Después de la pelea con Izan, subí al cuarto un poco frustrada y deprimida, entro al cuarto, me saco los zapatos y me dirijo al baño, estoy todavía molesta pero también siento culpabilidad, entiendo el hecho de que Izan intentó defenderme pero no era la manera de hacerlo, tal vez su enfermedad hace que se exalte más de la cuenta, o quizás son el efecto que producen sus pastillas y yo le recriminó olvidando que tiene un tumor cerebral que le está carcomiendo la existencia, cada día, es muy triste aceptarlo y eso me duele y me desespera, ahora comprendo su desesperación de que lo deje, prefiere que me vaya para no hacerme sufrir pero ya tomé una decisión y estaré firme a su lado, lo amo, lo adoro con toda mi alma y lo acompañaré hasta el último día de su existencia, no importa lo difícil que se ponga, estaré ahí dándole
Salgo del baño con mis cosas en las manos, sé que tengo cara de culpable pero intento disimular, sigo todavía nerviosa por lo que hice pero estoy segura que será lo correcto.Miro a Ízan, está levantando algunas cosas de las gavetas y colocándolas en su maleta.- ¿Vamos a la agencia a dejar el auto? - pregunta levantando la mirada para verme.-¿No nos podemos quedar con el? - exclamo divertida.- Mañana nos vamos a Venecia y ahí no necesitamos un Ferrari - sonríe divertido - a no ser que quieras ahogarlo en los canales, en las islas griegas viajaremos en un yate, ¿donde meteremos el auto, mi amor?- ¿Lo puedo llevar yo a la concesionaria? - preguntó abriendo los ojos suplicante.- No, me toca a mí, ¿quedamos en eso, no? - guiña el ojo y camina hacia la puerta, estirando su mano para que la tome - te daré las llaves unas cuadras antes para que te diviertas un poco con antes de que lo entreguemos.- Ok - respondo suspirando frustrada, por lo m
Salimos de Roma muy temprano en la mañana con dirección a Venecia, Ízan a estado un poco extraño después de lo que sucedió en el restaurante, he notado que abre y cierra la mano izquierda insistentemente, eso me pone nerviosa puesto que quiere decir que algo no anda muy bien von él, he dado vueltas en el asunto; al comienzo no deseo preguntar pero cuando observo que sigue haciéndolo y su rostro es de preocupacion y de dolor, decido arriesgarme y preguntar.- ¿Estás bien?- Si, todo bien - sonríe intentando minimizar la molestia - pronto llegaremos a Venecia - responde intentando cambiar de tema.-¿Te duele la mano? - pregunto nerviosa mirando como la mueve.-No, solo es una molestia sin importancia - responde negando su molestia.-¿Que tienes planeado para Venecia? - pregunto cambiando el tema para que piense en otra cosa que no sea su mano.<
Aunque la tormenta emocional de lo que nos sucedió el día de ayer nos sigue atacando, estamos listos para viajar a Grecia, dejamos atrás a la bella Italia, después de haber pasado casi dos meses paseando por sus más hermosos lugares, sus ciudades nos unieron, gracias a ellas estoy al lado del hombre más maravilloso de este mundo, para mí es como si le robara tiempo al tiempo solo para estar al lado de mi amado Izan, mientras el tiempo nos lo permita y nos regale un poco más, estaré a su lado dándole lo mejor de mi.Llegamos a eso de las once de la mañana, lo primero que observo es que Atenas es muy distinta a Roma es una hermosa y maravillosa ciudad, nunca imaginé que fuera así de bonita.Estoy alucinada por todo, damos un pequeño paseo después de bajar del avión hasta llegar a un hotel de cinco estrellas, es muy bonito y elegante, lo observo sorprendida ni bien entramos al lobby, nos acercamos a la recepción, Izan salida a una muchacha simp
Los días han pasado rápidamente, me gustó mucho Atenas, es una hermosa ciudad donde se mezcla lo antiguo y lo moderno, conocimos la mayor parte de la parte antigua de la ciudad, La Acrópolis y el Partenón, nuestros paseos son mucho mejor que en un grupo de personas que no conocemos, nos llevamos mejor solos e intentamos divertirnos de la misma manera.Estos días estuve viendo mejor a Izan, eso quiere decir que esa medicacion lo está ayudando, aunque sus dolores de cabeza han vuelto, piensa que no me doy cuenta pero noto su malestar.Hubiera querido quedarme un poco más, pero hoy nos embarcamos con dirección a las Islas griegas, ya nos está esperando su Yate en la Bahía.Muy temprano en la mañana me pongo de pie para sacar algo que preparé para el cumpleaños de Izan, la verdad es que no quiero regalarle alguna cosa material, lo mejor que puedo regalarle son momentos, tomo mi vestido Versace, me arreglo lo mejor que puedo para él y espero mi sorpresa m
