Él, aparte de dormir y comer, pasaba todo el día y la noche trabajando en la empresa.Incluso algunas pertenencias que Silvia había dejado en la casa de Luis, ahora le tocaba a David recogerlas.David notó claramente que Julio estaba totalmente diferente.Desde que regresó, Julio se volvió más silen
David, con las manos sobre la cabeza, gritó desesperado.Su asistente a un lado estaba totalmente perplejo. —Señor, ¿qué ha pasado?David volvió en sí y lo miró perplejo. —Te hago una pregunta, si alguien te salva y no lo sabes, pero luego te comportas de manera hostil hacia ella, ¿por qué ella no t
Las palabras que él estaba explicando aún no habían terminado de salir de su boca. Un anciano herido de pies a cabeza fue arrojado al interior por un guardaespaldas.David de inmediato lo reconoció, parecía llamarse Miquel. Anteayer, Julio logró localizar a la madre e hijo que huyeron al extranjero,
Adrián escuchó la conversación y habló para detenerla. No es que le gustara meterse en asuntos ajenos, pero era experto en leer las miradas de las personas. Comment by DIEGO.PINZON9@correo.uis.edu.co: Estos parrafos grandes es mejor separarlosEn estos últimos tiempos, Julio no solo se dedicaba al
Silvia miraba las nubes blancas fuera de la ventana, mientras recordaba lo que ocurrió hacía cuatro años. En aquel entonces, desesperada, buscó la ayuda de Luis, fingió su muerte para salir del país, y luego dio a luz a gemelos en el extranjero. Todo iba muy bien, hasta que, en marzo de ese año, su
—¿Mamá, ya llegaste? Cuando no esté, recuerda tomar una taza de leche tibia antes de dormir, ¿de acuerdo? Y no te olvides de tomar las vitaminas... no te cubras con demasiadas mantas por la noche, podrías resfriarte. En tu maleta, he puesto nuestros peluches favoritos. Si no puedes dormir bien, déja
En el piso de abajo, antes de que Silvia llegara, había notado el palco más lujoso y con mejor vista para la subasta. El diseño exterior del palco estaba hecho de cristal unidireccional, lo que permitía que las personas que se encontraban adentro vieran hacia afuera, pero las personas afuera no podí
Sin querer perder el tiempo discutiendo con él, Silvia sacó inmediatamente un cheque y se lo entregó. —Ya he pagado el dinero, así que puedo llevarme mis cosas —dijo mientras se marchaba sin siquiera voltear la cabeza hacia él. Julio apretó con fuerza el cheque y ordenó: —Mantenla bajo vigilancia.