“¡Esta loco!”
El miedo se apodera de mi porque probablemente estaba con un posible psicópata, “mis padres tenían razón, no debí ir a esa casa” quise quitármelo de encima pero no pude, es como si fuera una piedra la que estuviera sujetándome
—Escúchame bien, —mis piernas comienzan a temblar cuando siento su mano rodear mi cuello —Eres mía… nadie puede acercarte a ti, si lo hace, tu pagaras las consecuencias.
Mi vista se nubla mientras siento que mi corazón corre para esconderse ante el miedo que estaba sintiendo, el aura que emana de este chico me causa tanto terror que no tuve más opción que aceptar sus condiciones.
—Nos vamos a divertir mucho. —lo escalofriante que sonó eso me hizo llorar —Elizabeth, —se rie al decir mi nombre como si fuera divertido—ni siquiera eres digna de portar un nombre tan hermoso ya que eres… fea.
El se alejó de mí mientras yo me quedo paralizada sin creer que esto me esté pasando, me quedé en el callejón mientras mi cuerpo se desliza lentamente hasta caer sentada sin poder dejar de llorar, me acurruco de forma fetal mientras lo ultimo que dijo se repite en mi cabeza. “eres fea”.
No se por cuento tiempo me quedé llorando, solo sé que era mas oscuro y el día se había acabado. Me fui a casa y al llegar mi madre notó que tenía los ojos hinchados. Me preguntó si había pasado algo ya que llegué tarde de la escuela, no acostumbro a llegar tarde así que para ellos algo pasó.
—un chico… —me detuve a pensar en la mirada de ese chico nuevo —Un chico me invitó a comer un helado… creí que era porque le gustaba, pero... yo lo malinterpreté y estuve llorando por eso, creí que le gustaba a alguien por primera vez.
Mi mamá me abraza, observo que mira a mi padre y él sonríe con tristeza, se acerca a mi y me dice que es mejor así ya que siempre seré su bebé, ellos siempre se preocupan por mí, me cuidan demasiado y a veces eso me gusta pero a veces creo que es por eso que soy frágil ante cualquier intento de defenderme ya que ellos lo hacen por mi.
Me pude tranquilizar después de unas horas encerrada en mi habitación, la soledad es la única donde encuentro consuelo y paz, inhalo profundo y de la nada mi celular vibra, me pareció extraño ya que nadie me escribe o llama, no tengo amigos.
“¿Puedes cuidar nuestra hija el fin de semana?”
Era la madre de ese loco, no, no… volver ahí es como regresar a la boca del lobo y yo prefiero mantenerme alejada de ese chico, se nota que es igual a los demás, rechacé su oferta pero ella me envió un mensaje diciendo que me pagaría mas por el fin de semana, pienso en que el dinero que me dio la primera vez, me vino de maravilla ya que solventamos algunos gastos para la comida.
Recibo otro mensaje de ella y esta vez me dice lo que me pagaría dejándome con la boca abierta porque es mas de lo que me imaginé, pero había una condición, debía quedarme en su casa y eso me erizó la piel por completo porque ya quedarme es un peligro eminente.
“Lo siento no puedo quedarme por la noche a dormir, mis padres no me dejarían”
“La casa es muy grande así que no hay problema, solo es una noche, por favor, sé que eres una buena chica en la primera que confiamos y por eso te lo pido, piénsalo y me das una respuesta en dos días”.
No había nada que pensar, no después de lo que pasó con ese chico, el solo pensar en la idea me aterra, puede llegar a hacer cualquier cosa y… no, no, no. Definitivamente es un rotundo no.
Llegué a la escuela con los ánimos por los suelos ya que quería regresarme a casa porque sabia lo que me esperaba. De la nada, antes de entrar a la escuela siento un fuerte golpe en mi hombro que me hizo dejar caer mi mochila al suelo, el intenso dolor en mi brazo me hizo ver lo que había pasado.
—¡¡Touchdown!!
Todos comenzaron a reírse mientras entran a clases y recogen el balón con el que me acaban de golpear, “¿Por qué me hacen esto?”.
Tuve que ir a enfermería, la enfermera me dio un analgésico para el dolor mientras me dice que debo tener mas cuidado a la próxima, la excusa de la puerta no me la creyó por supuesto, pero a ella no le importó si mentía o no.
Saliendo de la enfermería escuché unos extraños ruidos provenir de los baños, al comenzar a caminar lejos de él, pude ver que el mismo loco que me reclamo suya, sale de los baños de chicas besándose con una de las porristas, nuestras miradas se cruzaron pero como si no me hubiera visto, sujeta el trasero de la chica y la mete nuevamente a los baños, pero ella salió corriendo en una especie de juego para que lo siguiera pero no lo hizo, al ver que venía hacia a mi quise huir pero choqué contra un chico y este me empujó haciendo que el golpe de la pelota regresara con más fuerza
—No puede ser… ¡Mira, ya manchaste mi chaqueta con kétchup!
