En el último piso de un imponente edificio, Demetrio Valles lidiaba como podía con los conflictos que se le vinieron encima tan solo asumir la presidencia y el control del conglomerado Corpa. Los socios comerciales no estaban nada de acuerdo con la manera en la que el viejo se había hecho con el poder, y no estaban dispuestos a comprometer sus patrimonios con personas de moral tan dudosa, por no decir inexistente.Ahora, las compañías estaban atravesando diferentes tipos de dificultades, entre ellas una fuerte batalla comercial, que claro está estaban perdiendo, eran bombardeados desde diferentes ámbitos incluyendo sus sistemas de seguridad informática, que habían sido vulnerados y cierta información fue robada. Todo esto había ocurrido en muy poco tiempo, tan poco que no le había dado, si quiera, el tiempo para responder o defenderse.El hombre ya mayor, parecía que ahora tenía diez años más, su rostro visiblemente demacrado, había adquirido un color amarillo ceniciento, era este el
Cuando llegaron a la altura de esa descarada las tres mujeres la miraron con absoluta furia, no había manera de contener el fuego que las quemaba por dentro y es que ellas se encontraban en el mismo infierno de odio y resentimiento._ No puedo creer que a este lugar ingresen personas tan descaradas, es evidente que han bajado su exclusivo nivel _ fueron las palabras lanzadas como daga de una Anahí que quería que todos escucharan lo que tenía que decir por lo que su tono era inusualmente muy elevado._ Es verdad, creo que debemos presentar una queja formal, este tipo de mujeres viciosas y arribistas no pueden compartir el mismo lugar que nosotras que hemos sido sus víctimas _ esta era la primera vez que Mariana atacaba directamente a su hermana, ella siempre se había mostrado dulce y comprensiva, pero hoy en cambio dejaba en claro su posición._ Hija…no debes de ponerte así…recuerda que tu hijo es lo más importante, después de todo lo que has tenido que sufrir en los últimos meses ahor
Lo que siguió fue igualmente caótico para una Anahí que no se reconciliaba con la idea del fracaso. Vincenzo entraba furioso al lugar y la miraba con asco, parecía que estaba a punto de escupirle en la cara. Una ambulancia llegaba a gran velocidad a buscar a Mariana quien estaba desquiciada y culpaba, curiosamente, a Dana de lo que le fuera a pasar a su hijo, ya que, en su pequeño cerebro, ella sola era la responsable de su caída, aunque ni siquiera la haya tocado, o peor aún, sin considerar que quien la empujó era su cómplice en todas sus últimas fechorías._ Preciosa ¿te encuentras bien? _ preguntó el empresario ignorando completamente a todas las demás personas presentes en el lugar._ Sssi… ¿Vin que haces aquí? _ ella estaba bastante confundida por la presencia del hombre, era curioso lo rápido que había llegado._ Carlos me informó del incidente…yo no podía dejarte sola _ fue la respuesta simple y clara que dio.La verdad es que Vincenzo había visitado a su abuelo, necesitaba res
Sofía se apartó de él con el ceño fruncido y, a decir verdad, bastante molesta, no podía entender qué de todo lo ocurrido era culpa de Dana._ ¿De qué hablas? _fue todo lo que alcanzó a decir, porque de inmediato Milena se abalanzó sobre ella intentando golpearla._ Tu y esa maldita de Dana son las culpables de que mi nieto esté muriendo _ claro que la mujer exageraba en gran manera.Sofía solo la observó con detenimiento mientras era sostenida por su hermano. Esa mujer estaba realmente loca, y tergiversaba la realidad a su conveniencia, le había quedado claro que no era que creía en Mariana y su inocencia, ella sabía que no era inocente, pero la cubría de igual manera y … a pesar de que ya tenía la leve sospecha de que era así, la confirmación la dejaba helada._ Matt, creía que quizá algo de cordura quedaba en ti, pero me doy cuenta de que sigues siendo un pusilánime _ tras decir esto se alejó de él sumamente defraudada. Había tenido la leve esperanza de que pudiera abrir los ojos.
