Ethan salió de la casa con su mate en sus brazos sin mirar atrás. No le importaba realmente lo que hiciera Dixon con esos dos lobos que se hacían llamar los padres de la loba en sus brazos. Por él como si les arrancaba el cuello, porque si no, no hacía y ellos se cruzaban de nuevo en su camino, él de seguro si lo haría.-Shhhh- le dijo a la hembra en sus brazos apretándola más contra él. No podía negar que seguía molesto, muy molesto. Ella hubiera estado bien segura en la mansión donde su hermano la había dejado, no deambulando sola de aquí para allá.Apretó los dientes para contener un gruñido, pero su olor fuerte hizo que ella se tensara en sus brazos e intentara moverse para salir de su agarre pero él no la soltó. Y no lo haría, ella tenía que aprender una lección. Ella era la mate de él… y de su hermano. No podía salir simplemente sola.En eso alguien le cortó el camino y Ethan alzó una ceja, dubitativo.-¿Qué quieres?- miró desde arriba a la loba pequeña pero delgada y bonita que
Dada su naturaleza sumisa Clara no opuso resistencia mientras su mate se posicionaba entre sus piernas. Podía sentir el aliento caliente saliendo del hocico del animal contra la piel desnuda de sus muslos.-Abre un poco más- escuchó decir a Ethan y las feromonas de él comenzaron a verterse sobre ella como una marejada que la hizo estremecerse y jadear.Sus piernas dobladas hacia arriba se abrieron a cada lado de ella dejando a la vista del lobo el sexo de ella que comenzaba a humedecerse dado la influencia de las feromonas de él. Las manos de Clara se aferraron a su pecho y estas temblaban, sus ojos los tenía cerrado con lágrimas en las comisuras. No quería aquello, eso era lo que se repetía una que otra vez, pero su cuerpo latía de deseo caliente en ese momento.El lobo se pasó la lengua por todo su hocico para después dejarla afuera jadeando él también. El olor de su hembra excitada era lo mejor que existía, aun si era un castigo. Así que bajó la cabeza y pasó la lengua áspera por e
Clara jadeaba ante la sensación que recorría su cuerpo y recogió sus piernas doblándola sobre su estómago para intentar tranquilizarse. Podía aun sentir la lengua del lobo lamiendo ahora sus tobillos, sus muslos para volver a bajar y lamer su sexo palpitante y sensible.-Ah, espera- esta vez ella se obligó a moverse para retroceder y puso una mano sobre su sexo notando el estado de este y tenía que decir que también le dolía. Ethan había abusado de él con su lengua como había querido.El lobo gruñó ante la resistencia de ella.-Me duele «lobo imbécil» lo último lo pensó. Había estado en las sombras, pero tenía una idea de todo lo ocurrido y era lo bastante inteligente como para no provocar de más a un macho molesto como estaba ahora su pareja- Mira.Ella se sentó alejada ahora de él y abrió las piernas. Retiró la mano dejando a la vista todo su sexo rojo y sensible donde hasta el aire la estremecía.Ethan entrecerró sus ojos amarillos y se acercó a ella. Clara cerró las piernas otra v
Clara no protestó cuando él se la llevó cargada sobre su hombro como si fuera un simple costal de papas, y no su mate, la loba que la Diosa Luna le había enviado, pero no tenía energía para molestarse más con aquellos dos lobos idiotas sin una neurona en la cabeza. Vio como Ethan se quedaba parado dejándolos ir y no parecía para nada complacido, de seguro quería llegar a más, sin embargo, él se había pasado con su lengua y ahora en consecuencia su sexo estaba completamente hinchado e irritado. Por no mencionar sensible y sobre todo dolorido. Había intentado penetrarla y Dios, eso había dolido. No quería imaginarse cuando tuviera que enfrentarse a sus miembros, y no solo uno, sino dos. El nudo… definitivamente la rompería.Dixon la llevó por toda la manada donde recibió todo tipo de miradas. Clara solo se mantuvo quieta y acomodó su rostro sobre su brazo doblado para que no le doliera más la espalda de lo que estaba ya. El cuerpo del lobo era sumamente duro y le estaba haciendo daño en