No podía levantarme al ver que venia a golpearme, pero de la nada ya no tenia su imagen si no la espalda de alguien más, de pronto el chico que quiso golpearme estaba en una rodilla, estaba incrédula de lo que estaba viendo, Damián tenia su puño y le hizo una llave que lo hizo quejarse.
—Ella me pertenece, entiendes. Solo yo puedo tocarla.
—Si, amigo. ¡ah!..
El chico cae al suelo, se levanta enseguida y dice que sabia que era extraño por los gustos que tenia, pero el aclara que desde ahora… yo, sería su juguete nuevo por lo que el chico se va sin decir nada. Cuando vuelve su vista hacia mi me quejo por la brusquedad al levantarme.
—Te dije que nadie debía tocarte.
—¿Qué? pero si…
—Te veo el fin de semana en mi casa, porque iras y te quedaras o lo vas a lamentar.
Mis padres no querían que fuera y que me quedara fuera de casa, la ultima vez que me quedé fuera terminó en un desastre que me hizo encerrarme por semanas en mi habitación sin comer lo que normalmente consumo, no quería decirles la razón de que me veo obligada por ese chico y les dije que el pago nos ayudaría por un mes al menos y que nada podría pasar porque la casa e grande y que solo estaríamos la pequeña y yo—Elizabeth… no tienes que hacerlo, el próximo pago que me darán es bueno y…—No puedo retractarme y lo sabes papá, ellos me están esperando y decirles que no a ultima hora es que quede mal con ellos. Te prometo que les enviaré un mensaje cuando llegue.Mis padres estaban angustiados y me pidieron que los llamara para que así pudieran estar mas tranquilos así que les dije que lo haría. Al bajar del autobús con una pequeña maleta con lo necesario para estar aquí y para mis tareas, ellos fueron breves con las explicaciones de lo que debía hacer, la niña estaba despierta y me dio
ELIZABETHLa paranoia no me deja en paz y lo único que hago, es huir de él porque no quiero involucrarme mas con esta familia y mucho menos con Damián, sus padres confían en mi y no quiero que piensen que soy una de las tantas chicas que andan detrás de los huesos de su atractivo hijo—Liz, ¿te quedas conmigo hasta que me duerma?—Claro.A diferencia de él, su hermana es un ángel muy hermoso que quieres solo mimar, ella es tan adorable que no puedo decirle que no en nada, por mi estaba bien quedarme con ella ya que así evitaría que me siga su hermano torturándome y no sé cómo tomar sus torturas“Ella me pertenece, entiendes. Solo yo puedo tocarla.”Al recordar lo que dijo mi corazón se altera sin entender porque, pero luego el miedo me invade ya que él asegura de que seguro estuve soñando con él ya que soy tan boba que seguramente tengo sueños extraños con él “Fea y rara, perfecta combinación”La crueldad no tiene limites para él, solo espero que esto se acabe y que encuentre a alguie
El ritmo de mi respiración estaba cambiando rápidamente, no pude dormir ni un poco y no hago más que ver la hora en mi celular, tenía sed pero mi temor de encontrármelo me paraliza demasiado, las horas pasaban y sin darme cuenta era domingo por la mañana. Después de que se burlaba de mi cuando me dijo que me quitará la camisa y que yo lo hiciera, se río de mi y eso me dolió de alguna forma porque pensé que cuando me desnudara frente a un chico pensé que le gustaría verme y en cambio me llamó plana, tabla de planchar y se largó dejándome peor que antes al sentirme inconforme con mi cuerpo. —¡Buenos días! Cuando veo a una niña de diez años me quedo desconcertada, “no era una niña de seis” froto mis ojos mientras intento no perder la cordura estando en esta casa, ella actúa como si nada hubiese pasado así que finjo no ver diferencia en ella y la saludo de la misma forma que ayer. Ella me propone desayunar juntas así que dije que ya bajaría, me di una ducha y vestí rápidamente, no tuve
—¿Estas bien? —Skay revisa mi brazo —Ay no, te quedó marcado.La expresión sombría de Damián daba tanto miedo que ni siquiera su novia podía encontrar alguna excusa creíble para él. Skay me habla pero yo sigo sin reaccionar, entonces pude sentir que mi corazón se estaba acelerando demasiado, podía sentir cada latido en mi garganta, podía ser lo que sea, pero esta es la segunda vez que me salva, él asegura que es porque solo él puede hacerlo, pero ahora comienzo a creer que hay algo mas—Damián…—¿A que has venido realmente? Y será mejor que tu respuesta sea convincente porque no sabes las ganas que tengo de matarte ahora mismo.—Yo… solo quería hablar con la niña… pero esta lunática apareció y trató…—Mi hermana no es una persona muy… conversadora y menos contigo.—No yo te juro que es la verdad, solo estábamos hablando, quería acercarme a mi pequeña cuñada…—¿Cuñada? —dijo de forma burlesca —Haber… Camila, dejemos algo en claro. Tenemos sexo, sí. Pero eso no significa que eres mi no
