Holis, gracias por elegir mi historia comencemos las actualizaciones más seguidas mis bellezas y a gozar
Romina Casi quince segundos después que salió Jacob Collins como un vendaval entró una chica con lentes cuadrados y grandes, de piel blanca con una coleta alta y trenzas. Sé que sí hubiera sido blanca ya me hubiera sonrojado. — Hola, saludo —la chica —. ¿No viste salir a dos personas hace rato ? —Hola — mi voz salía estrangulada así que aclare mi garganta en un carraspeo—. No no había nadie— conteste mintiendo descaradamente. — Rayos, me descuide solo un segundo— se lamenta la mujer —¿ Q…qué? — pregunté viéndome confundida. — Que no te lo vas a creer— ve a ambos lados como si fuera a materializarse alguien más de la nada — vi a mí jefazo estar dentro con una chica, pero claro como es todo un armario no pude ver quién era la chica— resoplo la joven, confirmando que no me había visto— quería ver si era Corina la del piso 20, ella asegura haberse acostado con él, pero nosotros no estamos muy seguros de eso— chaqueta la lengua. — No sabía yo que tu jefe era promiscuo— me enfade por
Carlota He tenido una semana bastante caótica luego de haber botado al idiota que estaba arruinando mi trabajo y todo porque quería mi puesto, pero se le olvidó que yo siempre voy un paso más adelante. Rememorando todo, Jacob me acompañó a la sala de vigilancia y entre los dos vimos a la joyita alterando las pruebas que yo hacía. —Maldito idiota, está arruinando mi trabajo— me queje, ganas de cortarle las pelotas naciendo en lo más profundo de mi ser. — Podemos demandarlo si así lo quieres y refundir lo en la cárcel. Lo que está haciendo es totalmente ilegal. — ¿Pero por qué lo hace? — me pregunté a la nada en sí— desde el primer momento en que me dijiste que iba a ser mi asistente no me gustó para nada más sin embargo lo respete porque pensé que era alguien de confianza para ti. — Y así era. Supongo que quiere tu puesto, él viene desde Alemania conmigo le dije que me ayudara a gestionar todas las cosas aquí, pero no se espero, yo me quiero quedar en los Estados Unidos haciendo l
RominaSe suponía que después de la comida me iba a alejar de él y ahora resulta que se autoinvito a la elección de las modelos.Hoy vamos a hacer la primera prueba con las personas que ya habíamos eres previamente seleccionado. Pero bueno así era mejor era mejor que estuviera allí de una vez y que eligiera, tal vez podríamos entre los 3 elegir a las cinco chicas y dos hombres para las campañas publicitarias.Se condujo en total silencio, el ánimo de Carlota la verdad es que había bajado tres grados cuando íbamos saliendo del restaurante y yo no entendía nada de lo que había pasado cuando habíamos terminado de comer, la clave creo que era la pareja que entro cuando nosotras salíamos iba a taciturna y meditativa, tampoco podía preguntar delante de Jacob obvio sé que son amigos, pero esto es una charla de chicas privadas y la conocía bien como para darle su espacio cuando lo necesitaba y no quería ponerle en evidencia.Creo que Mónica también se había dado cuenta por lo que también se q
RominaNo me esperaba ver a Jacob entrar en la cafetería, me senté en una mesa en cuanto lo vi sonreír de esa manera y él se fue a la fila de clientes por pedir sin dirigirme la palabra por lo que supuse que era una coincidencia.No fue así, minutos después se sentó en mi mesa con su café en la mano para llevar, casi me atragante con el mío y comencé a toser.—¿Estás bien? — me pregunta juntando sus cejas en preocupación.— Sí, gracias— le respondo cuando recupero la compostura.El silencio volvió a la mesa por unos minutos más en donde volví a disfrutar de mi droga predilecta.Yo no sabía que decir y aparentemente él no quería decir nada y pues la verdad es que mejor por que si no....— ¿Le dijiste a tu hijo que se van de viaje? —su pregunta me saca de mi mente. — Sí, está muy contento— le respondí con una sonrisa que me saca hablar de mi hijo, que él imitó de igual manera.Pensé en lo emocionado que estaba Luciano buscando lugares turístico al que ir cuando yo tuviera tiempo libre
