—¡Johanna! — un grito interrumpió su conversación… era la misma mujer que había llevado a Allegra a la celda, otra mujer pelirroja con cara de pocos amigos—¿Ahora qué mierda quieres, Sarah? — respondió Johanna en tono de fastidio—Deberías estar en la cocina en estos momentos— gruñó— y te encuentro aquí platicando como si fuera un domingo por la mañana muy quitada de la pena…—Hoy me toca el patio— la mujer cruzó los brazos— ahora voy… el patio no se va a ir a ningún lado…—Te toca la cocina te dije— ordenó— 5 minutos… ni más… ni menos y a la cocina—Si, a la cocina— Johanna rodó los ojos— ya lárgate, infeliz... ahora voy…Sarah salió de la celda dejándola abierta, Johanna se volvió a ver a Allegra y habló—Usa mi cama… yo me mudaré a la cama de arriba… trataré de no tardar—Gracias…—Ahora vengo— Johanna le sonrió— descansa lo más que puedas— le tocó el vientre y sonrió— pareces a punto de explotar— Allegra sonrió de vueltaHacía apenas unos minutos que Johanna se había marchado… Al
Hecha una furia siguió su camino, pocos minutos más tarde llegó hasta su destino y despertó a la guardia en turno, la cual estaba medio dormida, Johanna dio un sonoro golpe en el escritorio sobresaltando a la mujer —Trabajas muy duro por lo que veo, Drisella— gruñó Johanna —¡Cállate! — respondió la mujer— ¿qué quieres? — ¿Recuerdas mi llamada a la que tenía derecho cuando llegué aquí?... pues quiero hacerla ahora… —6 meses tarde, Johanna —Me importa un bledo— respondió con un gruñido— quiero llamar a mi abogado y quiero llamarlo ahora… La mujer al fin claudicó, sabía que no se quitaría de encima a la pelirroja a menos que hiciera lo que ella pedía… así que marcó el número que le dio ella. —¿Diga? — al segundo timbrazo hubo respuesta del otro lado de la línea —Sophia— respondió Johanna cuando identificó la voz de la esposa de su primo— pásame a Paul en este momento— ordenó con voz firme —Johanna… ¿te ocurre algo? — preguntó Sophia del otro lado de la línea —Si… pon a Paul al
Poco antes del juicio, los Wagner y el abogado Blanchard estaban reunidos buscando su estrategia.—Necesitamos ganar este juicio, Licenciado— comentó Emma con firmeza—Lo tenemos ganado, señora— el abogado hablaba con mucha seguridad—¿Cree que haya sobrevivido? — preguntó Emma al abogado— quiero a mi hija de vuelta y a su bebé también—¿Sobrevivir a qué? —Antón estaba bastante desconcertado—Bueno— la mujer no sabía que contestar—¿Le hiciste algo? — preguntó, molesto con su esposa— puedes meterte en un gran problema si se dan cuenta—¡QUIERO A SUS HIJOS CON NOSOTROS!, NO CON ELLA, ¡ELLA NO LOS MERECE!—Cariño… por favor—No se darán cuenta, señor Wagner… nunca dejo rastros, además, ella no tiene conocido ahí dentro… a las presas que contraté son de las más pesadas del lugar, todas las obedecen—Vamos a meternos en problemas— agregó Antón—grandes problemas—Tenemos ganado el juicio, señor…— ¿Cuál es su estrategia? — preguntó Emma—El esposo de Allegra a pesar de ser hijo de una de l
—Yo… yo lo sabía, desde antes de casarme— contestó la pelirroja con voz titubeante—¿Y aun así se casó con él? — atacó el abogado— casarse con su violador es un comportamiento irracional… de alguien que carece de su sentido común al casarse con su agresor… un trastorno masoquista—¡Las cosas no fueron así! — gritó ella—¿Cómo fue entonces?...—¡Protesto señoría! — intervino Paul levantándose de su lugar— mi clienta no tiene por qué hablar sobre su vida amorosa, no viene al caso en este juicio— antes de que Luther pudiera contestar David intervino—Permítame diferir abogado— comenzó a hablar— claro que es relevante, si la señora Hoffmann no está bien mentalmente, al casarse con su violador… no es seguro dejar a la niña con una madre así… y tampoco es seguro dejar a la niña con un violador… podría dañarla—¡Yo jamás dañaría a mi hija! — intervino Noah—¡Noah, cálmate y cállate! — reprochó Paul nuevamente.—¿Cómo quieres que me calme si este idiota está diciendo todo eso sobre nosotros?