Además de todo hubo una cosa más que Clara supo. Tentar demasiado a sus mates era contraproducente y bien lo supo cuando fue arrojada en la cama con un poco de rudeza y el cuerpo grande de Dixon se posicionó sobre ella presionándola contra el colchón y apoderándose de su boca con un ansia que la mareó. La lengua de él se introdujo en su pequeña cavidad y buscó la lengua de ella enrollándose de forma demandante.Clara solo pudo gemir y contorsionarse debajo de él. La saliva inundaba su boca que apenas podía tragar y esta se derramó por la comisura de su boca. Si se sentía bien, la forma en que la besaba era realmente deliciosa, pero demonios, la estaba ahogando. Se removió bajo el gran cuerpo sin tener un resultado.«Lobo terco que no me escucha» comenzó a molestarse y lo agarró del cuello de la nuca y tiró con todas sus fuerzas.El alfa se separó de ella gruñendo ante el tirón que le estaba dando y la miró con los ojos inyectados en sangre y totalmente dorados.-¿Qué haces?- le espetó
Clara mordió su mano en un intento de contener un gemido audible.-No te cubras la boca, quiero oírte- Dixon le dijo detrás de ella dando una dura embestida. El sonido de las nalgas de ella chocando contra la ingle del alfa fue sumamente audible. Esta vez no pudo contener el gemido dado que él le había aguantado la mano y solo podía sostenerse de la pared de la ducha con su pecho.-Suave, me duele, animal, AH- Clara jadeó temblando. Si no fuera por el brazo del macho alrededor de su cintura de seguro colapsaría. Sus piernas apenas podían mantener su peso.Detrás de ella el lobo movía su cadera sin detenerse, su miembro grueso y caliente se restregaba en entre los muslos cerrados de ella, sobre todo rozándose duro contra los labios hinchados y al rojo vivo del sexo femenino. Él hacía que su glande rozara el botón sensible entre ellos con cada embestida que la hacía estremecerse.-Te está gustando- él mordió su oreja- por qué te estás quejando tanto-Clara echó la cabeza hacia atrás sin
A pesar que nunca se fijaba mucho en su hermano, Ethan pudo afirmar dentro de él que el lobo no estaba de buen humor y la tensión en su cuerpo era notable. Además, sus feromonas estaban a su alrededor como una densa capa que hizo que todos los lobos que se encontraran cerca de ellos cuando pasaron se alejaran o barajan la cabeza en sumisión.Iba a soltar un comentario sarcástico, pero se contuvo de hacerlo, no era tan estúpido para no darse cuenta que el asunto que tocarían era delicado como todo lo referente a su mate. Y por el tono que había usado Dixon… era mejor estar preparado.Después de unos minutos y que se alejaron tanto que se adentraron en el bosque trasero de la manada, cerca de los límites al fin se detuvieron y el alfa se giró en dirección a su hermano.-Espero que sea lo bastante interesante la conversación para que nos alejáramos tanto de la casa. No me gusta la idea de dejar a Clara sola y menos después de todo lo que ha pasado. Ni tampoco tan cerca de Will, él es otr
La loba, parada allí, en el medio de la habitación miró a la que era su luna llorar como una cachorra asustada que le daba miedo el mundo exterior. Chasqueó la lengua por lo bajo y se dio la vuelta para salir. Ella no lidiaría con ella. Era increíble lo bajo que habían caído. -¿Qué está pasando aquí?- la puerta se abrió de pronto y el beta de la manada apareció. La loba abrió la boca para decirle que nadie tenía permitido entrar a aquella habitación, pero la cerró al ver la mirada del lobo. Este le advertía que era mejor no decir nada. -Sal. Yo me encargo de esto- Will dirigió su mirada en dirección a la loba temblorosa en la cama y se acercó a ella en cuanto escuchó la puerta cerrarse. Se sentó en el borde y esperó a que Clara le prestara atención. -No tienes que ir a la ceremonia si no lo deseas. Los ojos de Clara brillaron ante aquellas palabras, aunque aún había incertidumbre dentro de ella. -¿Puedo ausentarme? Will asintió con la cabeza. -Yo hablaré con tus mates. Estoy s