Capítulo 24 — no hay vuelta atrásNarrador:Finalmente el taxi se detuvo frente al Hotel Dumont. Janina miraba con ansiedad por la ventanilla del coche, la gran puerta que se encontraba al final de la escalinata. Su corazón palpitaba con rapidez y su respiración era agitada—Señorita, ¿la dejo aquí o la llevo a otro lugar? —esas palabras volvieron a la joven a la realidad y dudó por unos instantes—Me quedo aquí —dijo al final, y luego de pagar por el viaje, se bajó del coche.En un principio quedó parada observando la puerta, como si esperara alguna señal de que hacer. La gente pasaba a su lado sin prestarle mucha atención. Hasta que con determinación da los primeros pasos para subir la escalinata y así entrar en el edificio. Por supuesto que era un Hotel 5 estrellas, el gran Sebastián Mireles no se iba a hospedar en otra cosa. Se acomoda el cabello y se dirige a la recepción para preguntar por él. El recepcionista le informa que lo vio dirigiéndose al bar hace unos minutos. Con el c
Capítulo 25 — el primeroNarrador:Al depositar a Janina en la cama, él se acercó lentamente, hasta llegar nuevamente con sus labios a tocar los de la joven. Pero Janina le hizo sentir su urgencia, tomándolo de la nuca y siendo ella quien al fin le introducía la lengua hasta encontrar la suya y comenzar un beso apasionado que casi no tuvo fin. Ambos jadeaban dentro de la boca del otro, los besos resonaban en el silencio de la habitación, siendo los únicos testigos de lo que se estaba a punto de desencadenar sobre esa cama. El cuerpo de Janina comenzó a temblar en los brazos de Sebastián y la piel se le erizó. Él, al separarse, la miró directo a los ojos por unos instantes y pudo notar una sombra de miedo en ellos—¿Estás asustada? —le preguntó en un susurro—Algo —y bajó la mirada—¿No era que ya lo habías hecho?—En realidad yo… —pero no culminó la frase y él le tomó la barbilla para que le mirase—¿Me mentiste? —Janina se mantenía en silencio —lo sabía, en un principio me enfureció
Capítulo 26 —Una másNarrador:—¿No crees que sea buena idea que lo intentemos? —Ella se detuvo a mirarlo por unos segundos—¿Quieres saber lo que creo? —Pero no esperó respuesta y continuó mientras recogía el resto de su ropa regada por la habitación —lo que creo es que mejor me marcho antes de que empiecen a llamarme mis amigas para ver donde estoy que desaparecí sin decir nada—¿En serio te vas a ir así como así, después de lo que acaba de pasar entre nosotros?—Es exactamente lo que voy a hacer —y se dirigió a la puerta—Janina… —clamó Sebastián metido aún en la cama revuelta—Hablamos en otro momento, ahora debo irme —y abandonó la habitación dejando a Sebastián sumido en un tumulto de emociones abrumadoras y desconocidas para él. Sentía una mezcla de felicidad con ansiedad y desconcierto por lo sucedido. Por un lado, experimentó una profunda satisfacción por haber compartido un momento tan íntimo con ella, sintiendo una conexión intensa y un deseo ardiente. Impregnado del recuer
Capítulo 27 —ConfesionesNarrador:Luego de aquel encuentro, Sebastián y Janina no se habían vuelto a ver. Ruperto Mireles le había mandado llamar para discutir con él, sobre una licitación para la construcción de un parque temático en las afueras de la ciudad. Sebastián entró en la oficina con la mirada perdida, sumergida en pensamientos que lo alejaban de la realidad que le rodeaba. Su padre lo observó con el ceño fruncido desde el sillón de su escritorio.— ¿Qué demonios te pasa, Sebastián? —preguntó con el tono autoritario que le era característico, sin una pizca de preocupación. El joven empresario se detuvo en seco y giró hacia su padre, su rostro reflejaba una mezcla de frustración y desasosiego—No lo sé, papá —respondió con toda sinceridad —Todo está tan jodidamente confuso…Ruperto se puso de pie y se acercó a su hijo con paso firme, su mirada era penetrante, buscando respuestas—¿Confuso dices?, ¿qué hay de confuso en tu vida, Sebastián?, ¿acaso no tienes todo lo que neces
