El ambiente era denso y no olía para nada bien en la jaula de reproducción. Era, además, un lugar oscuro, hasta cierto punto estrecho y donde la ventilación era mínima. Un ser dentro de aquel lugar definidamente enloquecería. Dixon arrugó la nariz, aunque a pesar de todo el olor a moho y fluidos pudo percibir uno muy familiar. Detrás de él, la loba se removió, ella también lo había olido, pero no la dejó entrar.

-Clara quédate afuera- fue casi un gruñido, una orden.

-Dixon, mi otro mate está allá adentro- ella no deseaba quedarse detrás. Su cuerpo pedía reunirse con Ethan.

-Lo harás, pero no ahora. Su condición no es buena- Dixon había podido ver a través de la oscuridad, el lobo recostado en una esquina completamente inconsciente. Se acercó a su pareja y le dio un beso rápido en los labios- Espera aquí.

Clara apretó los puños, pero si Dixon decía aquello era por algo, así que se mantuvo afuera mientras él entraba. Pocos segundos después lo vio salir con un lobo que alguna vez tuvo el