a buscarla desde el otro pueblo), tarda en insistir en que debe irse porque, a pesar de que todos quieren verla dentro del programa, también parecen reacios a dejarla ir y el corazón de Sophie se calienta.
Al final, le hacen prometer que lo dará todo en la competencia y ella asiente con entusiasmo, sintiéndose más comprometida que nunca.
Solo Marie y Camille la acompañan al carro, acomodando su maleta grande en el baúl. Sophie les confiesa la parte en la que no podrá comunicarse con ellas y, aunque se decaen un poco, Camille y Marie hacen un esfuerzo por no entristecerse frente a ella y decirle que eso le permitirá concentrarse en arrastrar con los otros chefs.
—Necesito que vigilen mi estrella por mí —les suplica Sophie a sus amigas.
—No te preocupes por eso, cher —le dice Camille empujándola al auto—. Tenemos las recetas guardas y confío en que hayas avisado a Remy para que venga a darnos una mano.
Remy es el chef de repuesto que Sophie tiene para cuando quiere unas pequeñas vacaciones y cuando se ha despertado ha observado una respuesta positiva por parte de él en su celular.
—Remy vendrá todos los días. Camille, págale como se debe por su ayuda.
—Claro.
—Recuerden limpiar el horno y vaciar el refrigerador el domingo.
—Anotado.
—Tyler traerá el encargo dentro de tres días, no permitan que Remy acabe con los vegetales en poco tiempo.
—¡Sophie! —Camille le pone una mano en el hombro y le sonríe de ese modo maternal que tranquiliza a Sophie—. Lo tenemos. Confía en nosotras.
Y Sophie lo hace.
Se asegura de darle un último abrazo a ambas.
—Sé que puedes ganar, Sophie —Marie le susurra en el oído, apretándola más fuerte—. Eres la chef más fabulosas que conozco. Encontrará tu destino en París, lo sé. Te estaremos apoyando desde aquí.
Cuando se separan, Sophie siente sus ojos empañados, pero se sube al auto.
Mientras el conductor se encamina fuera de la plaza, Sophie hecha un último vistazo a lo que deja detrás: las personas que quiere y, detrás de ellos, “La Belle Étoile”, una parte de su sueño, la prueba de que puede hacerlo. Luego, centra su vista hacia delante, hacia el futuro.
Sophie siente como la emoción y los nervios la embargan mientras observa la manera en la que los paisajes familiares de su ciudad se desvanecen por la ventanilla del vehículo. El conductor, un hombre amable y sonriente, la saluda cordialmente antes de emprender el camino hacia su destino. Sophie no lo conoce, es del otro pueblo y solo sabe que él y otro señor son los conductores destinados para los turistas, haciendo una pequeña fortuna. El carro (Sophie no puede llamarlo taxi) se desliza por fuera del pueblo y pronto Sophie distingue su casa y la de sus vecinos, solo por un breve momento, mientras el auto sigue en movimiento. El sol de la mañana baña todo el paisaje en una luz suave y cálida, creando un ambiente al que Sophie realmente ha llegado a acostumbrarse y sabe que, por más que este en una ciudad grande, no va a poder evitar extrañarlo. El conductor, tal vez percibiendo la ansiedad de Sophie, inicia una conversación amigable para calmarla. Le pregunta sobre su día y Sophie
Sophie no piensa mucho en ello cuando una limosina negra se estaciona justo frente a ella, está en París y ella sabe perfectamente que es una ciudad lujosa, con gente poderosa. Por lo que se sorprende mucho cuando la ventana se baja y una mujer rubia asoma la cabeza gritando su nombre.—¡Sophie Rousseau!—Pardon, ¿la conozco? —pregunta Sophie con duda, volteando a los lados por si, de casualidad, hay alguna chica que pueda parecerse a ella y con quien la estén confundiendo.Sin embargo, la mujer se ríe suavemente y sale de la limosina, caminando en su dirección sin vacilar. Es un poco más baja que ella, tal vez de la altura de Marie, y tiene una complexión muy delgada. No es mayor, de hecho, parece más joven que la propia Sophie. Su cabello rubio está arreglado a la perfección en una coleta alta, viste un traje negro de falda y chaleco. Sus tacones, del mismo color que su ropa, hacen un ruido persistente en la acera y tiene un portapapeles en la mano al que se aferra con fuerza. A Sop
La alarma sobresalta a Sophie y la despierta bruscamente de su sueño.Parpadea desconcertada y luego dirige su mirada al techo. La luz, que solo la noche anterior había sido blanca, se encuentra rotando en rojo, como si fuera la sirena de una ambulancia. Por sobre la almohada de Sophie, en la cabecera de la cama, una pequeña bocina, que ella ni siquiera había notado la noche anterior, emite una voz de chica, alta y clara, cuando la alarma pasa a segundo plano.—¡Buenos días concursantes del ala blanca! — la energía de su voz irrita un poco a Sophie, que se estira sobre sí misma para ver la hora, son las cinco de la mañana—. ¡Es momento de levantarse! Tiene sesenta minutos para alistarse. Al finalizar, por favor presentarse en la cocina del equipo blanco para las presentaciones y la asignación de responsabilidades. ¡Gracias!La alarma suena cinco segundos más antes de apagarse definitivamente y ser sustituida por un ruido bajo y susurrante que relaja la tensión de Sophie en seguida.—¿
