Ante las miradas sorprendidas de los demás, Julio se dirigió directamente hacia la puerta. Al pasar junto a Federico, detuvo en ese momento sus pasos.—¿Qué te dijo ella hace un momento?Federico le transmitió honestamente las palabras de Silvia. Julio no le preguntó más, se fue con rapidez.No pasó
Al día siguiente, muy temprano en la mañana, cuando Silvia se despertó, vio la figura ocupada en la cocina. Con una camisa clara, pantalones largos grises y un delicado delantal atado a la cintura, la apariencia del hombre cocinando, sorprendió muchísimo a Silvia.Nunca había visto a Julio cocinar.
Por la tarde, Viviana se apresuró a llegar después de enterarse de que Silvia estaba hospitalizada. Julio no estaba en ese momento.Ella miró a Silvia cubierta de manchas rojas, sintiéndose extremadamente afligida.—¿Por qué eres en verdad tan tonta? ¿Cómo puedes comer algo que sabes que no puedes c
Oscar se sintió un poco desanimado. Había estado escondido en el coche todo ese tiempo y ella ni siquiera lo notó.—Esta mañana te escuché hablando con mamá por teléfono y me puse bastante nervioso, así que me subí al coche.—Eres un pequeño muy travieso, no vuelvas a hacerlo, esto es muy peligroso.
Al ver el cheque frente a ella, Silvia sintió una ironía total y profunda.—Tu hijo me dijo que solo puedo irme después de devolverle el dinero. Y ahora tú me das dinero para que me vaya. Realmente no sé qué hacer.—¿Qué quieres decir con eso?—Deberías preguntárselo mejor a Julio.Después de pensar
Nadia no mostró ninguna sospecha respecto el niño y se acercó a Oscar, agachándose frente a él. —¿Recuerdas dónde vives? ¿Quieres que la abuela te lleve a casa?La actitud tan amable de Nadia sorprendió demasiado a Oscar. Aunque su madre nunca había mencionado a esa abuela, él ya había investigado
Julio levantó instintivamente la cabeza para mirar a Silvia.—¿Por qué vino?Silvia extendió el cheque en blanco que Nadia le había dado y lo entregó frente a Julio.—Para darme este cheque, quería echarme de aquí.Julio miró detenidamente el cheque: —¿Lo aceptaste?Con solo escribir un número en e
Julio apartó de inmediato a Natalia.—Julio, gracias —le dijo Natalia muy agradecida, luego miró triunfante a Silvia.Ella lamentaba un poco haber elegido casarse con Julio. Se dio cuenta en ese momento de que sería mejor no casarse con él. Si no se casaba con él, podría exigirle cualquier cosa y él