ROMINA
Valió la pena el desvelo que nos mandamos Mónica y yo, redbull, galletas y café nos mantuvieron despiertas mientras que mi niño hermoso se quedó dormido en el sofá luego de tratar de esperarnos y lo lleve a su cama dejando la luz del pasillo encendida y su puerta entreabierta por si se le ofrece algo, odia dormir con luces apagadas.
— Cayó super rápido — me murmura mi amiga, cuando vengo de regreso.
— Sí, cuando la adrenalina baja, sólo queda el cansancio — sonreí viendo la puerta medio abierta de mi niño.
Luego de mucho tiempo ideando un plan para ejecutar nuestra publicidad Mónica y yo no paramos bostezar.
— Ya son las tres de la mañana, hermana ¿qué tal si dormimos algo y mañana le seguimos? — me pregunta mi amiga.
—Si amiga, pongamos ambas la alarma. Sino despertamos a tiempo nos van a crucificar.
Le presté una pijamas de la mías, lavamos nuestros dientes y nos fuimos a dormir, nos acostamos y abrazamos en posición de cucharita.
— Esté es el cambio— suspiró mi amiga.
— Eso espero, lo necesitamos.— Y con ese pensamiento me dormí.
Mantener un niño no es facil, y más si es tan especial como Luciano con esos gustos de niños grande, come como un adulto y parece uno de verdad, es la luz de mi vida y daría todo por mi niño.
Al día siguiente sonaron nuestras alarmas y me levanté como un zombie más dormida que despierta, entre en el baño para hacer pis y resulta que mi niño ya estaba allí encaramado en su taburete de plástico lavando sus pequeños dientes, decir que era independientes era quedarse corta.
— Buenos días, mami — me dio su saludo escupiendo pasta dental de su boca en el proceso.
— Buenos días, hermosura — le di un besito en la frente y nos dispusimos a lavar nuestros dientes.
El terminó, enjuago su boquita y salió del baño, Diego tenía ojos color miel en comparación con mis ojos claros, de cabello ondulado y de tez más clara que yo, mi amiga se asomó en mi baño y le di un cepillo de dientes nuevo, ella tenía la misma cara que yo, el sueño está a dos segundos de dominarnos.
— Buenos días, solecito— saludé sonriendo mientras me metí a bañar.
— Buenos días— gruño — odio a la gente más feliz que yo en las mañanas — explica mientras se cepilla.
Me di un baño veloz y salí para que ella pudiera hacer lo mismo, luego me puse un vestido marrón pegado a mi cuerpo que me daba libertad para moverme y era hasta las rodillas, me revisé en el espejo y saliendo con los zapatos de tacón corto en la mano, me detuve el sillón de la sala viendo comer fruta picada a mi niño, siempre le dejaba un poco a su alcance, sabía cuanto disfrutaba servirse sólo e ir comiendo algo.
Recogí los documentos del comedor y los puse en una encimera alta los que eran para esta noche y habían otros para llevar de regreso a la oficina, la idea está lista, sólo hacia falta que proyectamos en power point y estaríamos listas, lamentandolo mucho era estranocharse lo que quedaba de semana, gracias a Dios era miércoles y podía dormir el sábado hasta tarde.
Recordé que el viernes debíamos ir con CC para festejar, espero que nos elijan o vamos a tener que beber por compasión, me saque esos malos pensamientos de encima y decidí ir a la cocina para preparar algo de cafeína para mi sistema y té para Mónica.
—Mami... — me llama mi pequeño gigante.
— Dime, cariño— respondí asomandome por la puerta.
— ¿me preparas chocolate?— Pidió con esos ojos grandes e inocentes.
— Puedo — sonreí con facilidad.
Puede que sea costoso y difícil, pero también se que estaría perdida sin mi pequeño.
Le preparé su chocolate y se lo llevé mientras le daba un sorbo a mi café y sentí que mi cuerpo se calentaba y se activará gracias al delicioso café.
— Gracias mami— sonrió de manera tierna y dio un trago de su vaso antiderrame.
