—Beatriz, permíteme llevarte de regreso a Capironda. Esta vez, conmigo a tu lado, nadie podrá hacerte daño.Félix miró a Beatriz con un toque de arrogancia en su rostro. Él no permitiría que ella sufriera, no como con Xavier, un inútil. —Umm —Beatriz asintió con la cabeza, y en sus hermosos ojos se
—Xavier, hemos llegado.En la entrada del complejo Azul Celestial, Sonia miró a Xavier en el asiento del copiloto y le habló con suavidad.—Entonces, me marcho —Xavier miró a Sonia con una sonrisa en los ojos.—Está bien. Si tienes algún problema, llámame. No te quedes solo con tus preocupaciones.S
—¿Qué sucede? ¿Sonia aún no ha llegado a casa?Dentro de la villa, Xavier miraba su teléfono celular con el ceño fruncido al ver que aún no recibía el esperado mensaje. Según lo habitual, Sonia ya debería haberle enviado un mensaje informándole que había llegado a salvo a casa. Pero ahora, ya había
—¡Tú… no te acerques!Los ojos de Sonia temblaron, llenos de miedo.—¿Qué no me acerque? ¡Si eres muy buena fingiendo ser inocente y seduciendo a los hombres! Hoy voy a desfigurar esa cara. ¡A ver cómo te ves después de esto!Triana mostraba una expresión siniestra. Se acercó a Sonia y acercó la pun
—¡Ah!Cuando le rasgaron la parte delantera del vestido, Sonia gritó con desesperación: —¡Por favor, deténganse, por favor, deténganse!—Jeje.Los ojos de los dos hombres se volvieron aún más emocionados. ¡Nunca habían estado con alguien tan hermoso! ¡Hoy aprovecharían esa oportunidad para disfruta
Xavier caminó por la habitación y se acercó a Sonia. —¡¿Quién te permitió entrar?!Triana gritó de inmediato, furiosa al ver la situación. Xavier, sin mostrar emoción alguna, le dio una bofetada contundente a Triana en la cara. La fuerza fue tan grande que hizo que Triana se cayera sentada en el
—¡Triana, respóndeme! —Xavier miró a Triana con una expresión fría y severa.—¡Ay, cállate! ¡Deja de hablar!Triana se tapó los oídos, negándose a escuchar más. Porque la verdad era exactamente como Xavier había dicho. Pero ¿y qué? Si no fuera por la aparición de Xavier y Sonia, ¡ella no habría caíd
La mirada de Triana estaba llena de ira e incredulidad.¿Realmente ese era el mismo Xavier que conocía, el que había dependido de ella durante cinco años?Debía haber sido porque él había ganado el favor de la señorita Serrano y ahora pensaba que era especial, que se había convertido en alguien impo