Capítulo 19 — nunca lo haréSebastián:Al llegar al apartamento y verla hacer las maletas, un sentimiento angustioso se apoderó de mí, no puedo decir que era con exactitud, pero sí que se sintió muy mal. Sabía que ese día llegaría, es más, estuve todo el día pensando en éste momento, por alguna razón que desconocía no quería que se fuera, por lo tanto estaba triste. Pero ella estaba allí, mirándome con una mezcla de determinación y súplica, que no pude descifrar. Me acerqué lentamente, tratando de mantener mi compostura, pero la atracción entre nosotros era palpable. Nos encontramos en el centro de la habitación, nuestros cuerpos casi rozándose, pero sin tocarse aún. Hubo un momento de silencio antes de que finalmente nuestros labios se encontraran en un beso apasionado y urgente. Mis manos exploraron su cuerpo con una necesidad abrumadora, pero en medio del calor del momento, una voz en mi cabeza comenzó a gritar, recordándome que no era prudente dar el siguiente paso. El remordimien
Capítulo 20 — La casa vacíaNarrador:Janina sintió una mezcla de rabia con decepción mientras cerraba con fuerza la cremallera de su última maleta. Tenía un nudo en la garganta que apenas la dejaba respirar y un ardor en sus ojos que le impedía tenerlos del todo abiertos, pero se obligó a mantener la compostura. Cada movimiento era un recordatorio del rechazo de Sebastián, un golpe de orgullo la hizo tomar la decisión de que debía ser ella quien se fuera a pasar la última noche fuera del apartamento que compartían. Al pasar junto a donde estaba él, lo miró con los ojos entrecerrados, buscando en su rostro algún indicio de arrepentimiento—Me marcho —anunció con vos entrecortada, tratando de ocultar el dolor que sentía—Espera… —dijo Sebastián deteniéndola de un brazo, con una expresión de sorpresa y preocupación —Janina, soy yo quien debe irse —con la otra mano trató de acariciarle el rostro, pero ella separó su cara de su alcance. Lo miró con incredulidad, sintiendo una mezcla de ira
Capítulo 21 — ¿Enamorada?Janina:Salí del apartamento, arrastrando no solo mis maletas, sino mi dignidad también. Como pude llegué hasta la calle, esperé que él hiciera un esfuerzo por retenerme, decirme que me quedara, yo quería quedarme, si tan solo me lo hubiera pedido, me odié por sentirme así, por querer estar con él pese a todo, pese a despreciarlo como lo despreciaba. Caminé lo más a prisa que pude para alejarme, pero aún podía sentir el calor de sus manos sobre mi piel, recorriendo mi cuerpo y el sabor de su lengua en mi boca. Traté de alejar esos pensamientos de mi cabeza, cogí un taxi y fui donde mis padres. Entré sin ser vista por ninguno de ellos, solo el personal de servicio notó mi llegada, me dirigí a mi antiguo dormitorio y allí me encerré, sumida en un mar de pensamientos turbulentos y emociones perturbadoras. La sensación de arrepentimiento comenzó a consumirme, como un fuego voraz devorando mi ser desde dentro. ¿Cómo pude haber caído tan bajo? ¿Cómo me permití roga
Capítulo 22 — Acaso…Narrador:Luego de tomar la decisión de ir a estudiar a la Universidad, Janina se sumerge en una nueva vida llena de desafíos y oportunidades. En el campus, se encuentra rodeada de estudiantes entusiastas y profesores inspiradores que la motivan a perseguir sus metas académicas y profesionales. Se sumerge en sus estudios con determinación, aprovechando cada oportunidad para aprender y crecer. A medida que se adapta a su rutina universitaria, la joven también se sumerge en actividades extracurriculares, participando en clubes y organizaciones estudiantiles que comparten sus interesares y pasiones. Conoce nuevos amigos que la apoyan en su viaje de autodescubrimiento, sin embargo, a pesar de su nueva vida, ella no puede evitar pensar en Sebastián. Sus recuerdos de la tumultuosa relación y los momentos compartidos, siguen rondando su mente, provocando una mezcla de emociones difíciles de ignorar. Se pregunta si alguna vez logrará superar lo que sucedió entre ellos y s
