El comandante Zumbado dio un paso adelante.La armadura que emanaba un frío resplandor creaba una gran opresión.—Ustedes… ¡no se acerquen! —dijo Triana con el rostro pálido.—¡Dale! —mandó el comandante Zumbado con voz fría.De inmediato, dos soldados de la Bandera Negra sujetaron a Triana.¡Pam!E
En el salón de banquetes, el ambiente estaba tenso.Las miradas de todos estaban fijas en Xavier y el señor Héctor.¡Nunca antes habían oído hablar de un superior aún más impresionante que el señor Héctor!Después de todo, el señor Héctor ya era el hombre más rico del mundo, ¡con una fortuna incompa
—Héctor, tengo que admitir que lo hiciste muy bien. —Xavier miró sonriendo al Héctor en la sala de invitados.Después de varios años sin verse, Héctor había mejorado considerablemente en sus habilidades.—Señor, por favor, perdona mi iniciativa. —Héctor se inclinó humildemente.—¿Iniciativa? —Xavier
—Está bien, Héctor, aquí es donde te dejo. —susurró Xavier a las puertas de la sala de invitados del crucero.—Señor, no dude en ponerse en contacto conmigo si necesita algo. —dijo respetuosamente Héctor.—Bien, me voy ahora.Después de hablar, Xavier salió de la sala y se dirigió a la entrada del c
Xavier se detuvo de repente.Miró a Sonia a su lado, observando su mirada seria.Al final, no pude esconderlo del todo, ¿no?—Es cierto. —Xavier tomó una respiración profunda y asintió.El corazón de Sonia dio un vuelco.Aunque antes de esto, ella ya se había preparaba un poco y sabía que la identid
En ese momento.Uriel y toda la familia Ximénez, empapados hasta los huesos, regresaron a la villa de Triana.Triana apretó los dientes, con un rostro lleno de resentimiento: —Ese inútil de Xavier, ¿cómo se volvió tan poderoso de repente? ¿Cómo es que incluso el señor Héctor lo trataba con tanta def
—Tranquila, ese chico nos avergonzó enormemente esta vez, ¡no le voy a dar tregua! La mirada de Uriel era sombría: —Pero ahora no es el momento adecuado.—¿Por qué, cariño? —Triana estaba un poco desconcertada.—Porque el señor Héctor no dejará la ciudad Santavilla por otros dos días. Si lo atacamo
—Querido, ¿ha sucedido algo? —Triana miró el cambio en la expresión de Uriel y preguntó con preocupación.—Uf. —Uriel exhaló profundamente y dijo—: Por ahora, no sé qué está pasando. Triana, arréglate rápidamente. Acompáñame a la sede del Grupo Llano.Él quería ver al gerente Uriarte en persona.—Es