—Sé que te molestará todo lo que voy a decirte, pero no puedes verte débil delante de los demás, ellos son fieles, es cierto, de comprobada lealtad durante siglos, pero no por eso deja de afectarles la debilidad del Alfa… —No soy débil Demetrio — Contestó con firmeza. — ¿A, no? — Dándole un puñetazo sobre la pierna herida que acababan de suturarle. — ¡Ah! ¡Imbécil! ¿Qué pretendes? — ¡Mostrarte lo débil que estás! Si alguno quisiera revelarse… —Nadie se atrevería, ellos saben quién soy, además, dificulto mucho que consigan a un jefe tan benevolente como yo, lo sabes… nunca les ordenaría hacer algo que esté mal… ¡No tengo los cojones! —Es cierto… pero de todas formas nadie quiere a un líder que ha perdido el rumbo, así que no descuides nuestro norte, entiendo lo que sientes por ella… Dijo Demetrio tanteando el terreno con excesivo cuidado, no iba a meterse en suelo pantanoso y exceder los límites de la confianza, pero el problema era ese, Freya, Helena, era la misma cosa. Esperó
El móvil de Helena sonó, y la chica dejó caer sus cosas torpemente al intentar responder.Demetrio se inclinó ágilmente para ayudarla a levantar sus cosas y fue cuando lo notó.El fuerte olor hizo que Vasil se girara hacia su Beta luego de haber comenzado a caminar hacia la oficina, ya estaba a cierta distancia como para regresarse, sin embargo, el aroma lo golpeó cuando ella se movió para tomar el teléfono y responder la llamada de Abby, Demetrio se encargó de que lo sintiera tanto como él.«¿Hueles eso?» Le preguntó Demetrio a su Alfa mentalmente «Huele a lobo, y no es de los nuestros».«¡Carajo! Uno de ellos ha estado demasiado cerca».«Entra en la oficina, yo me encargo, no la perderé de vista».Vasil continuó, confiaba plenamente en su lugar teniente, se sentó en la oficina del Decano y mantuvo una sonrisa amplia y magnética, como la que usaba cada vez que debía convertirse en el exitoso hombre de negocios.Mientras hablaba de su clase magistral allá dentro, Abby apareció, traía
Antenor había colgado el teléfono con visible molestia después de haber recibido la llamada del Alfa Dolph, no era posible que ese perro fuera tan incompetente. No era capaz de mantener ni siquiera la seguridad de su propia manada, y como el inútil que era estaba llamándolo a él para que fuera a arreglar sus pequeños problemas domésticos, cuál cachorro sin destetar escondido tras las faldas de su mamá esperando a que le cambiaran el pañal.Antenor gruñó por lo bajo y maldijo su mala suerte.— ¡Este tipo siempre está causando problemas! No puede hacer nada sin antes llamar a molestar, es como si no pudiera pensar por sí solo.Si alguien había entrado a su territorio sin ser descubierto, solo significaba que no había sido capaz de vigilar bien su espacio o de dirigir bien a sus lacayos y subordinados. — ¡No puede ser, tendré que darle una capacitación de liderazgo, ya me está hartando! — Antenor seguía bufando mientras caminaba de un lado al otro de su oficina echando chispas.Al deja
Helena estaba muy cansada, había sido un día ajetreado, pero interesante, no era capaz de conciliar el sueño, se sentía tan emocionada y extrañamente atraída por el empresario que le era casi imposible quedarse dormida.Repasó en su mente los eventos de esa tarde, habían aceptado la invitación a almorzar de ambos caballeros y acabaron comiendo en un restaurante de estrellas Michelin. Algo que seguramente el padrastro de Abby podría pagar, pero Helena definitivamente no.Vasil se había portado con ella tan caballero y galante que parecía como sacado de una novela victoriana. Todo elegancia y distinción, belleza y porte. Pero había algo en su mirada que la trastocaba, algo que todavía no terminaba de gustarle, aunque no sabía bien que era.Su mirada era dulce y amable, y en otras ocasiones seductora y salvaje, era como si llevara un depredador en su interior, no sabía por qué le hacía recordar al gato de su amiga, que era una bola de pelo adorable, pero aun así se había comido al canar
