Inesperadamente, Oscar estaba parado allí, mirándolo fijamente con calma.Ramón no se anduvo con rodeos: —No me agradas. Después de ir a casa hoy, haz que tus padres tramiten tu retiro.Oscar, con una expresión tranquila, se acercó al lavamanos y se lavó las manos con calma.—¿Por qué?—Porque soy e
Ella creía que él aún recordaba ese lugar, y quería usarlo para obligarse a admitir que no había perdido la memoria. Pero en realidad no fue así. La mano de Julio, con los nudillos marcados, apretó el volante con fuerza, con una expresión complicada. —Silvia, ¿cómo está ese niño?Aún recordaba cla
Esa vez, Adrian no detuvo a Silvia. Julio estaba de pie junto a la ventana, fumando, justo con las palabras de Silvia de ayer en su mente. Ella había tenido un aborto, el niño había muerto hacía muchísimo tiempo. Hubo un golpe en la puerta, y él apagó de forma sorpresiva el cigarrillo en su mano.
Pero Julio no la aceptó, respondiéndole con total indiferencia: —No tengo tiempo. Natalia no esperaba una negativa tan contundente y fría de su parte. Al pensar en lo que acababa de suceder entre él y Silvia, sus dedos vacíos se cerraron con rabia en su palma. Conteniendo su fuerte malestar, miró
Comparado con los demás, Julio parecía mucho más tranquilo. La mirada de Natalia volvió a caer en Silvia. —Aunque mi primer amor y yo hemos pasado por muchos contratiempos y no pudimos casarnos, aún creo que finalmente estaremos juntos. Eso era una clara advertencia velada para Silvia. La música
Ante tantas personas, Julio no lo negó.—Julio, más tarde, ¿te unes a nuestra reunión? —sugirió seductoramente Natalia de nuevo.Julio, que acababa de estar molesto por las palabras de Silvia, lo aceptó a propósito delante de ella: —Hmm.Reservaron toda una planta en un hotel de cinco estrellas.Tan
Silvia estaba bastante tranquila: —¿Crees que eres muy impresionante? ¿Has llegado hasta aquí por ti misma? ¿Podrías haber sobrevivido sin la familia Orellana? ¿Podrías haber sido en realidad una estrella de primera línea sin Julio?Silvia se apoyó en el oído de Natalia y bajó con suavidad la voz, b
—¿Por qué? — Viviana estaba desconcertada.—Esta canción no tiene derechos de autor registrados por mí, además, ella realizó cambios sutiles en la melodía. Si llevamos esto a los tribunales, será muy difícil probar que cometió plagio —explicó Silvia.—Y no te olvides de Julio, él no permitirá que pi