Mis padres no querían que fuera y que me quedara fuera de casa, la ultima vez que me quedé fuera terminó en un desastre que me hizo encerrarme por semanas en mi habitación sin comer lo que normalmente consumo, no quería decirles la razón de que me veo obligada por ese chico y les dije que el pago nos ayudaría por un mes al menos y que nada podría pasar porque la casa e grande y que solo estaríamos la pequeña y yo
—Elizabeth… no tienes que hacerlo, el próximo pago que me darán es bueno y…
—No puedo retractarme y lo sabes papá, ellos me están esperando y decirles que no a ultima hora es que quede mal con ellos. Te prometo que les enviaré un mensaje cuando llegue.
Mis padres estaban angustiados y me pidieron que los llamara para que así pudieran estar mas tranquilos así que les dije que lo haría. Al bajar del autobús con una pequeña maleta con lo necesario para estar aquí y para mis tareas, ellos fueron breves con las explicaciones de lo que debía hacer, la niña estaba despierta y me dio ternura cuando ella tomó mi mano con una sonrisa cuando sus padres se fueron, pero estaba nerviosa porque no solo estábamos nosotras dos, estaba a él a mi lado derecho mientras observamos como el auto se aleja.
—Vamos a jugar. —dijo la niña con emoción en su voz —¡Liz vamos!
Ella me pide jugar, pero yo no soy mucha para los juegos, no tengo hermanos así que no se que tipo de juegos puede jugar una niña de su edad, así que le dije que me sugiriera uno.
—¿Qué tal a las escondidas en el pequeño bosque de la casa? —al verlo a la cara pase saliva ya que tenía una sombría sonrisa en su rostro que no me agradaba porque había algo más —¿Qué opinas hermana?
Para mis desgracias la niña dice que, si alterándome porque seguramente tramaba algo entre manos que no era nada bueno, le dije que, si podíamos jugar otra cosa, pero ella comenzó a hacer pucheros que me conmovieron y no tuve más opción que decirle que sí, pero lo peor es que él dijo que nos buscaría haciendo que mi mente comience a pensar que solo iría por mí.
Comenzó a contar y le dije a la pequeña que nos escondiéramos juntas, no quería que el me encontrara sola, pero ella me dijo que no era parte del juego y que debíamos escondernos separado, quise engañarla, pero ella se fue antes de que pudiera convencerla de lo contrario y no tuve más opción que hacer lo mismo y esconderme, corrí lo mas lejos que pude para que no me buscara a mi si no a su hermana y me quede quieta detrás de unas rocas
Me quedé en silencio para que no me encontrara fácilmente, pero unos gruñidos me hicieron reaccionar “¿Acaso tienen perros?” el miedo recorre mi cuerpo cuando escucho que los gruñidos se van acercando como si supiera donde me encontraba.
Una respiración a mis espaldas me hace congelarme, estaba petrificada ya que era ese mismo gruñido, mis labios no hacen mas que temblar mientras lentamente siento que cambia de posición hasta estar frente a mi, al ver a semejante bestia frente a mi lamiendo sus dientes como si ya sintiera el sabor de mi carne “u–un lobo” jamás en mi vida había visto un lobo tan enorme como ese.
—¡¡Liz!!...
“Skaí”
La niña estaba gritando y había un lobo que se metió a la propiedad, ya me podía ver en prisión por la muerte de la niña y el infeliz ese culpándome por su muerte, un pretexto mas para que me odie y quiera matarme.
—¿Qué?...
Palidezco al ver que el lobo estaba cambiando de forma, hasta que se convierte en él, mi voz no sale y lo único que puedo es tartamudear al ver que sus ojos estaban brillando en un color carmesí mientras una sonrisa escalofriante adorna su rostro.
DAMIAN
Pensé que ella gritaría de terror al verme, pero no, hizo todo lo contrario y se desmayó haciendo que la diversión para mi se acabara. Cabreado gruño mientras la veo inconsciente en el suelo “enserio que es patética” en una situación de peligro ahora ya estaría muerta y devorada por los lobos salvajes.
—¡Ahí están! —Skai corre hacia donde me encontraba y ella frunce el ceño molesta al ver a su niñera en el suelo —¡¿Qué le hiciste?!
Escucharla a ella no es lo que quiero así que la tuve que cargar hasta la casa y dejarla en la habitación que mis padres arreglaron para ella, la observo y verla solo me trae el amargo recuerdo de la bruja que me quitó a mi mate, seguramente es su reencarnación y no voy dejarla en paz, la haré vivir un infierno que se quitara la vida
—Conozco esa mirada, déjala en paz, es una humana, no es.
—Sera mejor que no te metas en esto hermanita, si no quieres que te encierre en tu habitación como esa vez.
—Le diré a mis padres y ellos te echaran como una vez lo hicieron. Nadie te quiere y lo sabes, aunque aparentes con los humanos que eres bueno, todos los nuestros sabemos que no lo eres, no pudiste ni siquiera protegerla a ella.
