Capítulo 54 —Una mala personaNarrador:Días complicados siguieron en la vida de esta pareja, pues Sebastián, más allá de no haber pasado un período muy largo en prisión, el que había pasado era suficiente como para trastocar su vida anterior y hacerle tener una nueva perspectiva respecto a todo. En cuanto a Janina, seguía luchando entre sus ganas de vivir y de morir, pero tenía que vivir, pues debía cumplir con un pacto, ese que había hecho con Daniel, por la libertad de su ser amado.—Javier, necesito que me ayudes estoy desesperadaLe había dicho en una de las tantas conversaciones a su abogado—Dime, ¿qué puedo hacer por ti, Janina?—¿Qué tiempo es el que tiene que pasar, para que Daniel no pueda volver a inculpar a Sebastián, por lo hecho?—No, al haber retirado los cargos, ya no puede volverlo a culpar por lo mismo, porque si no estaría cometiendo perjurio. Puede acusarlo de alguna otra cosa, pero de haberlo agredido y los mismos cargos por los cual fue encerrado, eso no lo podr
Capítulo 55 —El regresoNarrador:Janina se encontraba tranquilamente, tomando el té, en su apartamento, cuando de pronto, el teléfono que celosamente guardaba en el cajón del módulo, que se encontraba en el dormitorio, comenzó a sonar. Eso hizo que un escalofrío le corriera por la espalda, pues sabía que si ese teléfono sonaba, no eran buenas noticias. Hacía ya dos años que se había ido, y ese teléfono solo había sonado tres veces; la primera para decirle sobre la muerte de su padre, la segunda para avisarle que tenía que hacerle una transferencia y que le iba a llegar en dos partes, porque era demasiado dinero como para enviarla en una sola, y la tercera era ahora. Lo dejó timbrar varias veces, pues su corazón se había prácticamente paralizado y sus piernas no le respondían. Luego de unos segundos la llamada se cortó. Pero tan solo unos minutos más tarde, volvió a sonar, insistiendo esta vez un poco más.—Javier… —respondió con la voz temblorosa, cuando al fin se dignó a contestar l
Capítulo 56 —Reencuentro Janina Desde que había hablado con Javier, todavía no había podido asimilar que mi hermano y mi cuñada, quién era mi mejor amiga, habían muerto. Esa es una noticia que nadie está preparado para recibir, y yo no era la excepción. Durante el viaje, traté de hacerme a la idea de que eso era real, pero no pude aceptarlo hasta ver sus cuerpos, es algo que nunca olvidaré en mi vida, jamás había sentido el corazón tan acongojado. Pensé que la separación con Sebastián, era lo peor que me había pasado en la vida, pero eso había quedado chico al lado de esto. Sin embargo, tenía que reponerme. Había una ni*ña de por medio, que me necesitaba y yo había jurado protegerla cuando fuera necesario y ahora lo era. Si bien había llorado y mucho, tenía la sensación de que todavía no lo había hecho lo suficiente. Así que mi corazón se sentía estrujado y mi estómago apretado. Ya no quería perder más tiempo, así que le pedí a Javier que me llevara directo al hospital, necesitaba v
Capítulo 57 —Yo también me odioSebastián: Cuando Javier me dijo que Maximiliano, mi mejor amigo, mi hermano, había muerto junto con Natalia, su esposa, sentí que mi estómago se revolvió y, antes de poder seguir escuchando lo que tenía para decirme, tuve que vomitar. Era algo que no concebía, que estuvieran muertos, era algo impensable. Pero no podía darme el lujo de llorar por mucho tiempo, pues tenía que ocuparme de Sabrina, mi ahijada. Esa ni*ña a la cual yo había prometido cuidar y proteger, en caso de que sus padres faltaran, algo que nunca creí que llegara a suceder. Pero ahí estaba, abriendo la puerta de la habitación del hospital, donde la ni*ña se encontraba internada, bajo observación, ya que, por suerte, ella no sufrió lesiones de entidad. Cuando entré a esa sala, mis ojos no daban crédito a lo que veía, una mujer que me era familiar, pues en el fondo sabía que era ella, pero cuando volteó y confirmé que se trataba de Janina, mi corazón empezó a palpitar de manera descontr
