Después de un largo rato, Silvia comenzó a recobrar un poco el conocimiento y se dio cuenta de que tenía vendas en la frente, en las manos y en las piernas. Afuera, en medio de la madrugada, el cielo estaba especialmente oscuro. Las luces dentro de la sala del hospital donde se encontraba Silvia no
Luis entendió claramente lo que Silvia quería decir: —Descansa bien, deja que yo me encargue de esto. Después de hablar, llamó al médico para que revisara a Silvia una vez más. Una vez que se aseguró de que no hubiera ningún problema, se despidió y se fue. Cuando Julio llegó después de terminar s
Cuando Silvia se despertó sobresaltada, estaba empapada por completo en sudor y temblando por todo el cuerpo. En la tenue luz de la habitación contigua de acompañamiento, Julio ya había corrido hacia ella, y su corazón tenso se relajó un poco al ver que ella estaba bien.—¿Qué pasó? —le preguntó él.
Mateo aún mantenía sus esperanzas puestas en Natalia, hasta que la persona enviada por Luis lo llevó al lugar que le había dado a Natalia.Al ver a un grupo de policías en los arbustos, Mateo, sentado en el automóvil negro, no podía creerlo.—¿Ves? Esta mujer nunca tuvo la intención real de salvarte
Julio no sabía por qué había dado esa orden de repente. Tal vez fue porque Silvia tuvo un accidente de coche y él quería animarla un poco mientras se recuperaba. O tal vez fue para compensar la culpa que sentía por lo que había sucedido anteriormente, además de lo que ocurrió hacía dos días pidiéndo
Después de su conversación con Viviana, Silvia guardó al instante su teléfono y dejó de mirar las flores afuera. En su lugar, se dirigió directamente al estudio de música para tocar el piano.No estaba segura de cuánto tiempo pasó, pero Silvia se sintió muy inquieta y salió del estudio. A primera vi
En ese momento, los estudiantes estaban a punto de salir de clases.David iba a interceptar al pequeño delincuente.Cuando el coche llegó a la guardería, sus ojos no se apartaron de la entrada ni por un solo momento. Finalmente, vio salir al pequeño.Dado que había muchos padres en la entrada de la
La gente alrededor lo señalaba y murmuraba, poniendo a David en una situación bastante incómoda. Solo pudo subirse rápidamente al coche. En ese momento, Oscar estaba escondido en un pequeño rincón del aula, observando la situación afuera. Al ver que el hombre no se iba, comenzó a preocuparse. Ese D