RominaLuego del rescate de Mónica pudimos terminar de trabajar y lo que pensaba era correcto, la chica era perfecta para el trabajo, me gustaba la manera en la que se desenvolvía.Luego apareció Collins, no sé que hizo para deshacerse de los invitados, sin embargo pedía hablar conmigo.—No veo de que podamos hablar, señor Collins — hablé sin verlo pendiente de recoger las carpetas que habían quedado en la mesa con las demás chicas no calificadas.Mónica se escabulló sin que me diera cuenta, luego le canto sus tres cositas.—Solo quería llevarte, ¿estás molesta? —pregunta ladeando la cabeza.— No tengo por qué estar molesta, señor Collins— estaba más que molesta, pero conmigo misma como si eso fuera mi problema.—Bien, si no hay problemas vamos y en el camino te comento de que quiero hablar— ya sabe como joderme.Lo vi por unos segundos y acentí no muy convencida, pero se supone que no estoy molesta ¿no?.— Sí no hay problemas con su novia, vamos— alegue tomando los foler para entrega
MónicaSalgo del despacho agarrada del brazo de mi padre, cuando llegamos a la sala ya estaban los invitados platicando en el sofá de espalda a nosotros y mi madre sentada al frente en cuando me vio no pudo evitar el ceño fruncido que puso, aunque en segundos lo rectifico y aquí no ha pasado nada, mi sonrisa se hizo más amplia.—Buenas tardes a todos — se presenta mi padre haciéndonos notar.Sé pusieron en pie para saludar, no los había visto antes, pero eso no importaba si madre estaba manipulando toda la situación.Mi madre no es mala, siempre fue amorosa, dedicada a nosotros en cuerpo y alma, tengo dos hermanos mayores, Rebecca es médico cirujana en traumatismo y Alfred es el CEO de las empresas de papá, ahora papá trabaja desde casa y siempre fueron el orgullo de la familia. Yo, no tanto que digamos.Allí comenzaron las diferencias y se creó un abismo entre mi madre y yo.— Buenas noches, señor Goldman es un placer conocerlo.—Son amigos, Maripili, su hijo Reimundo, su hija menor
CarlotaReviso mi teléfono por quinta vez desde que estoy en la oficina y lo dejo caer en mi bola, me levanto me pongo la bata del laboratorio y me fui a mi lugar seguro, el cuarto blanco y esterilizado con todas las máquinas que necesito, me pongo los guantes y los lentes y comienzo a meterme mejor con mis tubos de ensayos que son más claros que lo que quiere un hombre.Está parte irracional de las personas no las entiendo y nunca las entenderé, para mi es más fácil preguntar que asumir tonterías, en vez de preguntar, he intentado hacer una vida relativamente normal, pero me gusta mucho más los cálculos que las relaciones personales, solo Romina y Mónica son mi contacto a tierra que me hacen sentir normal y en casa.Mis padres se dieron cuenta de pequeña que no soy normal sin embargo mi madre quería hacer de mis una modelo y no me gustó ser una muñeca viva como ella lo fue en su momento, así que contra todo pronostico estudie lo que quise y ahora soy una de las mejores científicas de
Romina Subí las escaleras rápido queriendo llegar sin saber que pensaría mi hijo de su madre, jamás me ha visto en está tesitura con nadie, siempre fui muy cuidadosa y es por eso que Jacob parece ser tan peligroso para mi vida. Es una amenaza para la vida tranquila y cotidiana que llevo y no sé si eso es bueno o malo. Abrí la puerta y el primero en llegar fue el perro, Stich lamió mis pies y movía la cola a todos lados de emoción, acto seguido llegó Luciano y me abrazó. —Hola, mami ¿Y el señor que te besaba?— pregunta intentando ver por encima de mi hombro. —¿Cómo sabes lo que es un beso? —indague curiosa para tener más tiempo para responder. —Veo culebrones mexicanos con Lola — la señala y ella se pone nerviosa. —¡Lola! un niño de cuatro años no debería de ver esas cosas —la reñi. —Lo siento, Romi es que yo lo ponía a dormir su siesta justo cuando pasan pasión de gavilanes y resulta que no se dormía, pero juro que no ve nada inapropiado— me asegura la mujer. Devolví mi vista h