Poco antes del juicio, los Wagner y el abogado Blanchard estaban reunidos buscando su estrategia.—Necesitamos ganar este juicio, Licenciado— comentó Emma con firmeza—Lo tenemos ganado, señora— el abogado hablaba con mucha seguridad—¿Cree que haya sobrevivido? — preguntó Emma al abogado— quiero a mi hija de vuelta y a su bebé también—¿Sobrevivir a qué? —Antón estaba bastante desconcertado—Bueno— la mujer no sabía que contestar—¿Le hiciste algo? — preguntó, molesto con su esposa— puedes meterte en un gran problema si se dan cuenta—¡QUIERO A SUS HIJOS CON NOSOTROS!, NO CON ELLA, ¡ELLA NO LOS MERECE!—Cariño… por favor—No se darán cuenta, señor Wagner… nunca dejo rastros, además, ella no tiene conocido ahí dentro… a las presas que contraté son de las más pesadas del lugar, todas las obedecen—Vamos a meternos en problemas— agregó Antón—grandes problemas—Tenemos ganado el juicio, señor…— ¿Cuál es su estrategia? — preguntó Emma—El esposo de Allegra a pesar de ser hijo de una de l
—Yo… yo lo sabía, desde antes de casarme— contestó la pelirroja con voz titubeante—¿Y aun así se casó con él? — atacó el abogado— casarse con su violador es un comportamiento irracional… de alguien que carece de su sentido común al casarse con su agresor… un trastorno masoquista—¡Las cosas no fueron así! — gritó ella—¿Cómo fue entonces?...—¡Protesto señoría! — intervino Paul levantándose de su lugar— mi clienta no tiene por qué hablar sobre su vida amorosa, no viene al caso en este juicio— antes de que Luther pudiera contestar David intervino—Permítame diferir abogado— comenzó a hablar— claro que es relevante, si la señora Hoffmann no está bien mentalmente, al casarse con su violador… no es seguro dejar a la niña con una madre así… y tampoco es seguro dejar a la niña con un violador… podría dañarla—¡Yo jamás dañaría a mi hija! — intervino Noah—¡Noah, cálmate y cállate! — reprochó Paul nuevamente.—¿Cómo quieres que me calme si este idiota está diciendo todo eso sobre nosotros?
La mencionada, era una mujer esbelta, de cabello y ojos negros, entró desde el cuarto de testigos entró. Fue una sorpresa para todos, Paul no había pensado en esa posibilidad… luego de pasar al estrado y jurar como correspondía David habló… —Señorita Davies… nos puede decir si reconoce a esta mujer— el abogado Blanchard señaló a Allegra quien seguía en las piernas de Noah quien seguía abrazándola —La reconozco… es Allegra Zimmermann— respondió la mujer —¿Y de qué la conoce? — siguió indagando —Ella fue con nosotros hace unos años, para iniciar el proceso de adopción de su hija… ella estaba embarazada en ese entonces —Nos puede explicar un poco más— pidió David Bueno— inició Claire— Allegra tenía 18 años cuando llegó a nosotros buscando ayuda —¿Recuerda lo que dijo en ese entonces la acusada cuando les pidió ayuda? — preguntó el abogado —Ella dijo que quería dar a su hija en adopción; cuando le pregunté sus motivos, dijo que era porque no la quería— la mujer hablaba sin titubea
—Bueno, para empezar… ¿qué cree usted que es estar en la cárcel, abogado? — preguntó Carl en tono serio —Una experiencia no grata, supongo— contestó simplemente —Usted vive en un mundo de azúcar, flores y muchos colores si cree que la vida en prisión se puede simplemente describir como una experiencia no grata, abogado— respondió Carl —La realidad es— continuó hablando— que, en prisión, amanecer vivo un día más es casi un milagro… te vuelves desconfiado, no duermes bien, tienes que dormir con un ojo abierto porque en cualquier momento pueden entrar a tu celda y matarte —Ese mocoso cometió el error de llorar cuando recibió una carta de su familia y quisieron usar eso para obligarlo a hacer lo que los lideres de las bandas querían, que era básicamente verlo hundido y humillado, pero no se dejó —¿Ve esa cicatriz en su ceja izquierda? — preguntó señalando a Noah— se la hizo peleando contra tres él solo, se la hizo aquella vez que lloró por la carta que recibió —Intentaron golpearlo,