Capítulo 23—Hotel DumontNarrador:Luego de que Janina dejara a Sebastián en el callejón, este se sintió abrumado y confundido. ¿Cómo podía ella haber estado con otro hombre?, porque eso fue lo que le dijo, sin titubeos y en su propia cara. La idea lo llenaba de una mezcla de ira con tristeza, sin embargo no estaba listo para dejar las cosas allí. Así que decidió volver al edificio y enfrentarla. Cuando entró de nuevo en el bullicio de la discoteca, se sorprendió al ver a Janina en una actitud muy amorosa con otro chico. Estaban riendo juntos y compartiendo confidencias, pues se hablaban al oído y el joven acariciaba la desnuda espalda de su esposa. Eso avivó la llama de la ira en el corazón de Sebastián y sintió un nudo en el estómago. Se acercó a ellos con rapidez, sintiendo que la rabia crecía en su interior. Tomó a Janina del brazo con firmeza, interrumpiendo su acaramelada conversación.—Necesitamos hablar—¿Qué sucede Sebastián? —le respondió con un aire de indiferencia—¿Le ha
Capítulo 24 — no hay vuelta atrásNarrador:Finalmente el taxi se detuvo frente al Hotel Dumont. Janina miraba con ansiedad por la ventanilla del coche, la gran puerta que se encontraba al final de la escalinata. Su corazón palpitaba con rapidez y su respiración era agitada—Señorita, ¿la dejo aquí o la llevo a otro lugar? —esas palabras volvieron a la joven a la realidad y dudó por unos instantes—Me quedo aquí —dijo al final, y luego de pagar por el viaje, se bajó del coche.En un principio quedó parada observando la puerta, como si esperara alguna señal de que hacer. La gente pasaba a su lado sin prestarle mucha atención. Hasta que con determinación da los primeros pasos para subir la escalinata y así entrar en el edificio. Por supuesto que era un Hotel 5 estrellas, el gran Sebastián Mireles no se iba a hospedar en otra cosa. Se acomoda el cabello y se dirige a la recepción para preguntar por él. El recepcionista le informa que lo vio dirigiéndose al bar hace unos minutos. Con el c
Capítulo 25 — el primeroNarrador:Al depositar a Janina en la cama, él se acercó lentamente, hasta llegar nuevamente con sus labios a tocar los de la joven. Pero Janina le hizo sentir su urgencia, tomándolo de la nuca y siendo ella quien al fin le introducía la lengua hasta encontrar la suya y comenzar un beso apasionado que casi no tuvo fin. Ambos jadeaban dentro de la boca del otro, los besos resonaban en el silencio de la habitación, siendo los únicos testigos de lo que se estaba a punto de desencadenar sobre esa cama. El cuerpo de Janina comenzó a temblar en los brazos de Sebastián y la piel se le erizó. Él, al separarse, la miró directo a los ojos por unos instantes y pudo notar una sombra de miedo en ellos—¿Estás asustada? —le preguntó en un susurro—Algo —y bajó la mirada—¿No era que ya lo habías hecho?—En realidad yo… —pero no culminó la frase y él le tomó la barbilla para que le mirase—¿Me mentiste? —Janina se mantenía en silencio —lo sabía, en un principio me enfureció
Capítulo 26 —Una másNarrador:—¿No crees que sea buena idea que lo intentemos? —Ella se detuvo a mirarlo por unos segundos—¿Quieres saber lo que creo? —Pero no esperó respuesta y continuó mientras recogía el resto de su ropa regada por la habitación —lo que creo es que mejor me marcho antes de que empiecen a llamarme mis amigas para ver donde estoy que desaparecí sin decir nada—¿En serio te vas a ir así como así, después de lo que acaba de pasar entre nosotros?—Es exactamente lo que voy a hacer —y se dirigió a la puerta—Janina… —clamó Sebastián metido aún en la cama revuelta—Hablamos en otro momento, ahora debo irme —y abandonó la habitación dejando a Sebastián sumido en un tumulto de emociones abrumadoras y desconocidas para él. Sentía una mezcla de felicidad con ansiedad y desconcierto por lo sucedido. Por un lado, experimentó una profunda satisfacción por haber compartido un momento tan íntimo con ella, sintiendo una conexión intensa y un deseo ardiente. Impregnado del recuer