—¡Ahhh!Xavier abrió ampliamente la boca y se tragó un bocado de arroz meloso caliente. En su corazón, sintió una corriente de calidez fluir lentamente. Pronto, con los grandes sorbos de Xavier, el tazón se vació rápidamente.Sonia dejó la cuchara y le habló con suavidad:—Xavier, descansa un rato
En la tranquilidad de la noche, Sonia usó una toalla para limpiar suavemente el cuerpo de Xavier. Luego tomó un taburete y se sentó al borde de la cama.—Sonia, ¿no te cansas al sentarte así? —le preguntó Xavier con una expresión de preocupación.—No, no me canso —respondió Sonia sacudiendo la cabez
Bajo el cuidado atento de Sonia, pasaron tres días en un abrir y cerrar de ojos.En una tarde crepuscular, Xavier de repente se incorporó de la cama con un movimiento ágil. Podía sentir que su cuerpo había sanado por completo. Con fuerza, apretó el puño y sintió la energía recorrerlo.Rápidamente la
—Ehhh…Sintiendo la mirada de Sonia, Xavier vaciló ligeramente y le dijo: —Sonia, no hagas caso de lo que dice. Valeria es la capitana Zumbado. Ella me salvó.Mientras hablaba, también miró ferozmente a Teresa. Esa mujer, siempre le estaba causando problemas.—¿La capitana Zumbado? —Sonia se sorpre
Xavier pulsó el botón de rechazo. Luego se dispuso a dejar el teléfono y darse una ducha. Ding.En ese momento, una notificación apareció de nuevo, pidiendo agregar a un nuevo contacto. Obviamente, era Teresa de nuevo.Xavier, resignado, tuvo que presionar el botón de aceptar. Quería preguntarle a
Después de ducharse, Xavier se recostó en la cama.En su mente, estaba la ceremonia de mañana por la mañana y Beatriz. No entendía por qué ella se esforzaba tanto por mostrarse tan fría y despiadada.Cuando estaban atrapados bajo los escombros, pudo sentir claramente la tensión y la preocupación de
Al amanecer del segundo día, la zona del Horizonte Dorado estaba extraordinariamente animada. A las once en punto de ese día, se llevaría a cabo la ceremonia organizada por la señorita Beatriz en el vestíbulo del hotel, como estaba programado. En ese momento, la señorita Serrano elegiría personalme
—¡La invitación que tenemos es real!Sonia estaba visiblemente molesta. ¿Cómo podía Triana ser tan cruel? —¿Real?Triana esbozó una sonrisa despectiva y extendió la mano hacia Sonia para pedirle la invitación: —Entonces tráemela para compararla con la mía, la auténtica. —¡De acuerdo! —respondió S