—¡¡Skai!!. —gruñí cabreado, pero ella me reta de la misma forma desafiándome con su mirada.
—Soy una niña, pero no te tengo miedo, hermano.
De pronto ella despierta y cuando me ve, sus ojos se llenan de miedo, mi hermana pequeña al verla sale diciendo que buscara algo de agua para ella que no decía una sola palabra sin mencionar que no me quitaba los ojos de encima.
—Te desmayaste en el bosque. Cuando te encontré….
—Eres… un lobo.
—¿Perdón? —dije fingiendo no saber de lo que estaba hablando ella —Oye, se que no he sido el mejor pero tampoco es para que me digas lobo, ¿o es que te volviste loca acaso?.
—¡No, yo se lo que vi!....
—¿Y que fue lo que viste exactamente?
Verla confundida me hace reírme de ella porque en verdad la estoy haciendo creer que estaba soñando o que tal vez vio alucinaciones. Me siento al borde de la cama y veo el collar que trae consigo, su cuerpo tiembla cuando mi piel rosa con la suya cuando tomo el collar, mi mano baja un poco poniéndola tensa
—Chica tonta… —me acerco a ella, sintiendo su respiración me doy cuenta que esta demasiado nerviosa —¿Por qué lastimaría algo me pertenece?, tu me perteneces y esta noche… te lo voy a demostrar
ELIZABETHLa paranoia no me deja en paz y lo único que hago, es huir de él porque no quiero involucrarme mas con esta familia y mucho menos con Damián, sus padres confían en mi y no quiero que piensen que soy una de las tantas chicas que andan detrás de los huesos de su atractivo hijo—Liz, ¿te quedas conmigo hasta que me duerma?—Claro.A diferencia de él, su hermana es un ángel muy hermoso que quieres solo mimar, ella es tan adorable que no puedo decirle que no en nada, por mi estaba bien quedarme con ella ya que así evitaría que me siga su hermano torturándome y no sé cómo tomar sus torturas“Ella me pertenece, entiendes. Solo yo puedo tocarla.”Al recordar lo que dijo mi corazón se altera sin entender porque, pero luego el miedo me invade ya que él asegura de que seguro estuve soñando con él ya que soy tan boba que seguramente tengo sueños extraños con él “Fea y rara, perfecta combinación”La crueldad no tiene limites para él, solo espero que esto se acabe y que encuentre a alguie
El ritmo de mi respiración estaba cambiando rápidamente, no pude dormir ni un poco y no hago más que ver la hora en mi celular, tenía sed pero mi temor de encontrármelo me paraliza demasiado, las horas pasaban y sin darme cuenta era domingo por la mañana. Después de que se burlaba de mi cuando me dijo que me quitará la camisa y que yo lo hiciera, se río de mi y eso me dolió de alguna forma porque pensé que cuando me desnudara frente a un chico pensé que le gustaría verme y en cambio me llamó plana, tabla de planchar y se largó dejándome peor que antes al sentirme inconforme con mi cuerpo. —¡Buenos días! Cuando veo a una niña de diez años me quedo desconcertada, “no era una niña de seis” froto mis ojos mientras intento no perder la cordura estando en esta casa, ella actúa como si nada hubiese pasado así que finjo no ver diferencia en ella y la saludo de la misma forma que ayer. Ella me propone desayunar juntas así que dije que ya bajaría, me di una ducha y vestí rápidamente, no tuve
—¿Estas bien? —Skay revisa mi brazo —Ay no, te quedó marcado.La expresión sombría de Damián daba tanto miedo que ni siquiera su novia podía encontrar alguna excusa creíble para él. Skay me habla pero yo sigo sin reaccionar, entonces pude sentir que mi corazón se estaba acelerando demasiado, podía sentir cada latido en mi garganta, podía ser lo que sea, pero esta es la segunda vez que me salva, él asegura que es porque solo él puede hacerlo, pero ahora comienzo a creer que hay algo mas—Damián…—¿A que has venido realmente? Y será mejor que tu respuesta sea convincente porque no sabes las ganas que tengo de matarte ahora mismo.—Yo… solo quería hablar con la niña… pero esta lunática apareció y trató…—Mi hermana no es una persona muy… conversadora y menos contigo.—No yo te juro que es la verdad, solo estábamos hablando, quería acercarme a mi pequeña cuñada…—¿Cuñada? —dijo de forma burlesca —Haber… Camila, dejemos algo en claro. Tenemos sexo, sí. Pero eso no significa que eres mi no