Capítulo 27 —ConfesionesNarrador:Luego de aquel encuentro, Sebastián y Janina no se habían vuelto a ver. Ruperto Mireles le había mandado llamar para discutir con él, sobre una licitación para la construcción de un parque temático en las afueras de la ciudad. Sebastián entró en la oficina con la mirada perdida, sumergida en pensamientos que lo alejaban de la realidad que le rodeaba. Su padre lo observó con el ceño fruncido desde el sillón de su escritorio.— ¿Qué demonios te pasa, Sebastián? —preguntó con el tono autoritario que le era característico, sin una pizca de preocupación. El joven empresario se detuvo en seco y giró hacia su padre, su rostro reflejaba una mezcla de frustración y desasosiego—No lo sé, papá —respondió con toda sinceridad —Todo está tan jodidamente confuso…Ruperto se puso de pie y se acercó a su hijo con paso firme, su mirada era penetrante, buscando respuestas—¿Confuso dices?, ¿qué hay de confuso en tu vida, Sebastián?, ¿acaso no tienes todo lo que neces
Capítulo 28 — sin detalles, por favorNarrador:—¿Responde Janina, ¿eso ha cambiado?Janina cerró los ojos con fuerza, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con escaparse nuevamente—Sebastián me dijo que quiere intentar tener una relación real conmigo —dijo con su voz temblando por la emoción —Quiere que nuestro matrimonio deje de ser una farsa—¿Eso dijo? — preguntó Natalia mirándola con incredulidad y sorprendida por la revelación de Janina —¿y que dijiste?, ¿aceptaste la propuesta?—No Naty —respondió Janina sacudiendo la cabeza con determinación, pero también, una mezcla de tristeza y confusión se reflejaba en sus ojos —No puedo, es que no estoy segura de ser capaz de creer en él luego de todo lo que ha pasado entre nosotros —suspiró —no sé si alguna vez llegaré a confiar en Sebastián—Te entiendo amiga —dijo Natalia asintiendo con la cabeza para mostrar su comprensión y su corazón apretado por el dolor de su amiga —Es una decisión difícil de tomar, pero tienes que hac
Capítulo 29 —lo que no fue, no fueNarrador:El día de la boda había llegado al fin. Janina se encontraba junto a Natalia en la espaciosa habitación designada para vestir a la novia, rodeada por el bullicio de la preparación de la boda. Mientras la modista de Natalia ajustaba el vestido de novia con manos expertas, Janina observaba con admiración y nerviosismo, consciente de la importancia de ese momento para su amiga.—Estás deslumbrante —exclamó Janina, con una sonrisa temblorosa en los labios, mientras ayudaba a acomodar el velo de encaje sobre los rizos oscuros de Natalia —Maxi no sabrá qué hacer cuando te vea, seguro que el muy bobo queda con la boca abierta balbuceando palabras sin sentido —bromeó tratando así de calmar el nerviosismo que reinaba en el ambiente. Natalia rió, pero sus ojos reflejaban una mezcla de nervios y ansiedad—Espero que al menos pueda decir “si acepto” —y rieron —¡Estoy tan emocionada y asustada al mismo tiempo! —Janina asintió con simpatía, compartiendo
Capítulo 30 — lo pensaréNarrador:Luego de la ceremonia, los novios, Natalia y Maximiliano, salieron del altar entre aplausos y felicitaciones, robándose toda la atención de los presentes. Como padrinos, Janina y Sebastián volvieron a tomarse del brazo para seguir a los recién casados, pero esta vez, el peso de las miradas no estaba sobre ellos. La atención de los invitados se centraba en los recién casados, lo que les brindaba un poco de alivio. Sin embargo, Janina sabía que el banquete que seguía después de la ceremonia traería consigo nuevas tensiones y desafíos. Aunque por un momento pudieran sentirse liberados del escrutinio público, la situación entre ellos seguía siendo complicada y llena de incertidumbre. Cada paso hacia el banquete, Janina se preparaba para enfrentar una nueva fase de la noche, llena de desafíos y dilemas personales. Finalmente salieron de la iglesia, en medio de una atmosfera cargada de tensión, entre las miradas curiosas y las sonrisas hipócritas de los fa