Dixon terminaba la inspección hecha por toda la zona. Estaba agotado y extenuado de todo el trabajo que le estaba cayendo sobre los hombros. Normalmente tenía una idea de cómo debía ser un alfa, pero de ahí hasta quitarse horas de sueño debido al trabajo era otro asunto. Y si a eso se le sumaba una mate un poco complicada y a un hermano que le gustaba apremiar más el asunto, sentía que dentro de poco le sacarían canas en su cabello oscuro a pesar de lo joven que era.-Alfa, no hemos detectado más ningún rastro- un lobo vino corriendo y se detuvo delante de él para después bajar la cabeza.Dixon, aun después de volver de su forma de lobo podía mantener sus sentidos sumamente desarrollados, por lo que alzó la cabeza y aspiró. Se concentró y efectivamente, solo podía sentir a los lobos de su manada, más ninguna amenaza. Aun así, se aseguró por sus propios medios. Era el alfa y no confiaba en nadie, ni siquiera en su sombra.Una vez complacida dejó que su cuerpo se cubriera de su denso pe
Cuando Dixon entró por la puerta de su casa casi la astilló al tirarla convirtiendo su cuerpo. Su semblante no era nada agradable.-CLARAAAA- gritó llamando a su mate mas no recibió respuesta y eso lo puso sumamente incómodo, porque, además, no sentía su aroma cerca- Claraaaaa.Ante su llamado insistente y el tono utilizado Will apareció corriendo bajando rápido por la escalera.-¿Dóndes está mi mate?- Dixon jadeaba y su cuerpo estaba sudado, su cabello negro se pegaba a su piel y la sensación dentro de su pecho era sumamente desagradable. Necesitaba saber dónde estaba su pareja en ese momento.-Alfa, la Luna no está aquí.El gruñido que vino después hizo que hasta el beta retrocediera. La ansiedad dentro del lobo alfa creció.-¿Dónde está?- exigió una respuesta y Will supo que no le iba a gustar lo que iba a decir.-Ella…- el beta tragó en seco- Ella aprovechó que usted no estaba … y fue a su casa a recoger sus pertenencias.Los ojos dorados de Dixon casi soltaron llamas.-¿Y la deja
Dixon podía afirmar que su hermano no se equivocaba. Por mucho que el otro lobo dijera que su mate no estaba ahí y que el olor de ella se hubiera desvanecido hasta solo ser una suave fragancia como símbolo de que en algún momento estuvo ahí, era un lobo con un instinto lo suficientemente desarrollado para que este le indicara que ella no se había ido.Clara estaba en esa casa. En algún lugar. No sabía cuál, pero lo iba a encontrarSus orbes dorados se fijaron en Alester que pareció incómodo con la presencia de los dos lobos dentro de su casa, el olor de sus feromonas y la rabia que de lejos se sentía desbordando desde ellos.-Hermano, haces los honores tú, o yo- Ethan tenía una sonrisa siniestra en su rostro a pesar de que parecía relajado, pero se notaba que estaba más allá de lo molesto incluso para levantarse de la cama en su estado- No toleraré que alguien como él le haya puesto un dedo encima a mi mate.Dixon miró a su hermano y se sorprendió que estuvieran en sintonía en ese mom
Ethan y Dixon se miraron, en medio de la oscuridad delante de aquella puerta subterránea el brillo de los orbes dorados de ambos era muy intenso dando a entender lo cerca que estaban de su parte más salvaje y primitiva que les dictaba salvar a su mate.Ethan puso la mano sobre la madera vieja, húmeda y agrietada. Aquel lugar oscuro y estrecho olía realmente mal, casi impidiéndoles respirar, sin contar que no había ninguna ventilación. No podían creer que su loba estuviera ahí.Cerró los ojos y aspiró. Esperó por unos segundos intentando sentir el lazo y estaba allí, palpitando fuerte. Clara estaba detrás de esa puerta.Clara sollozaba apretando las piernas contra su pecho, intentando hacerse más pequeña en una esquina. Estaba adolorida, aterrada y sola otra vez en medio de aquella oscuridad. Solo que esta vez, dado que sus ojos se habían recuperado bastante podía divisar la entrada y lo rugoso de la pared. Aun así, la imagen no era agradable, solo le recordaba que se encontraba atrapa
