Pero Julio no la aceptó, respondiéndole con total indiferencia: —No tengo tiempo. Natalia no esperaba una negativa tan contundente y fría de su parte. Al pensar en lo que acababa de suceder entre él y Silvia, sus dedos vacíos se cerraron con rabia en su palma. Conteniendo su fuerte malestar, miró
Comparado con los demás, Julio parecía mucho más tranquilo. La mirada de Natalia volvió a caer en Silvia. —Aunque mi primer amor y yo hemos pasado por muchos contratiempos y no pudimos casarnos, aún creo que finalmente estaremos juntos. Eso era una clara advertencia velada para Silvia. La música
Ante tantas personas, Julio no lo negó.—Julio, más tarde, ¿te unes a nuestra reunión? —sugirió seductoramente Natalia de nuevo.Julio, que acababa de estar molesto por las palabras de Silvia, lo aceptó a propósito delante de ella: —Hmm.Reservaron toda una planta en un hotel de cinco estrellas.Tan
Silvia estaba bastante tranquila: —¿Crees que eres muy impresionante? ¿Has llegado hasta aquí por ti misma? ¿Podrías haber sobrevivido sin la familia Orellana? ¿Podrías haber sido en realidad una estrella de primera línea sin Julio?Silvia se apoyó en el oído de Natalia y bajó con suavidad la voz, b
—¿Por qué? — Viviana estaba desconcertada.—Esta canción no tiene derechos de autor registrados por mí, además, ella realizó cambios sutiles en la melodía. Si llevamos esto a los tribunales, será muy difícil probar que cometió plagio —explicó Silvia.—Y no te olvides de Julio, él no permitirá que pi
Natalia tampoco se esperaba que después de cuatro años convirtiéndose en una verdadera estrella de la música y otros cuatro años ascendiendo al estrellato, una sola canción, en un solo día, la elevara a la cima. Al ver la cantidad de invitaciones de marcas reconocidas que su asistente le trajo, no
—Mi mamá y mi papá hablaron de eso. Dijeron que mi tío está con la tía Natalia porque ella hace tiempo salvó a la abuela Valdés —dijo Ramón en voz baja. —Incluso vi una vez a mi tío apartar a la tía Natalia. Oscar solo quería obtener información sobre la familia Ferrer de su boca, pero no esperaba
Silvia se sintió conmovida: —Gracias, Viviana.—Gratitud no es necesaria entre nosotras. La última vez, te pedí que me ayudaras a asistir a una cita a ciegas, así que esta vez puedes ayudarme a soportar esto.A Viviana no le gustaban nada ese tipo de eventos. Antes de ir al extranjero, su padre sol