— Tengo algunas fotografías de unos gravados antiguos que hizo una sacerdotisa en aquella época tan arcaica… — Dijo abriendo la imagen digital del segundo collar — Creemos que la joya debió parecerse a esto.
Vasil dejó de respirar, identificó de inmediato la pieza como su colgante, el que Freya, su esposa, le había regalado como símbolo de su eterno amor, entonces… esa era la pieza que Armin necesitaba con tanta urgencia.
Se llevó la mano al pecho de manera instintiva.
— Y… ¿Qué se supone que hace esa cosa? — Pregunto de manera casual.
— Según el mito, la hija de la diosa quería proteger del maleficio a su esposo, por eso le pidió a su madre que le hiciera otro collar que bloqueara su poder, así no le causaría ningún dado a su amado… — La mujer notó el malestar que la i
Helena sacudió la cabeza para poner en orden sus pensamientos, era como si de alguna manera los de ella y los de Freya se mezclaran, como si hubieran cargado en un ordenar un pack de archivos y nuevos programas, su procesador los estuviera instalando.Estuvo así por unas horas hasta que se sintió de nuevo ella misma, pero con todos los recuerdos de Freya, la abrumó un poco, sobre todo aquellos que tenían que ver con la intimidad entre ella y Vasil, pero sabía que se acostumbraría, lo amaba, y sabía que Freya y era básicamente eran la misma persona, así que solo tenía que pensar que eran recuerdos tan suyos como de ella.Al salir de la casa de la Dra. Frazer, ella se comprometió en guardar el secreto, realmente había sido parte del culto durante mucho tiempo en su vida porque la intrigaba lo sobrenatural, lo imposible, lo extraño e incluso lo oculto, pero ahora que hab&iacu
Abby se retorció de dolor, mantenía las manos atadas y las sogas le cortaban la circulación, había tratado de mantener la calma y no desesperarse porque sabía que con ese loco temperamental podría suceder cualquier cosa, así que era mejor no hacerlo enojar si no era necesario. Además, muy dentro de su corazón, confiaba en que Helena no la abandonaría, y por asociación, ni Demetrio, ni Vasil tampoco, solo era cuestión de tiempo que vinieran a rescatarla… pero comenzaban a retrasarse de más para su gusto. — Será mejor que quedes quieta pequeña Barbie, no quiero que cuando vengan a verte digan que les dañé la mercancía… — ¡No soy ninguna mercancía! — Dijo enfática. — ¡Ah, pero sí que lo eres! Así se le llama a las cosas con las cuales comercias y haces intercambios, además, pareces más del tipo de ser una mascota que otra cosa… — Dejó zanjar para molestarla. — Tampoco soy una mascota, soy importante para ellos y vendrán por mí. — ¡Oh, pero claro que lo eres! Así como cuando nos sec
Después de un rato, Armin comenzaba a molestarse, tal como había dicho, la paciencia ya no era una de sus virtudes. ¡Toc, toc, toc! Abby escuchó tras su espalda y volvió a estremecerse. — ¿Qué estás haciendo? ¡Sal ya de ahí! — Deme un momento, todavía no estoy lista… cosas de chicas… — ¿Cosas de chicas? ¡Maldición! Qué asqueroso, será mejor que vaya a hacer algo productivo por los planes… Más vale que te portes bien o no sobrevivirás hasta la noche. Abby se levantó y se lavó el rostro tratando de refrescarse un poco y quitarse el sudor y la mugre, pero lo pálida y preocupada no había forma de quitarlo. Inspiró profundo pensando en que tal vez tendría alguna posibilidad de huir mientras Armin estuviera en su forma humana. Abrió la puerta sigilosamente y caminó lenta y cuidadosamente mirando hacia todas partes sin ver al hombre, una ráfaga de aire helado la golpeó haciéndola tiritar de frío, las paredes no estaban del todo en buen estado ni tampoco la calefacción después de que A
La voz de uno de los Lycans lo sacó de sus pensamientos. — Señor, lo llaman de la orfebrería — Uno de los hombres vino para avisarle a Demetrio. — Vasil, parece que la joya está lista. — Entonces envía a alguien a buscarla, no quiero a nadie husmeando aquí, que vaya uno de los muchachos. — De inmediato — Demetrio estaba ansioso por activarse, no se había movido de la mansión para no desobedecer a su Alfa, pero si no hubiera sido por las órdenes de Vasil de esperar y ser prudentes, ya no habría ido a destazar vivo al tipito ese que mantenía cautiva a la que, a todas luces, parecía haber resultado ser su mate. El Beta no tardó en dar la orden y al cabo de una hora ya la joya estaba en casa. Alguien se acercó a él con una cajita de terciopelo elegante y delicada. — Trajeron esto, señor, es lo que envió a buscar. — Gracias, dile a los chicos que se mantengan alerta, en cualquier momento saldremos, necesitaremos apoyo. — Como usted ordene. Los tres, Vasil, Helena y Demetrio se reú