Retractarme ahora de lo que había dicho era imposible, lo tengo frente a mí, ni siquiera sentí la noción del tiempo, estando con él es como si el tiempo pasara tan rápido, como un chasquido que te hace reaccionar y ni recuerdas que perdiste el tiempo—Eso es tonto. —murmuro con una sonrisa triste al sospechar sus intenciones —Alguien como tú no estaría con alguien como yo.Esta vez ya no tenía una sonrisa, al contrario, dejó mi mano y continuó observando el paisaje desde su ventana, por alguna extraña razón su silencio fue como una aceptación a lo que había dicho, cuando llegue a mi parada, me levanté para ir a casa que se encontraba a unas cuadras, pero cuando se levanta de su lugar me detuve y lo observé, salió del autobús y se marchó sin decir nada o mirar atrás, solo pude verlo desaparcare.—¿Vas a salir o no?—Lo siento. —me disculpo con el chofer.—Oye, —volteo a ver al chofer —Porque sales con ese chico, si es apuesto pero es un cretino.Me rio por su comentario. —El no es mi n
—Cariño… hija…—Mmm…—Hija, despierta. —me levanté con pereza. Bostezo mientras le digo que aún es temprano —¿Liz, cariño, son las tres de la tarde. —¿Qué? Abrí mis ojos por completo al escuchar que ya era tarde. Busco mi reloj y me doy cuenta que tiene razón, son las 3 de la tarde. “¿Qué es lo que pasó?” Recuerdo que anoche… Damián vino aquí… estaba empapado, estaba desnudo cuando le traje chocolate a mi habitación, nos besamos y luego… Todo se volvió confuso y no recuerdo lo que pasó después. “No puede ser, me dormí y solo estuve soñando nuevamente,” si, seguramente solo era un sueño, él no podría besarme, pero.. lo que dijo… se sintió tan real que aun recuerdo sus palabras. —¿Y eso?. —¿Qué?..Mi madre se acerca y hace mi cabeza a un lado, toca una parte de mi cuello pero luego baja mi blusa de tirantes que uso para dormir, no se que estaba viendo solo espero que no sea alguna cicatriz que él me haya dejado—Elizabeth… ¿te hiciste un tatuaje? Y sin consultárnoslo.No
—¿Porqué?... —algo me duele dentro de mí —¿Qué te he hecho para que me trates así?. No me quita los ojos de encima. Sabía que no me respondería y que se iría solo riéndose de mi porque soy estúpida y sensible, pero es la verdad, lo que siento, porque me trata así si jamás le he hecho algo malo para sea tan cruel conmigo. —Te trae así porque eres lo peor de este mundo y verte me causa asco. Eres más que un estorbo. Sus palabras fueron como alfileres, miles de ellos incrustándose en mi pecho y causándome un maldito y angustiante dolor que me mata y me ahoga. Se aleja y sale de los baños, mi cuerpo tiembla mientras mi espalda se desliza hasta que caigo sentada al suelo, mis lágrimas se vuelven más gruesas mientras me pregunto porque me duele tanto que haya dicho todo eso, había tanta crueldad en él que no podía con ella Porque no se quedó callado, hubiera preferido que se burlaba de mi, habría sido mejor que escuchar de él que le doy asco y que soy un estorbo. Siempre supe que solo so
No se que es lo que me estaba pasando, no podía ir en contra de su voluntad, quería obedecerle, no separarme de él ya que si lo hacía sentía que mi vida era nada sin él, es como un vacío que me quema por dentro —Ahora entiendes que me perteneces. Cuando su mano se cuela por debajo de mi blusa y sube lentamente mientras su aliento caliente eriza la piel de mi cuello cuando siento su mano derecha abandona mi cintura y comienza a bajar, se deshace del cordón de mi pantalón de algodón, su pulgar juega en mi vientre como si intentará bajar pero al mismo tiempo no. De pronto me petrificada cuando escucho la voz de mi madre en el pasillo, el mueve sus ojos y cubriendo mi boca me arrastras hasta mi habitación, le coloca el seguro. Al escuchar a mi madre entrar y llamarme el miedo me invade.Al intentar verlo me advierte guardar silencio, mi madre venía hacia mí habitación e intentó entrar pero la puerta tenía el seguro.—¿Cariño?.Damián me advierte no decir nada sobre su presencia a
—Tú me involucras y ahora me dices que no me ayudaras si algo me pasa. Eso es estúpido—No. Estúpido es que ya seas mía y tú no quieras aceptar una relación conmigo. —¿Qué?... —El abre la ventana de mi habitación al ver lo que planeaba hacer quise detenerlo . —¡Damián!... Al asomarme por la ventana, vi con mis propios ojos que cayó de pie sobre el suelo en el callejón, si, a veces olvido lo que es realmente, me observa como advirtiendome pero frunciendo el ceño le dije que no, cerré la ventana y le puse el seguro—Una relación con él.Estaría loca si yo hiciera eso. Salí para ayudar a mi mamá en la cena cuando ella me miró, sonríe y me pregunta si ya me siento mejor, mentí al decir que si, la forma en que me mira es extraña, es como si quisiera preguntarme algo.—¿Recibiste a alguien hoy?. —No. —mentí —¿Porqué?.—Cariño, sabes que no me voy a enfadar si alguien vino a verte, pero si me enfadaré contigo por mentirme. —¿Acaso eres una bruja? —me rio y ella tambien. —Ok, un