Capítulo 58 —Lo que vé al mirarmeJanina: Cuando Sebastián se retiró del estudio de Javier, dando un portazo y dejando muy en claro que no quería tener nada más que ver, en lo que le quedaba de vida, conmigo, me sentí morir. Pues estaba claro que me odiaba y no podía juzgarlo por hacerlo, porque yo también me odiaba. Destruí su vida, de la manera más vil que se puede destruir la vida de una persona. Todos los días, al mirarme al espejo y ver el reflejo de una persona a la cual detesto, me digo a mí misma; de que lo hice por su bien, de que está mejor así, de que fue lo correcto; pero en el fondo, sé que es mentira, que yo pude haber evitado lo que sucedió. Yo sabía lo emocional que podía llegar a ser Sebastián y aun así le conté lo de Daniel, sabiendo que iba a cometer una estupidez. Claro, nunca pensé que esa estupidez lo llevara a la cárcel, que Daniel me obligara a divorciarme, hacerme cargo de sus mentiras y todo lo que ya se sabe. Pero si hay alguien responsable de la desdicha d
Capítulo 59 —EmpatíaNarrador: Janina tenía muy en claro, que le iba a hacer sumamente dificultoso, lograr que Sebastián volviera a confiar en ella, pero tenía que intentarlo. Con todo lo sucedido, la joven, aún no había tenido tiempo de guardar el luto necesario por la muerte de su hermano Maximiliano y su mejor amiga Natalia. Aceptó la oferta de su ex esposo, de quedarse en el apartamento, por unos momentos pensó que no era buena idea. Pero luego se dio cuenta, de que en algún momento, ésta nueva historia, tenía que comenzar y, ¿qué mejor que esa noche?, los dos solos, sin Sabrina de por medio. Así que se dirigió a su antiguo dormitorio, para darse una ducha, pero se encontró que, en ese baño, no había ni toallas ni jabón ni nada con lo que pudiera efectuar dicha tarea. Por lo que decidió que rompería su promesa, de ser casi invisible para Sebastián.—Sebastián, disculpa, ¡sí que empezamos con mal pie! —y sonrió nerviosa —al yo, ya romper mi promesa de no molestarte, pero necesitar
Capítulo 60 — La verdad no es una opciónNarrador: Cómo era de esperarse, Janina pasó la noche entre sollozos y fue poco lo que logró dormir. Así que, a la mañana siguiente, al despertar, sintió que todo su cuerpo le dolía, pasándole factura por lo vivido en las últimas horas. A pesar de que ya hacía mucho tiempo que no vivía allí, se sintió como en casa al despertar, como si estuviera en su hogar nuevamente. Se levantó lentamente, tratando de que sus músculos la obedecieran y llegó hasta el baño, para higienizarse. Cuando se miró al espejo, vio su rostro desfigurado por el llanto y la inflamación en sus ojos, casi le impedía mantenerlos abiertos. Pero unas lágrimas brotaron de ellos, recordando qué le había dicho a Sebastián que; ella también se odiaba al ver su reflejo por lo que le había hecho, algo que era cierto. Lavó su cara con abundante agua y jabón, volvió a la habitación para vestirse e ir a desayunar. Lo hizo con algo de temor, pues pensó que se encontraría con él en la co
Capítulo 61 —El funeral Narrador: Ese día Janina se había retirado del hospital, para ayudar a Javier con los últimos preparativos para el funeral, que sería al día siguiente. Cómo era de esperarse, fue más lo que lloró que otra cosa, pero era ella legalmente, la responsable de todo, así que no le quedaba más remedio que estar presente. Por su lado, Sebastián pasó todo el día con Sabrina, en el hospital y aprovechó para hablar con la psicóloga—Señor Mireles, ¿qué puedo decirle?, Sabrina es una niña muy fuerte y que está asimilando muy bien que sus papis ya no van a estar con ella. Aún no le hemos dicho, directamente que han fallecido, pero sí que ya no estarán con ella—¿Pero eso no podría generarle confusión, ella no podría creerse abandonada? Y creo que eso sería peor—No, ella por ahora, lo único que tiene que saber, es que sus padres no están y quedó a cargo de ustedes. Entonces, ella tiene tanta ilusión y tanta alegría, de estar junto con su padrino, que siempre ha estado con