La mencionada, era una mujer esbelta, de cabello y ojos negros, entró desde el cuarto de testigos entró. Fue una sorpresa para todos, Paul no había pensado en esa posibilidad… luego de pasar al estrado y jurar como correspondía David habló… —Señorita Davies… nos puede decir si reconoce a esta mujer— el abogado Blanchard señaló a Allegra quien seguía en las piernas de Noah quien seguía abrazándola —La reconozco… es Allegra Zimmermann— respondió la mujer —¿Y de qué la conoce? — siguió indagando —Ella fue con nosotros hace unos años, para iniciar el proceso de adopción de su hija… ella estaba embarazada en ese entonces —Nos puede explicar un poco más— pidió David Bueno— inició Claire— Allegra tenía 18 años cuando llegó a nosotros buscando ayuda —¿Recuerda lo que dijo en ese entonces la acusada cuando les pidió ayuda? — preguntó el abogado —Ella dijo que quería dar a su hija en adopción; cuando le pregunté sus motivos, dijo que era porque no la quería— la mujer hablaba sin titubea
—Bueno, para empezar… ¿qué cree usted que es estar en la cárcel, abogado? — preguntó Carl en tono serio —Una experiencia no grata, supongo— contestó simplemente —Usted vive en un mundo de azúcar, flores y muchos colores si cree que la vida en prisión se puede simplemente describir como una experiencia no grata, abogado— respondió Carl —La realidad es— continuó hablando— que, en prisión, amanecer vivo un día más es casi un milagro… te vuelves desconfiado, no duermes bien, tienes que dormir con un ojo abierto porque en cualquier momento pueden entrar a tu celda y matarte —Ese mocoso cometió el error de llorar cuando recibió una carta de su familia y quisieron usar eso para obligarlo a hacer lo que los lideres de las bandas querían, que era básicamente verlo hundido y humillado, pero no se dejó —¿Ve esa cicatriz en su ceja izquierda? — preguntó señalando a Noah— se la hizo peleando contra tres él solo, se la hizo aquella vez que lloró por la carta que recibió —Intentaron golpearlo,
—Yo soy estéril— comenzó la mujer— lo descubrimos después de casarnos cuando intentamos tener un bebé y no lo conseguimos ni siquiera por reproducción asistida; así que decidimos adoptar e iniciamos el proceso—Se nos informó que había una chica que daría a su bebé en adopción apenas naciera… yo quería vivir la experiencia de ser madre desde el principio y eso incluía las desveladas de los primeros meses por las tomas en las noches—Nos entrevistamos con la muchacha… que efectivamente es esta mujer que tengo en frente mío— miró a Allegra con desdén— cuando nos reunimos para firmar los documentos de adopción se mostraba indiferente—Daba a entender que no quería a su hija, incluso que la despreciaba… cuando firmó los papeles simplemente nos confirmó que era una niña y se fue… se notaba enojada y muy molesta, su deseo de no ser madre era evidente—Nosotros compramos todo y arreglamos una habitación para nuestra niña… la pintamos de rosa, pero cuando la niña nació nos encontramos con que
>A principio solo se escuchaban los movimientos de Johanna al tratar de acomodarse correctamente la cámara y los micrófonos para poder grabar decentemente.Luego se le vio caminando hasta toparse con lo que parecía ser la enfermería, al entrar se veía a una mujer rubia quien portaba una bata blanca y anteojos—Johanna, ¿te sucede algo? — habló la rubia cuando la vio llegar —Sharon— el tono de voz de Johanna era bastante serio— según tengo entendido… estás aquí para ayudarnos cuando necesitamos ayuda, estamos heridas y cosas así, ¿no?—Claro que sí— la rubia estaba extrañada— ¿a qué viene esa pregunta? — cruzó los brazos— tú misma has enviado a varias de tus compañeras aquí con costillas rotas, pulmones perforados, inconscientes y una que otra con los huesos fuera del cuerpo… —Si, así es… entonces… ¿por qué no ayudaste a Allegra cuando te lo pedí?—No sé quién sea ella— se hizo la desentendida—Sí lo sabes— su tono de molestia era evidente— es la mujer embarazada