—¡Maldito, si eres extraordinariamente muy habilidoso, ven y compite conmigo, a ver cuán fuerte eres! Valeria, llena de gran agresividad, se disponía a golpear a Xavier.Xavier miró a esa mujer de mal carácter y le dijo sin expresión: —Capitana Zumbado, deberías entender mejor que lo peligroso es t
Valeria no podía evitarlo y vio cómo el hombre con el cuchillo se acercaba con agilidad a su garganta.Swish.En ese momento, un rayo invisible de luz fría surgió desde la posición de Xavier, aterrizando con precisión en la axila del hombre. El rostro del hombre cambió drásticamente, su brazo entero
—Te advierto, hoy no pienses en ir a ninguna parte. ¡Yo te voy a interrogar personalmente! —reprendió Valeria mirando fijamente a Xavier.—Capitana Zumbado, ya he explicado lo que tenía que explicar. Incluso si decides interrogarme, mis respuestas seguirán siendo siempre las mismas —dijo Xavier con
—¿Una aguja plateada?Valeria mostró una ligera sorpresa en sus ojos al ver la expresión de Xavier, que parecía totalmente sincera.¿Podría ser que lo que dijo ese tipo era verdad? Sin embargo, independientemente, si la situación era verdadera o falsa, por cuestiones de orgullo, Valeria no lo admiti
—Señorita, vamos de regreso al hotel —dijo respetuosamente Miguel mirando a Beatriz.Ya había ordenado que se reservara toda la sección de habitaciones del hotel César para no perturbar el descanso de la señorita.—Hmm —afirmó Beatriz. Luego añadió: —Por cierto, Miguel, hay una mujer llamada Sonia.
Era el resultado de una ejecución rápida y una sola técnica para quitar la vida.Los ojos de Valeria se agitaron instintivamente. Se cuestionó a sí misma, no podría haberlo hecho ella misma. Después de todo, ¡el oponente también era un experto! Lograr un resultado letal con un solo golpe no era difí
Beatriz, ¿qué estaba tramando exactamente?Xavier frunció el ceño.—Xavier, ¿estás ocupado? Si estás ocupado, olvídalo, voy por mi cuenta —dijo Sonia muy decepcionada.—No… solo me parece un poco extraño —respondió Xavier.—Sí, también me parece extraño. ¿Cómo es que la señorita Serrano de repente m
Cuarenta minutos después, en el hotel César.Sonia llegó al estacionamiento del hotel.—Hemos llegado, Xavier.Sonia le recordó suavemente.La mirada de Xavier parpadeó ligeramente, ¿tan rápido ya habían llegado?—Xavier, ¿estás bien?Viendo que Xavier parecía algo preocupado durante todo el viaje,