Ethan salió de la casa con su mate en sus brazos sin mirar atrás. No le importaba realmente lo que hiciera Dixon con esos dos lobos que se hacían llamar los padres de la loba en sus brazos. Por él como si les arrancaba el cuello, porque si no, no hacía y ellos se cruzaban de nuevo en su camino, él de seguro si lo haría.-Shhhh- le dijo a la hembra en sus brazos apretándola más contra él. No podía negar que seguía molesto, muy molesto. Ella hubiera estado bien segura en la mansión donde su hermano la había dejado, no deambulando sola de aquí para allá.Apretó los dientes para contener un gruñido, pero su olor fuerte hizo que ella se tensara en sus brazos e intentara moverse para salir de su agarre pero él no la soltó. Y no lo haría, ella tenía que aprender una lección. Ella era la mate de él… y de su hermano. No podía salir simplemente sola.En eso alguien le cortó el camino y Ethan alzó una ceja, dubitativo.-¿Qué quieres?- miró desde arriba a la loba pequeña pero delgada y bonita que
Dada su naturaleza sumisa Clara no opuso resistencia mientras su mate se posicionaba entre sus piernas. Podía sentir el aliento caliente saliendo del hocico del animal contra la piel desnuda de sus muslos.-Abre un poco más- escuchó decir a Ethan y las feromonas de él comenzaron a verterse sobre ella como una marejada que la hizo estremecerse y jadear.Sus piernas dobladas hacia arriba se abrieron a cada lado de ella dejando a la vista del lobo el sexo de ella que comenzaba a humedecerse dado la influencia de las feromonas de él. Las manos de Clara se aferraron a su pecho y estas temblaban, sus ojos los tenía cerrado con lágrimas en las comisuras. No quería aquello, eso era lo que se repetía una que otra vez, pero su cuerpo latía de deseo caliente en ese momento.El lobo se pasó la lengua por todo su hocico para después dejarla afuera jadeando él también. El olor de su hembra excitada era lo mejor que existía, aun si era un castigo. Así que bajó la cabeza y pasó la lengua áspera por e
Clara jadeaba ante la sensación que recorría su cuerpo y recogió sus piernas doblándola sobre su estómago para intentar tranquilizarse. Podía aun sentir la lengua del lobo lamiendo ahora sus tobillos, sus muslos para volver a bajar y lamer su sexo palpitante y sensible.-Ah, espera- esta vez ella se obligó a moverse para retroceder y puso una mano sobre su sexo notando el estado de este y tenía que decir que también le dolía. Ethan había abusado de él con su lengua como había querido.El lobo gruñó ante la resistencia de ella.-Me duele «lobo imbécil» lo último lo pensó. Había estado en las sombras, pero tenía una idea de todo lo ocurrido y era lo bastante inteligente como para no provocar de más a un macho molesto como estaba ahora su pareja- Mira.Ella se sentó alejada ahora de él y abrió las piernas. Retiró la mano dejando a la vista todo su sexo rojo y sensible donde hasta el aire la estremecía.Ethan entrecerró sus ojos amarillos y se acercó a ella. Clara cerró las piernas otra v
Clara no protestó cuando él se la llevó cargada sobre su hombro como si fuera un simple costal de papas, y no su mate, la loba que la Diosa Luna le había enviado, pero no tenía energía para molestarse más con aquellos dos lobos idiotas sin una neurona en la cabeza. Vio como Ethan se quedaba parado dejándolos ir y no parecía para nada complacido, de seguro quería llegar a más, sin embargo, él se había pasado con su lengua y ahora en consecuencia su sexo estaba completamente hinchado e irritado. Por no mencionar sensible y sobre todo dolorido. Había intentado penetrarla y Dios, eso había dolido. No quería imaginarse cuando tuviera que enfrentarse a sus miembros, y no solo uno, sino dos. El nudo… definitivamente la rompería.Dixon la llevó por toda la manada donde recibió todo tipo de miradas. Clara solo se mantuvo quieta y acomodó su rostro sobre su brazo doblado para que no le doliera más la espalda de lo que estaba ya. El cuerpo del lobo era sumamente duro y le estaba haciendo daño en