Pov Narrador Dos ejercicios cubren una extensión importante de los límites del bosque siniestro. Sus árboles marchitos y retorcidos dan una sensación escalofriante. La misma tierra parece haber muerto, pues todo lo que hay en ella son raíces retorcidas y pequeños insectos que se adaptaron a este ambiente desolador y rústico. Las nubes oscuras se arremolinan en lo alto de una montaña, cubriendo con la niebla un castillo oscuro donde su señor aguarda. Isa se detiene en los límites, mirando con dolor y miedo aquel lugar que alguna vez fue hermoso. —Aguarden aquí, debo romper el sello para que puedan ingresar, pero deben saber que una vez que lo quite, Amre lo sabrá. —Estamos listos. Isa extendió sus manos, creando círculos frente a ella. Los anillos giran en su interior como engranajes tratando de encajar en un reloj. Símbolos se desprenden, llegando a la barrera que los separa de las tierras de Amre. Una vez que la tocan, se queman, abriendo una brecha que se va consumiendo como
Pov Narrador Habían pasado milenios desde que Isa había recorrido aquellos jardines que hoy no eran nada comparados con lo que recordaba. Los ladrillos grises de los muros tienen enredaderas secas y marchitas que se tejen como una red de telarañas, extendiéndose por las estatuas rotas y el suelo de piedra. Camina hasta la entrada del castillo lujubre; las torres que se alzan casi hasta el cielo están cubiertas con nubes espesas a punto de dejar caer la lluvia. Su presencia brilla e ilumina aquel lugar, alejando las oscuras sombras que acechan en las esquinas y los altos techos cónicos. Sube las escaleras hasta llegar a un puente colgante que la lleva a la torre principal, donde está la alcoba de Amre. Sus ojos se van llenando de tristeza; los hermosos recuerdos con su amado pasean en su mente antes de que la codicia lo cegara. Empujó las puertas dobles de hierro y allí, sobre la cama, estaba Leina. Su piel pálida le daba un aspecto enfermizo, con marcas de mordeduras e
Pov Narrador Las nubes tormentosas sobre el castillo relampaguean, iluminando las paredes oscuras y las habitaciones vacías. Los rayos descienden con fuerza, golpeando las torres que se desprenden por el impacto. Otro rayo ilumina el cielo, parpadeando entre los miles de cuerpos y criaturas que luchan. El estruendoso trueno ahoga los alaridos de guerras y los gruñidos de batalla. El cielo, antes claro sobre ellos, se va tornando oscuro; la tormenta sobre el castillo sigue creciendo a medida que absorbe las nubes que cubren las tierras del Rey vampiro. Un rugido de dolor y rabia resuena al mismo tiempo que otro trueno sacude los cielos. Bastian lucha por respirar, tirado sobre la sangre que se pega a su piel junto con pequeñas piedras. Una gran herida en el costado obligó al cambio, dejando su parte más vulnerable expuesta. Amre estira sus dedos con las uñas largas, llenas de sangre. Gruñe de dolor encorvándose; la tela desgarrándose en su espalda deja ver los huesos que se quie
Pov Leina No entendí lo que quiso decir con aquellas palabras hasta que la vi caminar hacia lo que parecía ser la versión más monstruosa de Amre. Thorin esquiva sus golpes, evade con rapidez cada ataque. Si se deja alcanzar por alguno, podría ser muy letal. Cerré los ojos, pasando mi protección a él; no podía permitir que nada le pasara. Tal vez antes podría contra él, pero no ahora. La piel de Amre está llena de venas moradas; su tamaño ahora es descomunal. Un poder oscuro se mueve dentro de él. Isa está decidida a lo que hará, aunque eso la esté destruyendo por dentro. Él fue su compañero, su primer y único amor, y ahora… debe destruirlo por sus propias manos. Miré a los guerreros, a los escorpiones, todos acabando con los pocos experimentos que Amre había creado. Un tono rojizo nos cubrió a todos. La Luna, a mi espalda, se había teñido de sangre; sabía lo que mi hermana estaba invocando. «Bastian, debes apartarte de Amre, ahora». Con mis manos comencé a trazar runa
