Llegamos a la Isla Vir en Croacia unas largas horas después, me costó bastante mantener tranquilo a Miroslav, lo bueno es que tuve la ayuda de la tripulación del avión de Ízan, la azafata se la pasó ayudándome con mi pequeño sino hubiera estado pérdida.
Al desembarcar en el aeropuerto ya logro sentir ese olor a brisa marina que tanto me agrada. Saco el celular de Ízan, tengo un mensaje de Rochester.
* Señora Milocevic: la estarán esperando en el aeropuerto para recogerla y trasladarla hasta su casa, donde la está esperando la hermana de su esposo...
Como Rochester me indica, observo una camioneta color café, esperándome para que suba, se acercan a mi, toman mis maletas y me llevan hasta la camioneta, acomodo a Miroslav en una silla de bebé que está lista y preparada en el asiento de atrás y me acomodo a su lado, mientras los empleados guardan mis pertenencias en la maletera.
Partimos en dirección a la casa, que se supone es mía, yo solo deseo v
El año pasó tan rápido en Croacia que no lo sentí, Miroslav está más grande a poco tiempo de cumplir su primer año de vida, está comenzando a caminar y mi alegría es total, nunca pensé que me quedaría tanto tiempo en esta ciudad, pero sinceramente me enamoré de la ciudad además me siento más cerca de Izan, todavía no tengo fecha de retorno a California, aunque ya en California me están pidiendo que vuelva, mi tío y Joy desean ver a Miroslav, pero no estoy todavía interesada en volver.Me gusta nadar en las aguas cristalinas del mar Egeo con mi cola de sirena, juraría que los pescadores y la gente de la ciudad piensan que soy un ser mitológico que nada en sus aguas, ya vi a varios sacarme fotos, me gusta que lo hagan, pero la verdad que yo nado solo para ver unas milésimas de segundos a Ízan, en sus cristalinas aguas color turquesa, sé que nunca me deja sola, permite que lo vea en sueños y dentro el agua, eso me ayuda a seguir con mi vida, aunque sé que tal vez es un escape de mi mente
Cuando la vida es tan dura contigo, tu mente intenta escapar de la realidad de alguna manera. Eso me sucedió después de la muerte de mis padres, al verme completamente sola, mi mente decidió escapar de esta cruda realidad en la que me encontraba en esas cuatro paredes, decidí escapar por lo menos por un tiempo de mi realidad a otro país y negar por un momento todo lo que me estaba sucediendo.Mi familia tiene raíces Italianas, así que decidí volver a mis raíces y conocer el país de mis antepasados, ir de paseo por toda Italia y despejar mi mente antes de proseguir con todo el desastre que estoy dejando atrás.Preparé un tours de tres meses, en el cual deberé conocer toda Italia sin falta, ya tengo el itinerario, pagué todas las visitas y sí pudiera dejar mi celular en mi país lo dejo pero tampoco puedo desvincularme del mundo exterior por querer escapar.Un día cualquiera sin contar nada a nadie, tomo un avión dejando atrás, problemas, malos recuerdos y doloroso
Por la mañana, me desperté muy temprano, estoy entusiasmada con este paseo, asi que me visto rápidamente y bajo las gradas, el tours partirá de madrugada a Pompeya, intento buscar al chico que anoche vi pero no lo veo, ¿o tal vez estoy un poco loca y me lo imaginé?, bueno, eso tendrá que esperar es hora de partir, subo al autobús y me acomodo en un asiento un poco alejado de la multitud, intento pasar desapercibida tapándome con un libro de bolsillo que traje, así evito especialmente, que Lian se acerque nuevamente a mi y me haga conversación. Los únicos momentos que bajo el libro es cuando observo a algún chico que pasa por el pasillo del autobús intentando reconocer al de los ojos azules pero hasta que parte no pude encontrarlo.Cuando llegamos a Pompeya y descendemos del autobús quedó fascinada con las ruinas, es como si se hubiera detenido en el tiempo, todo quedó igual desde ese fatídico día en que el Vesubio hizo erupción hace ya tantos siglos. ¡Es fascinante!Mientras caminamos