Cuando Emile Frazer abrió los ojos, sentía como si la cabeza le fuera estallar, le daba vueltas vertiginosamente después de haber sido drogada y arrastrada de su casa de manera violenta, como si fuera un saco de patatas. Seguramente le habían golpeado las costillas porque el dolor era intenso. Eso demostraba lo fuera de control que estaba Armin que nunca se había atrevido a ser cruel con ella. El mantener los ojos abiertos le causaba mucho dolor, así que tuvo que hacer varios intentos para al fin poder mirar de frente, pero también sentía su cuerpo completamente en entumido, le hizo preguntarse en donde estaba para sentirse así, intentó mover un brazo y luego una pierna pesadamente, pero prácticamente solo pudo arrastrarlos unos centímetros. Miró hacia un lado, y luego hacia el otro, obligándose hacerlo a pesar del dolor, y fue cuando la vio. La rubia estaba tirada a un lado, unos cuántos metros de ella, totalmente sin sentido y temblando como hoja, seguramente estuviera presentand
Helena hubo de sentarse mientras se agarraba la cabeza con ambas manos, maldijo por bajo en griego antiguao casi sin darse cuenta de que lo hacía, no quería arriesgar la vida de Abby, había sido una tontería gastar fuerzas en ese empeño tonto de llegar ella sola hasta la casa de Armin.Debía dar aviso a los lobos antes de que fuera demasiado tarde, sabía que Beaver Lake estaba a punto de descongelarse en esa época del año, y era peligroso, así que más le valía ser rápida.Vasil notó que Helena no estaba a la vista, la buscó por la casa y no la encontró, salió al patio y preguntó pera nadie le dio razón, no quería buscar en su cabeza, se había esforzado por no hacerlo, sabía que era irrumpir en su privacidad y quería mantener un límite de respeto entre ambos en ese aspecto aunque fuera casi imposible.Sin embargo, prefirió buscarla a la antigua, caminando por la propiedad para ver en donde se había metido, sabía que estaba muy nerviosa con todo aquello del secuestro de Abby, y no querí
Avanzaron rápidamente a través de los árboles enterrando las patas hasta el fondo, el terreno comenzaba a ponerse fangoso debido a que la nieve comenzaba a derretirse, la avanzada no era tan fácil como parecía, Otsana surcó el terreno, por un lado, y al pisar se hundió hasta el fondo lanzando un fuerte aullido.« Otsana ¿Qué sucede? » Vasil se detuvo abruptamente para ver lo que había sucedido.« Me hundí en algo, no puedo sacar la pata, me duele, creo que me corté con algo filoso… »« ¿Helena puedes ayudarla a salir de ahí? »— Claro, déjame retirar la nieve para ver.« No, te romperás manos, lo haremos nosotros y tú revisa en donde tiene atrapada la pata »Ella asintió, de inmediato los dos lobos, Demetrio y Vasil escarbaron con las patas alrededor de Otsana hasta despejar el lodazal y dejar a la vista su pata.« Ahí está el problema, es una trampa para osos » Vasil observó con detenimiento.Helena inspiró profundo.— Déjame intentar algo… — Dijo analizando el sistema de la trampa —
— Helena, no… — Vasil le cortó el paso.— Amor, confía en mí… sé que he cometido errores, ahora mismo venimos de uno de ellos, pero te prometo que sé lo que hago — Los ojos suplicantes de Helena hicieron polvo el corazón del Alfa.« No puedo perderte de nuevo… »« No lo harás, apresúrate a cruzar cuando yo te indique »Él asintió con la mirada y la dejó pasar con el corazón en un hilo.« ¿Dejarás que cruce? ¿Estás loco? ». Los ojos de Demetrio se expandieron mientras lo miraba.« Debo confiar en ella »Helena puso un pie sobre la superficie congelada del lago y comprobó que soportaba bien su peso, avanzó cuidadosamente y puso el otro pie, así fue caminando con sumo cuidado probando primero a cada paso antes de descansar todo su peso en un solo lugar, hasta llegar al otro lado, Vasil la observaba con los nervios de punta, el hielo estaba muy delgado, ella solo pudo cruzar porque era muy delgada, pero un hombre adulto no podría ni hacer el intento.« Iré avanzando por la orilla, algo me