Pasaron cinco días desde que me uní a Ízan en esta loca aventura, seguimos viajando por Italia, ahora nos trasladaremos a Verona, tengo ganas de conocer el lugar donde William Shakespeare situó la historia de "Romeo y Julieta"
He pensado mucho en nuestra situación desde el día en que nos besamos en Pompeya, por obvias razones nuestra relación ya pasó a una segunda instancia, pero yo, todavía dudo, es difícil aceptar que cada día que pasa el tiempo a su lado se acorta, todavía tengo miedo a la perdida y a ese sentimiento de vacío y dolor que puede dejarme su ausencia.
Me estoy acostumbrando a él y eso no está bien, dormimos juntos desde esa noche que descaradamente me pidió que vaya a su cuarto, cada vez más juntos pero nunca pasando a lo sexual, es algo que todavía no puedo comprender ¿Tal vez no me desea o tal vez solo soy su tabla de salvación? Algunas veces me incomoda pero tampoco quiero pasar por fácil y ser yo quien insinué algo indebido.
Llegamos
- ¡Es gracioso! - exclamo echada en el torso desnudo de Ízan - desde anoche que no salimos del cuarto y ya es de tarde, ni siquiera fuimos a comer.- Mentira, tu saliste muy temprano - responde sonriente - pero pedimos al cuarto, no tenía ganas de salir, estuve muy bien todo el día.- ¡Oh, cierto! - respondo asustada, ¡me olvidé hacer algo! - debo ir a la casa de Julieta me tenían una respuesta- salto de la cama y empiezo a vestirme con rapidez.- Te acompañaré - Ízan se pone en pie, empieza a vestirse intentando apresurarse.- ¿Porque me dijiste, cuando volví de la casa de Julieta, que no me recriminarías si me fuera? - pregunto mientras me cepillo mi cabello.- Porque no puedo obligar a nadie a que se quede a mi lado, además comprendo, es un peso muy fuerte el que uno se coloca en sus hombros con una persona que está en la misma situación que la mía, nunca te obligaré a que te quedes a mi lado, cuando quieras puedes irte, jamás te recriminaré na
Aunque intenté dormir no pude hacerlo, estuve pensando en Izan, sus ideas, en todo en lo que me estoy metiendo y las palabras de la carta de Julieta rondan en mi mente a cada momento.-Buenos días - saluda Izan sentadose en la cama cuando los primeros rayos solares se asoman por la ventana de nuestro cuarto.-Hola, Buenos días ...- respondo con un hilo de voz, intentando no sonar trasnochada.-¿Que pasó, porque estás con esa cara? - pregunta analizandome mejor.-Por nada,- respondo rápidamente intentando que no se de cuenta de mi preocupación- es que estoy un poco entusiasmada y algo ansiosa con lo que me tienes preparado en la Toscana.-¿Solo por eso? - pregunta alzando una ceja - podría jurar que estás preocupada y hasta triste.-Te estas equivocando - respondo rápidamente poniéndome de pie - Vamos chico hermoso, es hora de irnos.-Muy bien - responde entusiasmado, aplaude dos veces mientras se pone de pie - me ducho, tomo las pastil
Después de unos maravillosos días en la Toscana, continuamos con nuestro viaje, nuestra próxima parada es Roma, la gran capital Italiana.Llegamos en ka mañana el sol ilumina maravillosamente las calles, entramos a un hermoso hotel de grandes pasillos muy elegantes, miro todo asombrada.- En mi vida entré a un hotel así - comento mirándolo todo maravillada.- No te sorprendas tanto, Franchesca, no todo lo que brilla es oro, me la pasé en estos hoteles todo el tiempo y algunas veces parecen jaulas de cristal.- ¿Será porque siempre estabas de negocios? - pregunto rápidamente.- Puede ser...Ízan camina hasta la recepción, pide la llave de un cuarto, después me toma de la mano y nos dirigimos a un hermoso ascensor de vidrio templado.- Dejamos al grupo del tours colgados - comento mientras subimos.- Sinceramente nunca fui un ser muy
