Por la noche, Julio salió de casa. No pasó mucho tiempo después de que se fue cuando Silvia recibió un mensaje de Eduardo. Decía que Julio se había ido y le pedía que saliera en ese momento y le contara lo que pasaba. Debido a la estricta seguridad en la villa Oasis, Eduardo solo podía proteger a Si
En la planta superior del club Sol. Bajo la tenue luz, la gente vestía con gran elegancia, muchos jóvenes de la alta sociedad estaban aquí.Julio se sentó en un rincón muy tranquilo, abrió su teléfono móvil y vio el mensaje enviado por el guardaespaldas encargado de seguir a Silvia, informando detal
Marina pensaba así, entre las burlas de la multitud, se sentó sugestivamente junto a Julio.Bajo la tenue luz, no podía ver con claridad el rostro del hombre, sin la tensión inicial y la timidez, ella se disponía a preparar frutas para él.Julio observaba detenidamente sus acciones y le preguntaba s
Ante las miradas sorprendidas de los demás, Julio se dirigió directamente hacia la puerta. Al pasar junto a Federico, detuvo en ese momento sus pasos.—¿Qué te dijo ella hace un momento?Federico le transmitió honestamente las palabras de Silvia. Julio no le preguntó más, se fue con rapidez.No pasó
Al día siguiente, muy temprano en la mañana, cuando Silvia se despertó, vio la figura ocupada en la cocina. Con una camisa clara, pantalones largos grises y un delicado delantal atado a la cintura, la apariencia del hombre cocinando, sorprendió muchísimo a Silvia.Nunca había visto a Julio cocinar.
Por la tarde, Viviana se apresuró a llegar después de enterarse de que Silvia estaba hospitalizada. Julio no estaba en ese momento.Ella miró a Silvia cubierta de manchas rojas, sintiéndose extremadamente afligida.—¿Por qué eres en verdad tan tonta? ¿Cómo puedes comer algo que sabes que no puedes c
Oscar se sintió un poco desanimado. Había estado escondido en el coche todo ese tiempo y ella ni siquiera lo notó.—Esta mañana te escuché hablando con mamá por teléfono y me puse bastante nervioso, así que me subí al coche.—Eres un pequeño muy travieso, no vuelvas a hacerlo, esto es muy peligroso.
Al ver el cheque frente a ella, Silvia sintió una ironía total y profunda.—Tu hijo me dijo que solo puedo irme después de devolverle el dinero. Y ahora tú me das dinero para que me vaya. Realmente no sé qué hacer.—¿Qué quieres decir con eso?—Deberías preguntárselo mejor a Julio.Después de pensar