Quisiera olvidar este momento que estamos viviendo, no me gusta ver a Izan en este estado de desesperación y frustración, lo miro después de haberlo abrazado unos largos minutos, todavía las emociones están muy presentes, limpio con mis manos su rostro que está lleno de lágrimas y desesperación intentando que eso sea suficiente para mejorar su semblante y su ánimo.
- ¡Ya pasó! - exclamo intentando consolarlo aunque no sé si lograré hacerlo - ¡Ya pasó, todo está bien!
Ízan traga saliva, me suelta y camina en dirección a la ventana, dándome la espalda.
- Disculpa el exabrupto - explica con voz ronca- pero creo que solo te estoy haciendo daño.
- Eso no es verdad, - respondo acercándome a él para abrazarlo y darle un beso en la espalda- tú me haces muy feliz, no importa lo demás.
-¿Sabes que ésto no mejorará, más bien será peor? ¿Verdad? - pregunta pero suena más a una advertencia- no quiero que estés cuando los síntomas se pre
Abro los ojos, ya es tarde, no me di cuenta cuánto dormí, por la ventana se escucha el barullo de las calles de Roma, otro día comenzó, tocó a mi lado, Ízan no está, me pongo de pie y me dirijo al baño, escucho el agua caer, debe ser que se está duchando, debo aceptar que esas desapariciones me asustan, podría estar teniendo un ataque y yo sin imaginar lo que le está sucediendo, sé que no le agrada contarme cuando se siente mal y eso me pone aún mucho más nerviosa todavía, desearía que lo haga, así estaría mucho más atenta y menos nerviosa y preocupada.Toco la puerta, después de pensarlo varias veces, solo para cerciorarme que todo esté bien.- Buenos días, amor ¡¿Todo está bien?! - pregunto un poco titubeante.-Sí, cariño, ¿Quieres entrar? - pregunta desde dentro del baño, eso no tiene que repetirlo dos veces, abro la puerta me saco el salto de cama rápidamente y me acomodo a su lado en la bañera - ¡buenos días! - exclama sonriendo y me da un largo y dulce
Volvemos al hotel después de un largo paseo por la pequeña Villa donde almorzamos, nos quedamos más de la cuenta en el lugar porque la gente es muy buena y muy dulce, nos trataron muy bien, fue una maravillosa tarde, para volver tuve que convencer a Ízan para que me deje manejar el Ferrari de vuelta, por suerte aceptó aunque a regañadientes y volví a sentir correr la adrenalina que solo un auto como éste puede dar, gracias a los Italianos por este excelente auto, por la física y por la velocidad.-¡Ese viaje fue alucinante! - exclamo entusiasmada mientras subimos por el ascensor del hotel - y no solo lo digo por el auto, me gustó mucho la comida y la gente de esa pequeña villa.-Sí, la pasamos muy bien, a mi también me gustó mucho la comida y la gente, fueron muy amables con nosotros.-¿Tendremos todavía el Ferrari?-Sí, unos días más, hasta irnos a Venecia.-¿Podré volver a manejarlo? - pregunto pestañeando con coquetería.-Lo pen
Después de la pelea con Izan, subí al cuarto un poco frustrada y deprimida, entro al cuarto, me saco los zapatos y me dirijo al baño, estoy todavía molesta pero también siento culpabilidad, entiendo el hecho de que Izan intentó defenderme pero no era la manera de hacerlo, tal vez su enfermedad hace que se exalte más de la cuenta, o quizás son el efecto que producen sus pastillas y yo le recriminó olvidando que tiene un tumor cerebral que le está carcomiendo la existencia, cada día, es muy triste aceptarlo y eso me duele y me desespera, ahora comprendo su desesperación de que lo deje, prefiere que me vaya para no hacerme sufrir pero ya tomé una decisión y estaré firme a su lado, lo amo, lo adoro con toda mi alma y lo acompañaré hasta el último día de su existencia, no importa lo difícil que se ponga, estaré ahí dándole
Salgo del baño con mis cosas en las manos, sé que tengo cara de culpable pero intento disimular, sigo todavía nerviosa por lo que hice pero estoy segura que será lo correcto.Miro a Ízan, está levantando algunas cosas de las gavetas y colocándolas en su maleta.- ¿Vamos a la agencia a dejar el auto? - pregunta levantando la mirada para verme.-¿No nos podemos quedar con el? - exclamo divertida.- Mañana nos vamos a Venecia y ahí no necesitamos un Ferrari - sonríe divertido - a no ser que quieras ahogarlo en los canales, en las islas griegas viajaremos en un yate, ¿donde meteremos el auto, mi amor?- ¿Lo puedo llevar yo a la concesionaria? - preguntó abriendo los ojos suplicante.- No, me toca a mí, ¿quedamos en eso, no? - guiña el ojo y camina hacia la puerta, estirando su mano para que la tome - te daré las llaves unas cuadras antes para que te diviertas un poco con antes de que lo entreguemos.- Ok - respondo suspirando frustrada, por lo m