Vasil se despertó sobresaltado, estaba sudando y el corazón parecía que iba a salírsele del pecho.Se sentó en la cama con el rostro entre las manos, debía ser ella, tenía que serlo!, de pronto todos sus bajos instintos, los más oscuros e indómitos, aflojaron empujándolo hacia fuera, al bosque.Se quedó mirando el enorme ventanal panorámico de su habitación con vista hacia el valle y el bosque, y sintió un fuerte magnetismo que lo atraía cómo si fuera polvo de metal arrastrado por un magneto.Se aferró con ambas manos al borde de la cama, tenía que controlar sus impulsos, ya no era aquel lobo joven que se dejaba llevar por el animal que tenía por dentro. No. Era un ser diferente con la experiencia de mil vidas vividas con el paso de los siglos, y ahora estaba actuando como si fuera un adolescente.Lanzó un alarido desgarrador que estremeció a todos en la mansión, Demetrio no había podido dormir… estaba de intruso en su cabeza, escondido en un rincón en silencio, viendo todo lo que Vas
Al amanecer, Vasil reunió a su gente en la sala de juntas, después de que Demetrio se fuera esa madrugada, había logrado conciliar el sueño un par de horas reparadoras.El nivel de estrés al que estaba sometido últimamente era como para dejar salir al lobo y correr hacia el bosque e internarse durante mucho, mucho tiempo y olvidarse incluso de quién era.Pero gracias a los dioses, tenía a Demetrio a su lado, que lo conocía como la palma de su mano y lo ayudaba a levantarse cada vez que lo necesitaba.Cuando llegaron todos los integrantes de su extraña manada, los guerreros de épocas arcaicas y los de las más recientes les pidió que tomaran asiento.El Alfa jugaba pensativo con su brazalete de piel en el que estaba tallado el blasón de los Colmillos blancos, la silueta tribal de un lobo con las fauces abiertas, el mismo que todos sus hombres tenían.—Sé que la mayoría ha de estarse preguntando qué diablos es lo que me pasa, quiero decirles que he tomado la decisión de retomar las activ
¡La rubia había arreglado la situación en un dos por tres!— ¡Listo! — Dijo triunfal — Ahora tenemos como justificar el gasto.Moviendo delante del rostro de la pelirroja una hoja con toda la información.— ¡Eres terriblemente peligrosa Abby!— ¡Lo tomaré como un cumplido!—Menos mal que somos amigas, no quiero ni imaginarme lo que harías si fueras mi enemiga.— ¡Eso no sería posible cariño, te amo como si fueras mi hermanita, y ahora, deberíamos ir de compras!— ¡Pero tenemos clase!—No, el profesor solo recibirá hoy a quienes tengan que revaluar…— ¿Y estás segura de que tú no eres parte de ese grupo?—Completamente segura, cariño, gracias a ti, ¿Ya se te olvidó que el último trabajo lo entregamos a nombre de las dos?—Mmm….—Vamos Helena, no te hagas la pesada.—Está bien, pero ya no me metas más en problemas…Desde lejos, los ojos oscuros y profundos del becario de Antropología seguían a Helena por todas partes. El joven se estaba comenzando a obsesionar con la pelirroja desde qu
La seda azul cayó delicadamente al suelo mientras la rubia afuera maquinaba una idea en su cabeza.— ¿Dónde tienes el teléfono?—Está en mi bolsa, entre mis libros… ¿Por qué?—Quiero tomarte una foto con el vestido…Rebuscando entre las cosas de Helena.—Ya me lo quité…—Mmm… bueno, será después — Manteniendo una sonrisita maquiavélica en los labios.Abby buscó a Vasil entre los contactos de Helena y le escribió pensando en echarle una mano a su amiga que era toda vergüenza para hacer esa clase de cosas, seguramente si le escribía al empresario, él respondería y tal vez le haría alguna invitación, quien sabe.Tecleó rápidamente sobre la pantalla, sus dedos volaban antes de que Helena pudiera sorprenderla y evitar que enviara el mensaje.—Hola, Soy Helena, ¿Quería preguntarte si lo pasaste bien ayer?Escribió y oprimió “enviar”. No era en absoluto la clase de cosa que Helena hubiera hecho.El móvil sonó sacando a Vasil de sus pensamientos, ya el Beta se había hecho cargo de las órdenes