Pov LeinaMe encontraba ansiosa, nerviosa y no sé el porqué.Mis dedos tararean sobre la madera pulida del tocador, mostrando claramente mi nerviosismo.Las doncellas corren de un lado a otro, preparando telas, flores y quién sabe qué más cosas.Me miro en el espejo y me veo riéndome de los nervios.«Tranquila, lo harás bien, no es como que vaya a dejarnos plantadas; en dado caso, lo perseguimos hasta en sus sueños y luego lo guindamos de las pelotas grandes que tiene».«Jajaj… Ava, no me ayudas con eso».La doncella que había salido regresó para terminar de arreglar mi cabello. Hizo un semi recogido hermoso y luego lo completó con un broche de flores con diamantes.—Aquí está… el hermoso vestido— me levanté al escuchar a la señora Hera, que puso ante mí su magnífica creación.Es un hermoso vestido de color blanco y azul oscuro; no tiene muchas capas. Además, tiene detalles en oro blanco y pequeños diamantes que fueron bordados a mano.Sí, es un vestido que grita lujo, pero también es
Pov Bastian Sostuve su mano en todo momento, guiándola a lo que siempre debió ser nuestra ceremonia oficial. Nunca le di una oficial; estaba esperando a que tomáramos el trono para hacerlo, para anunciar por lo alto que ella es mía, así como también sería su Reina y Luna. Llevo su mano a mis labios, dejando un beso para tratar de calmar ese dolor que aún me aprieta el pecho. Le fallé, me fallé a mí mismo; la alejé de mí por tantos años y, sin embargo, ella sigue aquí a mi lado, conmigo, caminando al frente de mi mano. Volvió a elegirme por sobre todas las cosas; a pesar de mis fallas, de mis defectos, volvió a entregarme su amor y su alma. Es por eso que he intentado ser mejor: por ella, por nuestro cachorro, por nuestro futuro. Leina siempre será la mujer perfecta, la indicada, esa mujer fuerte, pero amable que fácilmente se gana el corazón de todos. Ella alza su mirada, regalándome una hermosa sonrisa, haciendo que mi corazón se acelere. Su vínculo está totalmente desnudo pa
Pov Leina Camino por la habitación con pasos cortos, como la sacerdotisa me lo indicó antes de salir corriendo por la puerta. Ava intenta calmar mis malestares, pero es casi insoportable lo que siento. «Tranquila, respira como ya sabes: inhala por la nariz, exhala por la boca». «Creo que no voy a poder, me está dando un ataque de pánico. Esto duele, no tanto como la primera vez, pero duele». Acaricio mi vientre para calmar las contracciones, pero nada funciona. Es inevitable, la bebé ya viene y me tiembla el cuerpo de pensar que el dolor sea fuerte como con Ethan. Sí, Ava tenía razón cuando dijo que Thorin nos iba a dejar bien preñadas en nuestro celo, y aquí estoy a nada de dar a luz por su culpa. Voy a mutilarle el coso por hacerme esto. Aunque cuando pienso en todos los momentos con Bastian, toda la atención y las veces que lo volví loco en las madrugadas por algún antojo raro, me dan ganas de repetirlo solo para verlo desesperado cuando finjo algún dolor. Jajaj… «Eso es c
Pov Leina No sé que voy a hacer con estos dos, Bastian solo estaba riéndose con orgullo, viendo a Ethan como si eso fuera una gran hazaña. —No me mires así, es nuestra princesa y ningún mequetrefe va a venir a reclamarla; primero tiene que demostrar que es tan fuerte y capaz como su padre. Hombres, no puedo con ellos. Los cuatro nos quedamos juntos por el resto de la noche. Ethan se quedó dormido con su cabecita apoyada en mi pecho, cerca de su hermana, hasta que Bastian lo cargó con cuidado, acomodándolo del otro lado. Coloqué a nuestra pequeña Juliette, así la llamamos, a mi lado, nuestros cachorros en medio de nosotros. —Descansa, mi Luna, yo cuidaré de ustedes. Al final fue él quien se quedó dormido, así que aproveché y me levanté a pesar del malestar. Caminé hasta el balcón, mirando la luna en lo alto. Una suave brisa llegó de algún lado, acariciando mi mejilla. No se sentía frío el tacto, todo lo contrario. —Gracias, madre, por la familia que me diste—. Me giré