Mientras esto ocurría en el hospital una furiosa Anahí rompía todo a su paso al llegar a casa. Ella quería darle una lección a esa maldita de Dana, pero no había podido y todo lo había salido muy mal, pero eso solo la motivaba a seguir intentando, esa maldita mujer le había robado todo lo que le pertenecía y el único camino posible era la muerte, y si su Vincenzo se oponía, entonces él también tendría que morir. Ella ya estaba cansada de solo recibir rechazo de parte de ese hombre que le pertenecía, por lo que ahora era momento de cambiar de planes y una idea se vino a su mente.Ambos debían morir, eso era lo mejor, si ella no podía ser feliz, nadie lo sería, de eso se encargaba ella como que se llamaba Anahí Valles, y a un Valles nadie le dice que no.Con esta idea en mente, tomó su teléfono y realizó una llamada que había evitado hacer, quería agotar todas las posibilidades antes, ella estaba segura de que ese hijo que esperaba haría que Vin se atara a ella de manera firme y segura,
Aurelio había conocido a Isabel cuando la mujer era muy joven, tenía solo 18 años y buscaba trabajo, en ese momento él necesitaba una asistente, estaba comenzando con su pequeña empresa y ella tenía solo los estudios básicos, pero mostró un gran poder de observación, una excelente memoria, gran predisposición y talento para la decoración. Su compañía era de remodelaciones y ella significaba un combo completo, ya que incluso lo ayudaba en el trabajo pesado.Poco a poco fueron adquiriendo fama, aunque ella siempre solicitó permanecer en las sombras, cosa que no le pareció extraño ya que era sumamente tímida, y era una época en la que no había tanta exposición por lo que no le vio el problema.Cuando Isabel cumplió los 20 años ellos se casaron, el que sentían era un amor puro y sincero, lejos de ambiciones y malicias la mujer se desempeñaba como madre, ama de casa y trabajadora, siempre acompañada por un Aurelio dispuesto a realizar en equipo todas las tareas, como ya lo habían aprendido
Hugo Mills era un hombre taciturno, siempre se había preocupado por su familia, y había sentido cierto apego mayor por su primogénita. Ella era la que lo acompañaba, lo escuchaba, en definitiva, la que más se le parecía en carácter y forma de ser. Él solía ser un hombre cálido, de férreos valores morales, que siempre cumplía con sus contratos y jamás dejaba las cosas por la mitad.Hugo amaba intensamente a Melina, aún cuando sabía que no era del todo correspondido, él nunca hubiera deseado que las cosas se dieran de esa manera, pero no había nada que pudiera hacer, no lo había buscado, no lo había provocado, pero no por eso iba a perder la oportunidad de pasar el resto de su vida junto a la mujer que amaba y ese fue su peor error.Del enérgico hombre que era en su juventud, hoy solo quedaba un ser apagado, un pusilánime en toda la extensión de la palabra, y lastimosamente, no parecía querer salir de esa situación. Había perdido el interés por su propia vida y en correspondencia por to
El resto de los días en los que Dana permaneció bajo observación parecieron estar tranquilos para todos. Matt finalmente había visitado a Mariana, aunque no fue muy amistoso con ella, solo le dejó claro que amaba a su hijo y que haría todo lo que estuviera en sus manos por su felicidad. Había un detalle que Mariana no sabía, o no había notado y ese es que él se refería a algo muy diferente a lo que ella pensaba.Para Mariana, Matt se quedaría a su lado y serían una familia feliz por el bien del bebé, en cambio para Matt, como ya lo había decidido, lo mejor para su hijo era sacarla a ella de su vida. Pero él no le informaría sobre esa sutil diferencia, dejaría que ella considerara y creyera lo que quisiera, de esa manera lo dejaba tranquilo.Andrés seguía investigando todo lo que tenía que ver con el pasado, tanto de su jefe como de la novia de su jefe, tal parecía que ambos, o, mejor dicho, sus familias, tenían muchos muertos en el placard.El abuelo Corpa estaba sumido en la tristeza