— De nada, cariño— me volví y charquito de felicidad con esos ojitos oscuros viéndome.
Me fui de nuevo a la cocina y vi a Mónica poner azúcar a su té.
— Gracias amiga— se volteó a verme— ya se te acabo el té de menta.
— Si, debo hacer unas compras, pero no me da tiempo...
— En casa tengo unos cuantos, ya sabes que soy amante del té.
Asentí bebiendo otro sorbo, se que así le diga que no igual traerá más pues es la única que los toma, es como con Luciano es el único que toma chocolate puesto que a mí no me gusta para nada ninguna presentación del chocolate.
Hice pan tostado para que Lucianito comiera y lo recibió contento, amaba el pan tostado con mantequilla de maní, lo recibía encantado.
Lola llegó para encargarse de él y detrás de ella venía su hijo Beto con una cara de sueño con libros en la mano.
— Tiene exámenes, y se distrae mucho así que me lo traje— dice Lola a modo de explicación.
— Espero que te vaya bien en ese examen — devolví el cabello del niño salí de mi casa — te encargo a Luciano.
Le lancé un beso al aire que mi pequeño atajó con sus manitas y se lo llevó al corazón, me derreti al instante, amaba eso de nosotros, la compenetración que teníamos era hermosa y salí sonriente al trabajo.
Sin importar cuanto trabajo nos daba Genoveva Mónica y yo estábamos en un nube, el trabajo no se hizo tan pesado, pues habíamos adelantado mucho estranocharse en la noche ayudaba a eso y a mis ojeras, que tape con una ligera capa de maquillaje.
Ya estábamos terminando la jornada de trabajo cuando el ascensor sonó avisando la llegada de alguien, todos miraban hacía el final del pasillo y un hombre de traje que le quedaba como un guante salio con tres personas más detrás de él como si fuera una celebridad, lo cual lo parecía.
Tenía el cabello rubio un poco mas largo de lo normal para los hombres de traje, al parecer un rebelde mechón siempre caía en su frente, por más que este lo peinaba para atrás este volvía a su sitio y lo hacía verse aun más sexy con ese traje azul claro, camisa blanca, sin corbata dejando entrever algunos tatuajes. Todos en la oficinas nos quedamos quietos viendo al sexy hombre que se había detenido fuera el elevador para ver unos papeles que una exuberante morena le entregaba, ambos re enfocados en los papeles que la chica le mostraba, no lograba ver bien su rostro, pero esos hombros anchos, su altura y la manera tan varonil en la que se paraba dejó babeando a media oficina en segundos y me incluía.
Mónica corrió a mi puesto y cuchicheo en mi oído quien era el hombre, al parecer toda la oficina lo sabía a excepción de mí.
—Es el papasito que vino ayer, creemos que es el dueño de la empresa que nos dio el trabajito. “Bendito sea san abdominales como batea de lavar” —lo dijo como si fuera un anuncio de televisión.
Ya estaba acostumbrada a las salidas de tono de mi amiga.
—Es un nombre demasiado largo — apunte con una sonrisa en mis labios.
—Estoy trabajando en eso— afirmó fingiendo estar indignada.
—Aja y… ¿qué les pasa a todos con él? —sé veía super guapo, pero no entendía por que lo veían como aparición.
No es un Dios griego, es solo un hombre con buenos genes.
—Dicen que el tipo es dueño de media Alemania, todos quieren darle un hijo a un tipo así. — me explica como si fuera estúpida.
No veo por que babear abiertamente por él, eso solo lograba que se elevará el ego y poco más.
—Jamás le daría un hijo a un hombre de esos, eso implica tantas cosas. —me dio un escalofríos solo de pensarlo.
—Algún día deberás darle un hermanito a Luciano. — intenta mi amiga que entre en razón.
Mis amigas ansiaban que reanudará mi vida amorosa, pero mi vida se centraba tanto en Lucianito que no quería complicar más mi vida.
—No será con ese hombre, Mónica —era imperiosa mi necesidad de poner los pies en la tierra.
