Cuando Emile Frazer abrió los ojos, sentía como si la cabeza le fuera estallar, le daba vueltas vertiginosamente después de haber sido drogada y arrastrada de su casa de manera violenta, como si fuera un saco de patatas. Seguramente le habían golpeado las costillas porque el dolor era intenso. Eso demostraba lo fuera de control que estaba Armin que nunca se había atrevido a ser cruel con ella. El mantener los ojos abiertos le causaba mucho dolor, así que tuvo que hacer varios intentos para al fin poder mirar de frente, pero también sentía su cuerpo completamente en entumido, le hizo preguntarse en donde estaba para sentirse así, intentó mover un brazo y luego una pierna pesadamente, pero prácticamente solo pudo arrastrarlos unos centímetros. Miró hacia un lado, y luego hacia el otro, obligándose hacerlo a pesar del dolor, y fue cuando la vio. La rubia estaba tirada a un lado, unos cuántos metros de ella, totalmente sin sentido y temblando como hoja, seguramente estuviera presentand
Helena hubo de sentarse mientras se agarraba la cabeza con ambas manos, maldijo por bajo en griego antiguao casi sin darse cuenta de que lo hacía, no quería arriesgar la vida de Abby, había sido una tontería gastar fuerzas en ese empeño tonto de llegar ella sola hasta la casa de Armin.Debía dar aviso a los lobos antes de que fuera demasiado tarde, sabía que Beaver Lake estaba a punto de descongelarse en esa época del año, y era peligroso, así que más le valía ser rápida.Vasil notó que Helena no estaba a la vista, la buscó por la casa y no la encontró, salió al patio y preguntó pera nadie le dio razón, no quería buscar en su cabeza, se había esforzado por no hacerlo, sabía que era irrumpir en su privacidad y quería mantener un límite de respeto entre ambos en ese aspecto aunque fuera casi imposible.Sin embargo, prefirió buscarla a la antigua, caminando por la propiedad para ver en donde se había metido, sabía que estaba muy nerviosa con todo aquello del secuestro de Abby, y no querí
Avanzaron rápidamente a través de los árboles enterrando las patas hasta el fondo, el terreno comenzaba a ponerse fangoso debido a que la nieve comenzaba a derretirse, la avanzada no era tan fácil como parecía, Otsana surcó el terreno, por un lado, y al pisar se hundió hasta el fondo lanzando un fuerte aullido.« Otsana ¿Qué sucede? » Vasil se detuvo abruptamente para ver lo que había sucedido.« Me hundí en algo, no puedo sacar la pata, me duele, creo que me corté con algo filoso… »« ¿Helena puedes ayudarla a salir de ahí? »— Claro, déjame retirar la nieve para ver.« No, te romperás manos, lo haremos nosotros y tú revisa en donde tiene atrapada la pata »Ella asintió, de inmediato los dos lobos, Demetrio y Vasil escarbaron con las patas alrededor de Otsana hasta despejar el lodazal y dejar a la vista su pata.« Ahí está el problema, es una trampa para osos » Vasil observó con detenimiento.Helena inspiró profundo.— Déjame intentar algo… — Dijo analizando el sistema de la trampa —
— Helena, no… — Vasil le cortó el paso.— Amor, confía en mí… sé que he cometido errores, ahora mismo venimos de uno de ellos, pero te prometo que sé lo que hago — Los ojos suplicantes de Helena hicieron polvo el corazón del Alfa.« No puedo perderte de nuevo… »« No lo harás, apresúrate a cruzar cuando yo te indique »Él asintió con la mirada y la dejó pasar con el corazón en un hilo.« ¿Dejarás que cruce? ¿Estás loco? ». Los ojos de Demetrio se expandieron mientras lo miraba.« Debo confiar en ella »Helena puso un pie sobre la superficie congelada del lago y comprobó que soportaba bien su peso, avanzó cuidadosamente y puso el otro pie, así fue caminando con sumo cuidado probando primero a cada paso antes de descansar todo su peso en un solo lugar, hasta llegar al otro lado, Vasil la observaba con los nervios de punta, el hielo estaba muy delgado, ella solo pudo cruzar porque era muy delgada, pero un hombre adulto no podría ni hacer el intento.« Iré avanzando por la orilla, algo me
