Cuando Izan termina de vestirse, el médico nos trae unos papeles para que los firme, por lo que puedo leer es un desestimiento de tratamiento, Izan toma los papeles y los firma casi sin leerlos, no me habla, ni tampoco me mira, tiene un rostro de molestia y fastidio, lo noto fácilmente y me hace sentir mal, está molesto conmigo y su silencio me está matando lentamente.
Después de firmar los papeles, me toma de la mano y me saca lo más rápido que puede del hospital, en la puerta llama un taxi, cuando se detiene en frente de nosotros me mete a la parte de atrás y después se acomoda en el asiento del copiloto.
Mientras el taxi avanza, miro por la ventana, esto es desesperante, mi ansiedad me está volviendo loca, si pudiera golpearme la cabeza con el vidrio lo hago ¡Joder! Nunca debí comportarme como lo hice, desearía hablar con Izan, pero es como si hubiera puesto una barrera e
- ¿Hablando de cosas importantes? - Pregunto mirando a Ízan acomodada en su pecho - ¿Algún otro objeto simbólico del que tenga que saber ?- Si hablas de objetos que tengan algún tipo de sentimiento, pues... - piensa unos minutos después se pone de pie y saca de su bolsillo de su pantalón una esclava de plata - la esclava de mi tío, pero esto nunca me perteneció, o bueno es lo que siempre pensé, para mí siempre le pertenecerá a él.- ¿Porque piensas eso? - pregunto mientras Ízan vuelve a la cama con la esclava en la mano.- El día antes de que escapemos de Yugoslavia, mi tío fue asesinado en frente de nosotros...- Si, me lo contaste.- Cuando ví como le disparaban - comenta mientras yo tomo la esclava en la mano y la observo con atención, es hermosa, de plata pura - observé todo en cámara lenta, ví como caía y como la esclava se rompía y salía de su muñeca, corrí arriesgándome a ser disparado para recuperarla, hubiera querido ay
En estas fechas tan solo intenté escapar a ese lugar donde me olvido de la realidad y del poco tiempo que nos queda, la verdad que es muy difícil olvidar pero algunas veces hay que obligar al cerebro a que lo haga por lo menos unos momentos.Estas semanas antes de Navidad, nos pasamos de tienda en tienda, paseando por Budapest comprando el árbol, muchos adornos navideños y un pesebre.En la noche nos dedicamos a arreglar nuestra casa hasta sentirnos satisfechos con el trabajo, la casa se ve llena de vida, con millones de luces y colores que alegran a la vista, me fascina, está perfecta.- Estoy pensando que regalarte - comento abrazandolo - ¿Tienes alguna idea?- Ninguna - responde negando con la cabeza- ¿Que puedes regalarle a un moribundo?- ¡¿Puedes dejar por lo menos por estas fechas ese tu humor negro?! - pregunto mirándolo con el ceño fruncido, estoy intentando negarlo pero Izan no me deja que lo haga, es un poco frustrante.- Está bien, no
Pues... cómo llegó la Navidad, una semana después llegó el Año Nuevo, esta noche es 31 de diciembre, así que ahora, nos dedicamos a preparar una celebración solo para dos, dentro de nuestra casa, Ízan no está con ganas de salir, y es comprensible, además con la única persona que desearía pasar esta fecha es solo con él, tampoco quiero salir, deseo quedarme a su lado todo el tiempo posible, sé que ya estamos en números rojos y cada hora, minuto o segundo a su lado es importante.Toda el día nos dedicamos a hacer compras, es divertido darme cuenta que Izan no compró nunca cosas en supermercados como lo hacía yo, me hace gracia verlo tan sorprendido mientras caminamos por la tienda.-¿En serio, no hiciste compras nunca? - pregunto acarreando el carrito por los pasillos del supermercado.-No, tenía una persona
- ¡Por favor! Dime que me puedes ver - suplico desesperada al escuchar sus palabras- ¡que es uno de tus ataques!, ¡que va a pasar! - repito al borde de un ataque.- No creo que pase esta vez, Franchesca...mi vista se nubló totalmente - responde con la voz temblorosa.Pongo mis manos en sus ojos, aprieto con fuerza y desesperada empiezo a rezar, hace tiempo que no lo hacía, creo que me peleé con Dios el día que se llevó a mis padres pero en estos momentos lo necesito, necesito que me escuché, Izan debe verme, unos segundos después suelto mis manos con esperanza que me diga que me puede ver, aunque sea borroso pero él tiene una mirada extraña, algo que nunca vi en él.- ¿Me vez? - pregunto esperanzada sin perder mi ansiedad- ¿Ya pasó?- No, - responde intentando sonreír pero niega con la cabeza con tristeza - no puedo ver nada, estoy ciego, el