Quisiera olvidar este momento que estamos viviendo, no me gusta ver a Izan en este estado de desesperación y frustración, lo miro después de haberlo abrazado unos largos minutos, todavía las emociones están muy presentes, limpio con mis manos su rostro que está lleno de lágrimas y desesperación intentando que eso sea suficiente para mejorar su semblante y su ánimo.- ¡Ya pasó! - exclamo intentando consolarlo aunque no sé si lograré hacerlo - ¡Ya pasó, todo está bien!Ízan traga saliva, me suelta y camina en dirección a la ventana, dándome la espalda.- Disculpa el exabrupto - explica con voz ronca- pero creo que solo te estoy haciendo daño.- Eso no es verdad, - respondo acercándome a él para abrazarlo y darle un beso en la espalda- tú me haces muy feliz, no importa lo demás.-¿Sabes que ésto no mejorará, más bien será peor? ¿Verdad? - pregunta pero suena más a una advertencia- no quiero que estés cuando los síntomas se pre
Abro los ojos, ya es tarde, no me di cuenta cuánto dormí, por la ventana se escucha el barullo de las calles de Roma, otro día comenzó, tocó a mi lado, Ízan no está, me pongo de pie y me dirijo al baño, escucho el agua caer, debe ser que se está duchando, debo aceptar que esas desapariciones me asustan, podría estar teniendo un ataque y yo sin imaginar lo que le está sucediendo, sé que no le agrada contarme cuando se siente mal y eso me pone aún mucho más nerviosa todavía, desearía que lo haga, así estaría mucho más atenta y menos nerviosa y preocupada.Toco la puerta, después de pensarlo varias veces, solo para cerciorarme que todo esté bien.- Buenos días, amor ¡¿Todo está bien?! - pregunto un poco titubeante.-Sí, cariño, ¿Quieres entrar? - pregunta desde dentro del baño, eso no tiene que repetirlo dos veces, abro la puerta me saco el salto de cama rápidamente y me acomodo a su lado en la bañera - ¡buenos días! - exclama sonriendo y me da un largo y dulce
Volvemos al hotel después de un largo paseo por la pequeña Villa donde almorzamos, nos quedamos más de la cuenta en el lugar porque la gente es muy buena y muy dulce, nos trataron muy bien, fue una maravillosa tarde, para volver tuve que convencer a Ízan para que me deje manejar el Ferrari de vuelta, por suerte aceptó aunque a regañadientes y volví a sentir correr la adrenalina que solo un auto como éste puede dar, gracias a los Italianos por este excelente auto, por la física y por la velocidad.-¡Ese viaje fue alucinante! - exclamo entusiasmada mientras subimos por el ascensor del hotel - y no solo lo digo por el auto, me gustó mucho la comida y la gente de esa pequeña villa.-Sí, la pasamos muy bien, a mi también me gustó mucho la comida y la gente, fueron muy amables con nosotros.-¿Tendremos todavía el Ferrari?-Sí, unos días más, hasta irnos a Venecia.-¿Podré volver a manejarlo? - pregunto pestañeando con coquetería.-Lo pen
Después de la pelea con Izan, subí al cuarto un poco frustrada y deprimida, entro al cuarto, me saco los zapatos y me dirijo al baño, estoy todavía molesta pero también siento culpabilidad, entiendo el hecho de que Izan intentó defenderme pero no era la manera de hacerlo, tal vez su enfermedad hace que se exalte más de la cuenta, o quizás son el efecto que producen sus pastillas y yo le recriminó olvidando que tiene un tumor cerebral que le está carcomiendo la existencia, cada día, es muy triste aceptarlo y eso me duele y me desespera, ahora comprendo su desesperación de que lo deje, prefiere que me vaya para no hacerme sufrir pero ya tomé una decisión y estaré firme a su lado, lo amo, lo adoro con toda mi alma y lo acompañaré hasta el último día de su existencia, no importa lo difícil que se ponga, estaré ahí dándole
Salgo del baño con mis cosas en las manos, sé que tengo cara de culpable pero intento disimular, sigo todavía nerviosa por lo que hice pero estoy segura que será lo correcto.Miro a Ízan, está levantando algunas cosas de las gavetas y colocándolas en su maleta.- ¿Vamos a la agencia a dejar el auto? - pregunta levantando la mirada para verme.-¿No nos podemos quedar con el? - exclamo divertida.- Mañana nos vamos a Venecia y ahí no necesitamos un Ferrari - sonríe divertido - a no ser que quieras ahogarlo en los canales, en las islas griegas viajaremos en un yate, ¿donde meteremos el auto, mi amor?- ¿Lo puedo llevar yo a la concesionaria? - preguntó abriendo los ojos suplicante.- No, me toca a mí, ¿quedamos en eso, no? - guiña el ojo y camina hacia la puerta, estirando su mano para que la tome - te daré las llaves unas cuadras antes para que te diviertas un poco con antes de que lo entreguemos.- Ok - respondo suspirando frustrada, por lo m