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capítulo: 6 Mi nuevo jefe y su propuesta

Scarlett 

Un silencioso apartamento me recibe, mis ojos ven una bandeja cubierta sobre la mesa y sonrío ligeramente cuando una nota está pegada en ella.

Estoy esperando al molesto agente de ventas con el que tendré una cita, así que salgo a la cocina y encuentro una bandeja con una nota en ella.

«Espero tuviera una buena noche, me voy demasiado temprano al trabajo, así que espero tenga un buen desayuno y un lindo día N.»

Me quedo mirando la nota durante unos minutos más, es la primera vez en años que alguien hace algo como escribirme una nota, así que me permito disfrutarlo un poco antes de sentarme a comer el desayuno.

No es nada excéntrico, un par de tostadas con jalea que supongo es frambuesa por su tono rojizo y un vaso de zumo del mismo color. Disfruto del agradable desayuno antes de comenzar a alistarme para el trabajo.

Compré ropa nueva para mi nueva vida, así que me coloco una chaqueta café a juego con unos pantalones anchos y la camisa blanca que me precio elegantísima con ese moño en el cuello.

Nunca antes me maquillé para el trabajo, así que trato de hacer lo mejor que puedo, me coloco los zapatos de tacón negros que compre también por una absurda cantidad de dinero y camino hacia donde deje mi bolsa cuando el móvil en ella suena.

—Soy el asesor de bienes raíces, ¿Dónde podríamos vernos para entregarle el código?

—Llame cuando esté en la puerta de mi departamento, lo encontraré ahí.

—Bien, estaré ahí en unos diez minutos.

—Estupendo.

Recojo rápidamente la habitación donde dormí, lanzo la ropa sucia a la maleta y cierro rápidamente dicho objeto antes de caminar hacia la cocina para limpiar los platos que usé en el desayuno.

Mi móvil vibra cuando estoy secando mis manos, así que me apresuro hasta donde están mi maleta y los dos bolsos atados a ella para salir de la casa.

El asesor de bienes raíces abre mucho sus ojos cuando me ve salir de la casa contigua. Él carraspea mientras intenta mirar tras mi espalda.

—¿Usted durmió ahí?—suena preocupado—¡Toda la noche!

—¿Sí?—digo un tanto molesta—usted me dejó en la calle y el dueño de este departamento me dejó dormir en su cuarto de invitados ¿Por qué?

—Mmm, no, es solo que pensé que se habría ido a un hotel, pero supongo que es de ese tipo de personas.

—¿Disculpe?

—Aquí está la nueva clave, marqué una vez para entrar y luego marqué el símbolo de número, el cero y la nueva clave que vaya a utilizar—carraspea—le aconsejo no dejarse llevar sus vicios señoritas, podría terminar muy mal.

—¿Perdona?

Jadeo ante sus palabras y él niega dándose la vuelta para marcharse tan rápido como es capaz. Sube al elevador dejándome completamente sola en medio del pasillo, pero no tengo demasiado tiempo para discutir con este molesto vendedor que no veré nunca más.

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Paso una mano por mi probablemente despeinado cabello mientras entro dentro de la empresa. La secretaria principal me mira con desagrado, me pide esperar unos minutos y aborrezco los zapatos que compre cuando comienzan a hacerme daño.

Subimos al elevador hasta el piso diecisiete y descubro que estamos entrando a un lugar donde únicamente hay una sala de estar que preside a una inmensa puerta de color metálico.

—¿Es esto, recursos humanos?

La mujer a mi lado bufa, camina bamboleando sus caderas hasta la puerta y cuando las habré, quiero salir corriendo.

—El jefe quería hablar contigo—me dice—no sé cómo conseguiste un trabajo aquí.

La forma en que dice esas palabras me molesta. Ella camina junto a mí para marcharse de vuelta hasta el elevador y entro a la oficina porque no tengo de otra.

El lugar es elegante, los techos altos de color madera son simplemente interesantes y cuando la silla giratoria detrás del escritorio se voltea siento esta extraña intranquilidad en mi pecho.

—Tome asiento señorita—aparta la tasa de café que hay sobre la mesa—espero no me lance café hoy también.

¡Mierda!

—Disculpe ese incidente—hablo formalmente—apliqué a un puesto en su dirección como secretaria asistente de la secretaria principal, así que no entiendo… ¿Qué hago aquí?

Él alza ligeramente la comisura de sus labios, se acerca al escritorio y podría admito que esa camisa de color azul que lleva luce demasiado bien en su cuerpo tonificado.

—Tengo una propuesta para usted—baja sus ojos hasta mi cuerpo—quizás no sea muy buena vistiéndose, pero me gustaría ver sus habilidades—sonríe casi malicioso—si consigue hacer un informe completo de los últimos doce años de ventas y prepara una buena presentación para hoy en la tarde la haré mi asistente personal.

¿Su asistente? ¡Ni loca!

—Permítame rechazar su propuesta, mi sueldo como secretaria ayudante es bastante…

—Le pagaré el tripe—mi respiración se detiene mientras calculo—además de las ventajas que trae ser mi secretaria personal—me dice—¿Por qué aceptó trabajar en esta empresa señorita? ¿No fue por un mejor sueldo?

—¿Vio mi entrevista?

Digo incrédula él asiente buscando algo entre los cajones de su mesa y puedo ver mi expediente laboral.

—Parecía tener mucho prestigio en su antiguo empleo, así que no entiendo qué hace aquí.

Me cruzo de brazos porque este sujeto no luce dispuesto a dejarme ir sin saber la verdad. Me inclino hacia la mesa donde está y respondo con ecuanimidad.

—Quiero dinero, superarme y pensé que la empresa que ha dejado en segundo lugar a mi antiguo trabajo era una mejor opción.

—¿Entonces no cree que ser la asistente personal del CEO sería un logro?

No entiendo su repentina amabilidad después de la forma desagradable en que me trató, pero sin duda alguna tiene un punto. Podría restregarle a Dany que soy la nueva asistente del jefe en su cara y eso sería sin duda mucho mejor de lo que tenía planeado.

—¿En qué puedo ayudarle, Señor Jefe?

Le extiendo la mano para estrechar la suya y expresarle mi acuerdo.

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