Salimos de Roma muy temprano en la mañana con dirección a Venecia, Ízan a estado un poco extraño después de lo que sucedió en el restaurante, he notado que abre y cierra la mano izquierda insistentemente, eso me pone nerviosa puesto que quiere decir que algo no anda muy bien von él, he dado vueltas en el asunto; al comienzo no deseo preguntar pero cuando observo que sigue haciéndolo y su rostro es de preocupacion y de dolor, decido arriesgarme y preguntar.- ¿Estás bien?- Si, todo bien - sonríe intentando minimizar la molestia - pronto llegaremos a Venecia - responde intentando cambiar de tema.-¿Te duele la mano? - pregunto nerviosa mirando como la mueve.-No, solo es una molestia sin importancia - responde negando su molestia.-¿Que tienes planeado para Venecia? - pregunto cambiando el tema para que piense en otra cosa que no sea su mano.<
Aunque la tormenta emocional de lo que nos sucedió el día de ayer nos sigue atacando, estamos listos para viajar a Grecia, dejamos atrás a la bella Italia, después de haber pasado casi dos meses paseando por sus más hermosos lugares, sus ciudades nos unieron, gracias a ellas estoy al lado del hombre más maravilloso de este mundo, para mí es como si le robara tiempo al tiempo solo para estar al lado de mi amado Izan, mientras el tiempo nos lo permita y nos regale un poco más, estaré a su lado dándole lo mejor de mi.Llegamos a eso de las once de la mañana, lo primero que observo es que Atenas es muy distinta a Roma es una hermosa y maravillosa ciudad, nunca imaginé que fuera así de bonita.Estoy alucinada por todo, damos un pequeño paseo después de bajar del avión hasta llegar a un hotel de cinco estrellas, es muy bonito y elegante, lo observo sorprendida ni bien entramos al lobby, nos acercamos a la recepción, Izan salida a una muchacha simp
Los días han pasado rápidamente, me gustó mucho Atenas, es una hermosa ciudad donde se mezcla lo antiguo y lo moderno, conocimos la mayor parte de la parte antigua de la ciudad, La Acrópolis y el Partenón, nuestros paseos son mucho mejor que en un grupo de personas que no conocemos, nos llevamos mejor solos e intentamos divertirnos de la misma manera.Estos días estuve viendo mejor a Izan, eso quiere decir que esa medicacion lo está ayudando, aunque sus dolores de cabeza han vuelto, piensa que no me doy cuenta pero noto su malestar.Hubiera querido quedarme un poco más, pero hoy nos embarcamos con dirección a las Islas griegas, ya nos está esperando su Yate en la Bahía.Muy temprano en la mañana me pongo de pie para sacar algo que preparé para el cumpleaños de Izan, la verdad es que no quiero regalarle alguna cosa material, lo mejor que puedo regalarle son momentos, tomo mi vestido Versace, me arreglo lo mejor que puedo para él y espero mi sorpresa m
Después de colocarme el hermoso traje de novia, me miro en el espejo que hay en el cuarto del yate, es maravilloso, no sé cómo hace Izan estás cosas pero es tan sorprendente como lo organiza todo, su entusiasmo es contagioso y mi dicha lo es más, en estos momentos lo tengo todo, hoy me caso con el hombre más maravilloso del mundo y estoy esperando al amor, sé que está dicha será pasajera, pero valdrá cada minuto para ambos.Al descender del barco, quedo embobada y maravillada con la escena, las flores en el sendero, en el altar donde se encuentra el juez de paz que está esperándonos al final del sendero de flores, sé que solo seremos nosotros en este momento pero no quisiera a nadie más a mi lado, soñé siempre casarme y que mejor con mi príncipe azul.Ízan se ve muy guapo con su traje de gala, nunca creí que escapar de mi realidad me iba a llevar directo al amor de mi vida, lo observo mientras me espera al lado del juez de paz y mis pies son de goma, quiero desmaya