La única vez que intenté volar, al día siguiente aterrice de golpe y sin paracaídas.
—Eres hermosa y cualquier hombre se arrodillaria ante ti si quisieras.— lo mismo que siempre me dice CC, pero yo no estoy para eso ahorita mismo.
—No quiero eso, soy realista tu y Carlota son mis amigas y solo quieren subirme el ánimo.— dije un poco más duro de lo que quería.
Estábamos tan metidas en nuestra conversación que no escuchamos que el hombre en cuestión llegaba a nosotras.
—Buenas tardes, espero que estén bien chicas — con ese saludo ya nos tenía ganadas — ¿Se encuentra la señorita White?
— Buenas tardes — Mónica le devolvió el saludo sonrojandose en el proceso — se encuentra ¿tiene cita?
La última vez que dejamos pasar a alguien sin cita nos despiden.
— No, pero dígale que es Jacob y ella sabrá — le guiño un ojo a mi amiga y está se derrite de gusto.
Mónica procedió a llamar para verificar lo que el extraño decía, yo me le quede viendo, por que algo en el me era familiar aunque aún no sabía el que... Hasta que habló.
— ¿Todo bien, muñeca? — noté que su pregunta iba dirigida a mi y su sonrisa de bravucón llegó a mí en un vendaval de recuerdos de ayer.
Es el hombre que me tiró el café de Genoveva encima ayer.
¿ Este era el gran empresario que me sacaría de la pobreza si acepta mis ideas?
¡ Genial, sólo genial!
— Todo bien, señor — dije con retintín que enseguida notó, pues levantó la ceja— ¿necesita algo más?
Intenté ser servicial y educada, pero estaba que me llevaban los demonios... Me le quedó viendo desafiante a los ojos, estaba enojada con este hombre que apenas conozco. No se si deba seguir trabajando en el proyecto es seguro de que no me va a dar nada. Eso me hacía sentir molesta y triste en partes iguales, quería una mejor vida para Lucianito y no lo iba a lograr si Genoveva me seguía llamando por otro nombre y nunca me daba una campaña publicitaria.
— Te conozco ¿ no? — el hombre hunde el ceño de manera pensante.
—No lo creo, señor — trate de ser distante y fría.
— Estoy casi seguro de que sí… — sonríe de manera coqueta y antes de que me diera un síncope mejor volteó a ver a otro lado.
Gracias al creador Mónica llega momentos más indicado según se vea.
— La señorita Genoveva va a verlo. Pase adelante — le regala una sonrisa digna de modelos.
El hombre se la devuelve y asiente una vez mientras entra, detrás de él entran las otras tres personas lo seguían como los patitos a mamá pata, me reí entre dientes por mi ocurrencia y estos desaparecieron tras la puerta de mi jefa.
— ¿Qué te dijo el super tipazo? — me preguntó Mónica no más de dos minutos después de que el hombre desapareciera.
— Nada... Es un idiota — hablé honestamente.
Mi amiga me vio como si me estuviera me hubiera salido cola y me encogi de hombros decidida a ignorarla y me enfoque en mi trabajo, que ya bastante que me hacía falta terminar para largarme de aquí.
Media hora después, antes de poder irnos Genoveva salió con una sonrisa complaciente en los labios y eso ya era extraño de por sí.
— Necesito que los grupos que elegí para la campaña publicitaria de los cosméticos vayan a la sala A — dio su orden y se dio media vuelta volviendo a entrar.
Las seis personas que estábamos elegidas nos fuimos directas para sala A a esperar que nos quería decir, estaba muy nerviosa y si ya no harían la competencia y elegían a alguien más
¡Ay dios!