Abro los ojos, la luz de la mañana se filtra por la ventana, una suave brisa entra por una pequeña rendija, es de madrugada, pronto tendremos que partir a Pompeya nuevamente así que me siento en la cama para desperezarme, no reconozco nada de lo que me rodea, mi cerebro todavía no despierta muy bien pero unos momentos despuedo puedo acordarme de mi último recuerdo de anoche, que se asoma a mi mente, después de mucho dar vueltas en mi cuarto me animé y me dirigí al cuarto de Ízan, me ganó la curiosidad, quería saber si era real su ofrecimiento, él me recibió con una sonrisa enorme en los labios, me invitó a pasar, charlamos un poco más hasta casi las doce de la noche, después nos acostamos y tan solo dormimos, como él me adelantó no hubo nada sexual, no se propaso, ni se aprovechó del momento, eso sí tal vez nos asomamos un poco para sentir el calor corporal del otro pero nunca pasamos los límites, en verdad, es un caballero como pocos.Busco a mi lado, Ízan no está, escuchó movimiento
Se pone de pie inmediatamente, después toma su ropa que está en una silla y empieza a vestirse, lo hace en silencio así que me da tiempo para pensar, todavía estoy sorprendida con la revelación que me hizo hace un momento, verlo tan perfecto y por dentro tan enfermo, eso me está volviendo loca, no se todavía en que posición ponerme.-¿Lista? - pregunta colocándose la chamarra negra, se ve tan maravilloso, que todavía no puedo creer que este tan enfermo.- Yo estoy lista - respondo poniéndome de pie - ¿Estás mejor?- Sí, estoy bien, ya pasó - susurra mostrandome su bonita sonrisa- fíjate que no haya moros en la costa.Sé a lo que se refiere así que saco mi cabeza por la puerta, observo los pasillos para todo lado intentando fijarme que no exista ningún tipo de obstáculo entre nosotros y el ascensor, después de cerciorarme que no hay nadie vuelvo a entrar y miro a Izan.- No hay nadie afuera...- respondo con un extraño entusiasmo en mi tono de
Pasaron cinco días desde que me uní a Ízan en esta loca aventura, seguimos viajando por Italia, ahora nos trasladaremos a Verona, tengo ganas de conocer el lugar donde William Shakespeare situó la historia de "Romeo y Julieta"He pensado mucho en nuestra situación desde el día en que nos besamos en Pompeya, por obvias razones nuestra relación ya pasó a una segunda instancia, pero yo, todavía dudo, es difícil aceptar que cada día que pasa el tiempo a su lado se acorta, todavía tengo miedo a la perdida y a ese sentimiento de vacío y dolor que puede dejarme su ausencia.Me estoy acostumbrando a él y eso no está bien, dormimos juntos desde esa noche que descaradamente me pidió que vaya a su cuarto, cada vez más juntos pero nunca pasando a lo sexual, es algo que todavía no puedo comprender ¿Tal vez no me desea o tal vez solo soy su tabla de salvación? Algunas veces me incomoda pero tampoco quiero pasar por fácil y ser yo quien insinué algo indebido.Llegamos
- ¡Es gracioso! - exclamo echada en el torso desnudo de Ízan - desde anoche que no salimos del cuarto y ya es de tarde, ni siquiera fuimos a comer.- Mentira, tu saliste muy temprano - responde sonriente - pero pedimos al cuarto, no tenía ganas de salir, estuve muy bien todo el día.- ¡Oh, cierto! - respondo asustada, ¡me olvidé hacer algo! - debo ir a la casa de Julieta me tenían una respuesta- salto de la cama y empiezo a vestirme con rapidez.- Te acompañaré - Ízan se pone en pie, empieza a vestirse intentando apresurarse.- ¿Porque me dijiste, cuando volví de la casa de Julieta, que no me recriminarías si me fuera? - pregunto mientras me cepillo mi cabello.- Porque no puedo obligar a nadie a que se quede a mi lado, además comprendo, es un peso muy fuerte el que uno se coloca en sus hombros con una persona que está en la misma situación que la mía, nunca te obligaré a que te quedes a mi lado, cuando quieras puedes irte, jamás te recriminaré na
Aunque intenté dormir no pude hacerlo, estuve pensando en Izan, sus ideas, en todo en lo que me estoy metiendo y las palabras de la carta de Julieta rondan en mi mente a cada momento.-Buenos días - saluda Izan sentadose en la cama cuando los primeros rayos solares se asoman por la ventana de nuestro cuarto.-Hola, Buenos días ...- respondo con un hilo de voz, intentando no sonar trasnochada.-¿Que pasó, porque estás con esa cara? - pregunta analizandome mejor.-Por nada,- respondo rápidamente intentando que no se de cuenta de mi preocupación- es que estoy un poco entusiasmada y algo ansiosa con lo que me tienes preparado en la Toscana.-¿Solo por eso? - pregunta alzando una ceja - podría jurar que estás preocupada y hasta triste.-Te estas equivocando - respondo rápidamente poniéndome de pie - Vamos chico hermoso, es hora de irnos.-Muy bien - responde entusiasmado, aplaude dos veces mientras se pone de pie - me ducho, tomo las pastil