Retractarme ahora de lo que había dicho era imposible, lo tengo frente a mí, ni siquiera sentí la noción del tiempo, estando con él es como si el tiempo pasara tan rápido, como un chasquido que te hace reaccionar y ni recuerdas que perdiste el tiempo—Eso es tonto. —murmuro con una sonrisa triste al sospechar sus intenciones —Alguien como tú no estaría con alguien como yo.Esta vez ya no tenía una sonrisa, al contrario, dejó mi mano y continuó observando el paisaje desde su ventana, por alguna extraña razón su silencio fue como una aceptación a lo que había dicho, cuando llegue a mi parada, me levanté para ir a casa que se encontraba a unas cuadras, pero cuando se levanta de su lugar me detuve y lo observé, salió del autobús y se marchó sin decir nada o mirar atrás, solo pude verlo desaparcare.—¿Vas a salir o no?—Lo siento. —me disculpo con el chofer.—Oye, —volteo a ver al chofer —Porque sales con ese chico, si es apuesto pero es un cretino.Me rio por su comentario. —El no es mi n
—Cariño… hija…—Mmm…—Hija, despierta. —me levanté con pereza. Bostezo mientras le digo que aún es temprano —¿Liz, cariño, son las tres de la tarde. —¿Qué? Abrí mis ojos por completo al escuchar que ya era tarde. Busco mi reloj y me doy cuenta que tiene razón, son las 3 de la tarde. “¿Qué es lo que pasó?” Recuerdo que anoche… Damián vino aquí… estaba empapado, estaba desnudo cuando le traje chocolate a mi habitación, nos besamos y luego… Todo se volvió confuso y no recuerdo lo que pasó después. “No puede ser, me dormí y solo estuve soñando nuevamente,” si, seguramente solo era un sueño, él no podría besarme, pero.. lo que dijo… se sintió tan real que aun recuerdo sus palabras. —¿Y eso?. —¿Qué?..Mi madre se acerca y hace mi cabeza a un lado, toca una parte de mi cuello pero luego baja mi blusa de tirantes que uso para dormir, no se que estaba viendo solo espero que no sea alguna cicatriz que él me haya dejado—Elizabeth… ¿te hiciste un tatuaje? Y sin consultárnoslo.No
—¿Porqué?... —algo me duele dentro de mí —¿Qué te he hecho para que me trates así?. No me quita los ojos de encima. Sabía que no me respondería y que se iría solo riéndose de mi porque soy estúpida y sensible, pero es la verdad, lo que siento, porque me trata así si jamás le he hecho algo malo para sea tan cruel conmigo. —Te trae así porque eres lo peor de este mundo y verte me causa asco. Eres más que un estorbo. Sus palabras fueron como alfileres, miles de ellos incrustándose en mi pecho y causándome un maldito y angustiante dolor que me mata y me ahoga. Se aleja y sale de los baños, mi cuerpo tiembla mientras mi espalda se desliza hasta que caigo sentada al suelo, mis lágrimas se vuelven más gruesas mientras me pregunto porque me duele tanto que haya dicho todo eso, había tanta crueldad en él que no podía con ella Porque no se quedó callado, hubiera preferido que se burlaba de mi, habría sido mejor que escuchar de él que le doy asco y que soy un estorbo. Siempre supe que solo so
No se que es lo que me estaba pasando, no podía ir en contra de su voluntad, quería obedecerle, no separarme de él ya que si lo hacía sentía que mi vida era nada sin él, es como un vacío que me quema por dentro —Ahora entiendes que me perteneces. Cuando su mano se cuela por debajo de mi blusa y sube lentamente mientras su aliento caliente eriza la piel de mi cuello cuando siento su mano derecha abandona mi cintura y comienza a bajar, se deshace del cordón de mi pantalón de algodón, su pulgar juega en mi vientre como si intentará bajar pero al mismo tiempo no. De pronto me petrificada cuando escucho la voz de mi madre en el pasillo, el mueve sus ojos y cubriendo mi boca me arrastras hasta mi habitación, le coloca el seguro. Al escuchar a mi madre entrar y llamarme el miedo me invade.Al intentar verlo me advierte guardar silencio, mi madre venía hacia mí habitación e intentó entrar pero la puerta tenía el seguro.—¿Cariño?.Damián me advierte no decir nada sobre su presencia a