Pasaron unas semanas, desde que la realidad nos golpeó con dureza todavía sigo acostumbrándome a la idea de la ceguera de Ízan además de los otros síntomas que se le están acrecentando, cada día un poco más; cada vez que toma algo con su mano lo hace caer, las pastillas ya no le ayudan como antes, intento que él no se de cuenta de mi depresión, aunque sollozo todo el tiempo pero se da cuenta cuando lo hago y terminamos peleando porque él no quiere verme así, sigue intentando convencerme que esto no es para tanto y que debo acostumbrarme a la idea pero no es fácil, no soy de piedra, cada vez que veo su estado me desespero, no puedo evitarlo.Estás semanas están siendo muy difíciles, es una realidad que debo aceptar pero estoy segura que el único lugar donde debo estar es a su lado, hasta el final.Es de mañana, muy temprano, doy vuelta sonriendo, estoy intentando mantenerme positiva y cambiar mejor mi carácter, observo a Ízan, al verlo me doy cuent
Siento un apretón en mi mano, abro los ojos rápidamente pensando que Ízan despertó pero mis esperanzas son en vano lo miro él sigue igual, en la misma posición, ya no se mueve y mi corazón se rompe más y más, está en pedazos desde que me dijeron que ya no despertará.- Ya sé que todo estará bien - susurro en su oído después le doy un beso en la mejilla siento su barba punzarme - te creció la barba, mi amor, creo que tienes que estar guapo para volver a Croacia y no con esa barba descuidada, ¿No querrás que tú familia te vea tan descuidado?Tocó el timbre del cuarto para llamar a alguien, unos minutos después aparece una enfermera.- ¿Por favor, podría conseguirme un rastrillo y un poco de espuma para afeitar? - pregunto ni bien la veo entrar.- ¿Es para el señor? - pregunta analizando mi pedido.- Sí, - respondo intentando sonreír- es que quiero rasurar su barba, debe volver simpático a Croacia.- Le preguntaré al doctor y si me da per
Me quedo mirando al cielo hasta que ya no puedo ver el helicóptero, mi corazón se fue con él, ahora me siento perdida y muy sola, después camino de vuelta al cuarto, recojo las cosas de Ízan, las meto en el bolsón, creo que todo lo estoy haciendo en automático, soy un autómata, no sé cómo me siento todavía, estoy vacía, es como si él se hubiera llevado mi alegría y toda mi energía.Salgo del hospital sin hablar con nadie, no quiero hacerlo, no deseo dirigirle la palabra a ninguna persona, tan solo deseo volver a casa.Tomo un taxi, tan solo logro indicar la dirección, me acomodo atrás, pongo mi cabeza al vidrio mientras el taxi parte logro observar las calles al pasar, veo a la gente que está en las calles sonríe y se divierte, como si no tuvieran ninguna preocupación, ahí comprendo como es la vida, mi corazón está destrozado, pero al frente mio los demás están felices, ese es el contraste de la vida, diría Izan.Cuando llegó a la casa tiro el bol
Una media hora después llegamos a un aeropuerto separado del aeropuerto principal, este es más pequeño, los empleados de Izan sacan las cosas mientras me invitan a sentarme en una sala muy elegante, me acomodo en un asiento y miro pasar a todos mientras meten y sacan cosas.Sigo con la batería baja, deprimida y triste, triste por dejar todo atrás, triste porque no volveré a verlo nunca más y triste porque estoy vacía, es difícil afrontar mi vida después de... Ízan.Unos quince minutos después me invitan a subir a un hermoso avión, tiene todas las comodidades, es enorme, nunca creí que existieran estos aviones, yo siempre viajé en aviones públicos, atiborrados de gente, donde no había ninguna clase de comodidades, sigo pensando que los millonarios son muy excéntricos hasta con estos aviones.El viaje en avión privado es más d