ROMINA Todos nos quedamos viendo sentados dentro de la sala A, cuchicheando y especulando por que nos querrían ver, hace menos de 48 horas que nos dieron la campaña, no esperarán que tengamos ya algunas ideas, que las tenemos, pero tampoco quiero compartirlas con todos aquí, son mis compañeros desde hace tres años, a la mayoría trato, sin embargo esta es una oportunidad de oro, sé que mi idea es buena. Más que buena, es tremendamente buena y no quiero arriesgar a que alguien haga algo mejor o se la copie. La jefa entra con su elegancia innata arreglando su traje de chaqueta y pantalón blanco, era una mujer hermosa y conservada para su edad. — Lamento hacerles perder el tiempo en su hora de salida — carraspea un poco alegando algo que sabemos que no es cierto. Pero como tiene al recién llegado a su espalda con su séquito, suponemos que ella quiere parecer más humana. Si supieran. — El señor Collins es el dueño de BeauFanta y a creado él mismo la nueva línea de Fantaline, el nuevo p
Romina Lola saliendo por la puerta y mi compañera y amiga Mónica haciendo gala de su buena onda entro con bolsas de super diciendo “Taraaaaa” —Traje para hacer la cena, la comida chatarra esta bien, pero mi salud no lleva bien ese tipo de dietas— agrega mientras deja las bolsas encima del mesón de la cocina. —Podíamos ir juntas a comprar — arrugue la nariz disgustada por ese hecho. Puede parecer algo muy inocente, pero sabía lo que hacía, querían hacerme la vida más fácil y así era CC y mi mamá con sus muchos tappers en la nevera. Le gustaban ayudarme en exceso y sé que apenas llego a fin de mes con los gastos de Luciano sin embargo no me gusta crear lastima con las personas a mi alrededor no es mi tipo y honestamente lo evitaba. —Me dejaste sola ¿recuerdas? — chasqueo la lengua la lengua, rebatiendo mi argumento. Pero sabía bien que se había agarrado de eso para hacer las compras de una semana. —Me rindo, ustedes son incorregibles. —Cocinas tú, te queda de maravilla cocinar co
RominaDesde antes de entrar a trabajar en la agencia mi sueño era ser una gran publicista, el sueño tuve que guardarlo por las responsabilidades que conlleva ser madre y no por que no pudiera sino porque no podía darme el lujo de dejar mi trabajo, Genoveva es una pésima jefa, pero verla trabajando con sus ideas innovadoras era un lujo que me encantaba ver cada vez que podía, sin embargo sabía que ella en un futuro cercano no me iba a dejar tocar una publicidad, siempre he querido pensar en el porque, luego llegue a pensar que era racista, después me costo entender que así es ella… Genoveva no tiene corazón y lamentandolo mucho yo necesito el empleo.Aún tengo frente a mí al chico que no me deja irme de aquí, necesito llegara la tintoreri en menos de nada por que asi son las cosas con Genoveva.Rapidas y si no no estas haciendo nada y eres una floja.—Buenos días, estoy buscando una agencia de publicidad — el hombre frente a mí me ve de manera amable, pero detallando mi cuerpo.—Allí
Romina Hoy es el gran dia. hoy se veran todas las ideas para hacer la publicidad de FantaLine y estamos mas que nerviosas.Me puse un pantalón de traje con una camisa de seda y una chaqueta que combinara bien con todo, unos zapatos que fueran comodos porque de igual manera me toca trabajar con Genoveva y necesito ser mas rapida que nunca hoy. Nos arreglamos en silencio, la tension era pantente en nuestros rostros esta era una oportunidad de oro que no se repetiría mas. Quería ganar. Lo necesitaba.—Todo va a salir bien me dice Mon con su cara serena, pero la tensión en sus ojos seguía allí.—Eso espero, nos caería bien el dinero extra sonreí un poco apenada por admitirlo.—Lo se nena, yo igual reimos entre dientes.Monica es una mujer fuerte y decidida que dejo los prejuicios de su vida de millonaria por buscarse la vida, dejo de ser esa niña mimada para luchar por su futuro y todo lo que tiene se lo a comprado con el sudor de su frente. —Vamos a por ello ¿no? — mi cometido era inf