—Yo soy estéril— comenzó la mujer— lo descubrimos después de casarnos cuando intentamos tener un bebé y no lo conseguimos ni siquiera por reproducción asistida; así que decidimos adoptar e iniciamos el proceso—Se nos informó que había una chica que daría a su bebé en adopción apenas naciera… yo quería vivir la experiencia de ser madre desde el principio y eso incluía las desveladas de los primeros meses por las tomas en las noches—Nos entrevistamos con la muchacha… que efectivamente es esta mujer que tengo en frente mío— miró a Allegra con desdén— cuando nos reunimos para firmar los documentos de adopción se mostraba indiferente—Daba a entender que no quería a su hija, incluso que la despreciaba… cuando firmó los papeles simplemente nos confirmó que era una niña y se fue… se notaba enojada y muy molesta, su deseo de no ser madre era evidente—Nosotros compramos todo y arreglamos una habitación para nuestra niña… la pintamos de rosa, pero cuando la niña nació nos encontramos con que
>A principio solo se escuchaban los movimientos de Johanna al tratar de acomodarse correctamente la cámara y los micrófonos para poder grabar decentemente.Luego se le vio caminando hasta toparse con lo que parecía ser la enfermería, al entrar se veía a una mujer rubia quien portaba una bata blanca y anteojos—Johanna, ¿te sucede algo? — habló la rubia cuando la vio llegar —Sharon— el tono de voz de Johanna era bastante serio— según tengo entendido… estás aquí para ayudarnos cuando necesitamos ayuda, estamos heridas y cosas así, ¿no?—Claro que sí— la rubia estaba extrañada— ¿a qué viene esa pregunta? — cruzó los brazos— tú misma has enviado a varias de tus compañeras aquí con costillas rotas, pulmones perforados, inconscientes y una que otra con los huesos fuera del cuerpo… —Si, así es… entonces… ¿por qué no ayudaste a Allegra cuando te lo pedí?—No sé quién sea ella— se hizo la desentendida—Sí lo sabes— su tono de molestia era evidente— es la mujer embarazada
Los familiares y amigos de Allegra estaban en completo estado de estupefacción. Gerald y Thelma además de sorprendidos por lo que acababan de ver, estaban consternados por el hecho de que Johanna estuviera en prisión desde hacía 6 meses y ellos se estaban entrando ahora y eso, porque su sobrina se había presentado a declarar. Sin embargo, debían esperar para confrontarla y pedir explicaciones, de momento lo que se estaba tratando era el caso de Allegra. Además, sabían que ahora que su hijo se había enterado de la situación de su prima, él iba a mover cielo, mar y tierra para sacar a su prima de la prisión —Como habrá podido apreciar señoría— la voz de Paul sacó a todos del estado de shock en el que se encontraban— estas son pruebas irrefutables sobre la culpabilidad de los Wagner y el abogado, David Blanchard aquí presentes —Esas declaraciones no son válidas puesto que fueron realizadas bajo coacción— gruñó David —No me iban a decir nada si simplemente preguntaba… tuve que hacerla
Su esposa se había puesto de parto en el juzgado… y ahora el dolor había aumentado considerablemente en muy poco tiempo y fue en ese momento cuando le gritó a su esposo y él fue corriendo a su lado. —Estoy aquí, cariño… todo va a estar bien— tomó su rostro con ambas manos mientras ella simplemente asentía tocándose el vientre— es la bebé, ¿cierto? —Si— gimió con voz apenas audible— creo… creo que me he puesto de parto— miró a su esposo con lágrimas en los ojos— me duele mucho —Vamos— la tomó en sus brazos y se dirigió a la salida —Señor Hoffmann— Luther llamó la atención del pelinegro— este juicio no ha terminado —No me interesa su veredicto— gruñó dándose la vuelta para verlo— tengo cosas más importantes que hacer— dijo gruñendo mientras acomodaba de nuevo a Allegra en sus brazos— mándeme su veredicto por correo, si me da la gana lo leeré, después de que ya haya nacido mi hija— giró sobre sus talones hacia la salida —Yo conduzco— intervino Paul— Sophia, llévate mi coche, cariño