Emile Frazer se dio cuenta de que la joya no era la de Vasil, miró hacia el pecho el Lycan y vio cómo traía lago atado al cuello, la cadena resplandecía en ciertas partes, pero habían cubierto el dije con una bolsita de esas que se usan como amuletos, de modo de disimular lo que había dentro.Emile inclinó la vista al suelo para evitar que Armin se diera cuenta de que ella miraba a Vasil, Abby se movió ligeramente y abrió los ojos con lentitud.— ¡Abby! — Demetrio dio un paso hacia adelante y Armin levantó la mano antes de que se acercara más.— Te dije que no te movieras… — Le recordó.La luz hirió los ojos de la rubia que luchaba por mirar en la dirección de la voz de su novio, y sentía que la cabeza iba a rompérsele en mil pedazos, sentía el cuerpo entumecido y el frío era ya insoportable, cada fibra de su cuerpo temblaba sin que ella pudiera controlarlo.— ¿Demetrio?— Estoy aquí cariño, ¡Hemos venido por ti, resiste solo un poco más! — Se apresuró a decir echando por tierra la ac
Helena ahogó un grito y corrió resbalándose entre la nieve y el fango, cayendo de rodillas en la orilla, el corazón se le salía por la boca al ver a Vasil hundirse junto a Armin, era de la zona, sabía lo profundo que podía ser el lago y lo difícil de salir de él en temporadas de verano, pero en invierno era básicamente imposible.— ¡Vasil!, ¡Vasil! — Gritó una y otra, y otra vez desesperadamente, sin recibir respuesta.Buscó con la vista si había algún atisbo de movimiento bajo la capa de hielo, pero la luz natural del día no ayudaba mucho, el sol comenzaba a esconderse y la temperatura a bajar aún más de lo que ya estaba.El agua estaba a temperaturas bajo cero, y la delgada capa que cubría la superficie comenzaba a formarse de nuevo, solidificándose en el lugar en donde acababa de romperse. La chica con ojos desorbitados seguía buscado una señal de su lobo, sin lograr ver nada.— ¡Demetrio ayúdame, quedará debajo del hielo, debemos hacer algo!El Beta corrió hasta donde ella estaba
Los otros lobos de la manada no tardaron en llegar, armados hasta los dientes y a borde de los todo terreno. — Listo, ¡Vámonos! — Anunció Paul, el jefe de la operación de rescate. — ¡No! Aún falta Otsana, está mal herida en el bosque, búsquenla pronto, hace mucho frío — ordenó Vasil quien ya lucía su forma humana y se había cubierto con ropas que le habían traído. — Señor, eso no será posible, Otsana ha sido capturada por un par de soldados de las Garras Sangrientas, no hay nada que hacer… — Paul bajó la mirada, pesaroso. — ¿Están completamente seguros de eso? — Absolutamente señor, se lo dijo al chico… el pobre está destrozado… habían imprimado hace muy poco… — Lo sé… ¡Esto hay que arreglarlo, de alguna manera! — Vasil se negó a creer que una guerrera tan buena y antigua como Otsana cayera tan fácilmente en las garras de esos tipos. — Señor, ella se despidió de él y le mencionó el código — Paul aclaró. — Entonces trataré de encontrarla. Vasil cerró los ojos y comenzó a buscar
La voz de Berthold hizo que Vasil abandonara la llamada con Paul. — Vasil, necesitas ver esto. — ¿Qué sucede? — Es Helena, señor… Vasil se levantó de la silla como un resorte y corrió por el pasillo, bajo las escaleras de tres zancadas y tomo la vía hasta la clínica, al llegar se detuvo ante la escena que tenía en frente. Helena estaba sentada sobre la camilla con la mirada vidriosa, los ojos llenos de lágrimas y abrazaba sus rodillas. — ¡Helena! ¿Qué sucede amor, que pasa? — El Alfa se acercó a ella para abrazarla pero en cuanto la pelirroja levantó la mirada hacia él, Vasil se petrificó en el sitio. Una olada de pensamientos confusos y recuerdos en extremo dolorosos se agolpó en la cabeza del Lycan que comenzaba a ver lo que ella le mostraba en su cabeza. Vasil vio a Freya ataviada con su toga griega, una diadema de hojas de laurel repujadas en láminas de oro que decoraba la cascada de su larga cabellera encendida como el fuego. La veía feliz, la mujer decoraba con esmero l