Después de colocarme el hermoso traje de novia, me miro en el espejo que hay en el cuarto del yate, es maravilloso, no sé cómo hace Izan estás cosas pero es tan sorprendente como lo organiza todo, su entusiasmo es contagioso y mi dicha lo es más, en estos momentos lo tengo todo, hoy me caso con el hombre más maravilloso del mundo y estoy esperando al amor, sé que está dicha será pasajera, pero valdrá cada minuto para ambos.Al descender del barco, quedo embobada y maravillada con la escena, las flores en el sendero, en el altar donde se encuentra el juez de paz que está esperándonos al final del sendero de flores, sé que solo seremos nosotros en este momento pero no quisiera a nadie más a mi lado, soñé siempre casarme y que mejor con mi príncipe azul.Ízan se ve muy guapo con su traje de gala, nunca creí que escapar de mi realidad me iba a llevar directo al amor de mi vida, lo observo mientras me espera al lado del juez de paz y mis pies son de goma, quiero desmaya
Decidimos ir a Creta la isla más grande de las islas Griegas, es un hermoso lugar con agua cristalina, con arena blanca y rosada al rededor de ella, aunque como Santorini está llena de turistas.-¿Crees que sería buena idea bajar? - le pregunto a Izan qué está tomando agua mirando al mar, parece que estuviera pensativo.- Como tú quieras - me mira y sonríe - ¿Porque no nadas un poco? después bajamos a tierra, tengo reservaciones en un hotel...ahora si deseas no lo hacemos pero quisiera conocer la isla.- Ok, me iré a poner mi traje - respondo, después le doy un beso y me dirijo al camerino para sacar mi cola y cambiarme de ropa, intento seguir entusiasmada pero es muy difícil dadas las circunstancias; después de lo que sucedió en Santorini no puedo dejar de pensar que cada minuto que pasa es letal para la vida de Izan y que en cualquier momento me dirá el temido, "estoy ciego" ahí sabré que el final está cerca y todavía no estoy preparada para él,
Aunque estoy en un estado anímico deplorable, desesperada por saber noticias sobre cómo se encuentra Izan; por fin llega a las puertas del hotel el auto que el recepcionista solicitó, entro al taxi ansiosa y muy preocupada, lo único que quiero es llegar al hospital, pedirle disculpas a mi querido marido y saber que todavía lo tengo a mi lado.Miro por la ventana en todo el trayecto intentando entender ¿que pasó, por que me exalté de esa manera y tuve esa actitud con mi querido esposo? pero lo único que logro es sollozar desconsoladamente, no puedo encontrar respuestas, estoy muy triste, para hacerlo.Unos minutos después, que sinceramente no sé cuántos fueron, llegamos al hospital, el taxi se detiene en la puerta de "Emergencias" le pago como si fuera un autómata después desciendo del auto, el imponente edificio de color blanco se presenta en frente mío, ahí tengo un hueco en el estómago, odio estos lugares, desde que visité el último día que vi vivo a mi padre, nu
Cuando Izan termina de vestirse, el médico nos trae unos papeles para que los firme, por lo que puedo leer es un desestimiento de tratamiento, Izan toma los papeles y los firma casi sin leerlos, no me habla, ni tampoco me mira, tiene un rostro de molestia y fastidio, lo noto fácilmente y me hace sentir mal, está molesto conmigo y su silencio me está matando lentamente.Después de firmar los papeles, me toma de la mano y me saca lo más rápido que puede del hospital, en la puerta llama un taxi, cuando se detiene en frente de nosotros me mete a la parte de atrás y después se acomoda en el asiento del copiloto.Mientras el taxi avanza, miro por la ventana, esto es desesperante, mi ansiedad me está volviendo loca, si pudiera golpearme la cabeza con el vidrio lo hago ¡Joder! Nunca debí comportarme como lo hice, desearía hablar con Izan, pero es como si hubiera puesto una barrera e