Lo primero que Fantôme les pide es que elijan a una líder para el grupo y Sophie no se sorprende cuando, luego de una pequeña pero enérgica postulación por parte de Margaux, Éloïse Martin terminan convirtiéndose en la representante oficial del equipo blanco. Isabelle Dubois y Amélie Girard parecen tan poco entusiasmadas como Sophie por discutir el veredicto final. Lo cierto es que Éloïse Martin parece ser el tipo de líder que su equipo necesita, se le nota la competitividad en los ojos y Fantôme aprueba la noción.La mujer en las bocinas también hace un recordatorio de las reglas de casa y asigna un horario para trabajar tanto en la limpieza como en la cocina. Al parecer, no puede entrar personal de fuera para evitar las filtraciones de la localidad y por la propia privacidad de los chefs, por lo que cada equipo se encargará de su ala: limpieza de pisos, de habitaciones y de baños. Los horarios son algo más formal, pero comenzaran hasta el día siguiente y Fantôme se encarga de recorda
Las cinco mujeres chefs se quedan en silencio sin saber que decir.El aura de Julien es agradable, no es nada como los chefs a los que Sophie se acostumbró a tratar en la universidad o en sus cursos extras de cocina. Tiene el acento algo exagerado, como si volviera a hablar francés después de mucho tiempo, aunque es muy diferente al rudo fonema de Isabelle, el de Julien es más suave. Sophie recuerda que se supone que se fue a vivir a América todo este tiempo y se imagina que le debió afectar. Lleva puesto un traje formal azul marino con una corbata negra y espera pacientemente a que alguna de ellas diga algo. A su lado Babett parece ligeramente divertida ante la reacción de ellas.—¿No se supone que usted es juez? —Isabelle pregunta al final.—Efectivamente, los soy —Julien se acomoda las mangas y Sophie puede apreciar las líneas de sus tatuajes en la parte exterior del brazo&
Al final, resulta que sí se tienen que preocupar por la parte comercial del show. Babett baja por un momento, dejando a las cinco chefs en un silencio incómodo con Julien Marchand, que no parece preocuparse por las miradas indiscretas de las mujeres, y regresa con un equipo de trabajo que hace que la sala, de repente, se sienta muy pequeña. Son casi diez personas, vestidos todos con atuendos formales, que arremeten en el lugar. Algunos llevan audífonos grandes por donde ocasionalmente gritan y otros cargan con bolsas de las que sacan equipos de iluminación. Tres de ellos se dirigen a las cámaras del lugar y, con ayuda de una escalera, parecen iniciar a configurarlas. La joven asistenta presenta a todo el mundo, pero Sophie no es capaz de recordar los nombres de ninguno y pronto las chefs se ven atrapadas en un remolino de actividad. Primero, un hombre que parece ser el encargado de vestuario les pide a las mujeres que se cambien con los recién dados uniformes. Sophie y las demás se
En la parte de abajo, en la sala principal por la que Sophie entró la noche anterior, los tres equipos se encuentran finalmente. El lugar es mucho más grande de lo que Sophie se lo pudo figurar con una sola mirada, pues realmente parece el vestíbulo de una mansión acoplado para formar una sala y en la que los tres equipos puedan desarrollarse sin el mayor inconveniente.Sophie observa con curiosidad a todos. No hay rastro del grupo de personas que estuvo a cargo de su preparación hace unos minutos, tampoco están los que de seguro ayudaron a los otros equipos. Sin embargo, sí hay un pequeño montón de personas detrás de grandes cámaras, lámparas y micrófonos. Sophie distingue a Dominique Simon y Sylvie Duran a lo lejos, las dos son reconocidas presentadoras del canal nacional y seguro serán las encargadas de dirigir el show para los televidentes. También hay un hombre
Cuando Sophie se despierta, lo primero que ve es el parpadear rojo de la cámara en la pared frente a ella. Incómoda por su estado vulnerable de recién levantada, se dirige al baño a toda prisa. La alarma de Fantôme se apaga en cuanto ella cierra la puerta y agradece en silencio la falta de ruido.Por un momento, Sophie siente la tentación de tomar su celular para marcarle a Marie y Camille, pero pronto recuerda que dentro de la casa no tiene realmente un medio de comunicación como tal, lo único a lo que tiene acceso son a revistas gastronómicas y periódicos diarios. Suspirando, se dedica a llevar su rutina mañanera.Se supone que aquí es el verdadero comienzo. Sí, la inauguración del día anterior estuvo bien, algunas cosas innecesarias para los chefs, pero era más la parte del reality que del concurso de comida. Algunos chefs famosos, como los del equ