Scarlett

Un leve pitido en los oídos es lo primero que escucho, fuerzo mi cuerpo a identificar el sonido y lo que parece el llanto de un bebé comienza a hacerse más nítido. Mi cabeza se encuentra mareada, no existe dolor, pero esa sensación extraña que me invade no es una buena sensación.

Frunzo el ceño tratando de abrir mis ojos, tardo unos minutos en conseguirlo y mi pecho sube y baja acelerado por el esfuerzo. El llanto del bebé se mezcla con un murmullo masculino, mis, muevo mis manos tratando de recuperar él entumiendo general de todo mi cuerpo y trago para humedecer mi garganta.

¿Qué fue lo que me sucedió?

Me pregunto, incorporándome por fin sobre la cama, los latidos punzantes de mi cabeza, me hacen maldecir y es entonces cuando la ráfaga de recuerdos abrumadores me llega. Llevo las manos a mi vientre, la plenitud en él me hace temblar y recuerdo la sangre, Recuerdo a Nathaniel llevándome lejos, pero después de eso todo es… Oscuridad.

Bajo de la cama con prisas, la furia que co