Romina(UN DÍA ANTES DEL GRAN DÍA)Salir temprano del trabajo es algo extraño, pasa cada tres mil años, con ese pensamiento Mon y yo nos encaminamos al metro platicando sobre Nilo, no por primera vez.—No entiendo porque no le das una oportunidad, tiene su empresa y todo y te puede dejar bella las veces que quieras.—No quiero salir con él, no me veo saliendo con un hombre que me dice como combinarse mejor. Ya lo hizo ¿recuerdas?— Es un poco extraño, pero... Es un buen hombre— saco mi amiga su artillería pesada.Nilo se hacía pasar por gay frente a sus clientes por que es bien extraño (dicho por él) que un heterosexual tenga una peluquería, pero ya que él era amanerado y le gustaba la moda aprovechó eso y abrió su propio salón.— Lo es, pero no me atrae y no quiero complicar mi vida aún más y menos ahora que debemos enfocarnos en obtener esa cuenta.—Eso si nena, obtendremos eso… puedo sentirlo en mis venas— mi amiga afirmaba tener poder psíquicos.La gente que pasaba por nuestro lad
ROMINAMonica estaba extasiada por la noticia, la sala se levantó en un murmullo de voces entremezcladas, pero el señor Collins los mandó a callar y la sala volvió a quedar en silencio mientras yo solo lo veía a él sin poder emitir una palabra en mi completo estupor.—En dos semanas comenzaremos a trabajar codo con codo y la semana siguiente viajaremos a Alemania para tener todo listo— Estaba con una sonrisa brillante que podría cegar a cualquiera.Estaba empezando a salir de mi letargo cuando sus palabras las sentí como una bomba de agua fría que cayó encima de mi como el peor de los augurios.— ¿Qué? — articule mas alto de lo que quería.Sus perfectas facciones se vieron estropeadas cuando hundió el ceño.—Se que es pronto, pero necesito que se unan con el equipo de Alemania para hacer el trabajo, su jefa lo explicó hace unos días en la junta de última hora, no todo lo podremos rodar aquí en Estados Unidos— explicó lo que en su momento explicó Genoveva hace unos días y yo estaba ta
RominaAgradecía al creador no ser una mujer blanca para cambiar de color cada tanto dependiendo de la situación, sin embargo me moría de la verguenza.No solo eso pasaba por mi mente cuando llegue a trompicones al baño de damas y me encerre en un cunicilo a punto de hiperventilar.¡Es el!La misma frase y la misma mirada insoldable vieron a Thiago cuando me llamo de manera despectiva.Jason Collins era el mismo hombre de la discoteca…, de aquella noche, de hace años.Mi corazón latía desbocado en mi pecho y sentía el ruido de mi sangre en mis oídos, no podía ver bien a causa de las lágrimas y me sentía sofocada, el aire no llegaba bien a mis pulmones y estaba entrando en pánico cuando Mon hizo acto de aparición como un ángel.—Romi… —escuché su dulce y preocupada voz desde el otro lado.No pude contestar por la falta de oxígeno, pero golpee la puerta en señal de que la escuchaba, de que estaba aquí, que la necesitaba.—Cielo, abreme —su voz era tan dulce que me regalo un requicio de
ROMINA — ¿por qué supones que es buena idea invitar a nuestro jefe a nuestra celebración? — le increpó cuando sabíamos a las escaleras. Como cosa rara el ascensor volvió a estropearse. — ¿qué tiene de malo?— Preguntó mi amiga resollando. Era delgada por genética así que un poco de ejercicio la cansaba rápido, yo estaba acostumbrada a que ese trasto se dañar a al menos tres veces al mes, así que no me importó subir por las escaleras, en ellas me conseguí con la señora Gilmore, vivía un piso más abajo y era demasiado entrometida para su salud. — Romina cariño — saludo dando dos besos en ambas mejillas— me alegra mucho verte, Vi a tu guapo hijo más temprano con Lola — negó con la cabeza en desaprobación— debería tener una figura paterna. — Déjeme que lo piense señora Gilmore, gracias por el Consejo — que no le pedí, terminé en mi mente — debo retirarme. — ¡Oh! está bien... Esta juventud de hoy en día siempre están corriendo — Se fue refunfuñando algo sobre su difunto esposo el señ