El deseo que nace en mí

Los días pasan, casi dos semanas de ese extraño momento, he trabajado con Judy y Jake, casi con Ricardo no me vi y cuando lo hago se aleja de mí, me duele pero es mejor así.

Estoy en mi despacho preparando informe y escucho la voz del Capitán dando gritos.

- ¡Ricardo! ¡Darla! Vengan acá,  ¡ahora!

Me levanto de mi escritorio me topo al salir de mi despacho con Ricardo, me sonríe o intenta hacerlo y camina a mi lado hasta el despacho del Capitán.

- ¿Si, capitán? - preguntamos al unísono.

- Tengo un caso para ustedes - nos entrega un expediente - Es en un Table dance están matando bailarinas en los privados, las encuentran muertas,  después de que un hombre entra con ellas, el dueño del lugar no sabe ya que hacer es la tercera muchacha que asesinan sin clemencia y en el mismo local.

- ¿Cámaras? - pregunta Ricardo.

- No pueden poner cámaras dentro de los privados,  por razones obvias - responde, después se pone de pie y empieza a caminar-  Entraran los dos de incognito, Darla entraras de bailarina, te sabes defender, tienes preparación en artes marciales entonces, podrás librar de alguna manera el asunto.

- Sí, señor- me ruborizo. Jamás baile en un tubo o me desnudé, esto será complicado, sin darme cuenta me relamo los labios y me muerdo el labio inferior, por preocupación, observo a Ricardo, se torna pálido y sus manos las empuña intentando mantener la compostura.

- ¿Y, yo Capitán? - pregunta tenso.

- Serás cliente y solo pedirás privados con Darla, para que ella te rinda el informe, ella es linda y el asesino se acercara cualquiera de estas noches,  en ese momento se apoyaran y lo arrestaran.

- ¿Cree que Darla podrá sola con esto?

- Sí, claro que si, además tu estarás con ella te quedarás hasta que ella termine, para protegerla

- ¡Sí, señor! - exclamamos al unísono.

Esto será difícil...

Después de un día agotador, vuelvo a casa,  la verdad que tener a Ricardo cerca me tiene un poco ansiosa.

La única persona que me hacía y me hace sentir de esa manera es Patricio, mi único amor. Me alejé de él al venirme a Denver, escapando de mi padre y para convertirme en policía;  pero no puedo negar que no logramos estar separados por mucho tiempo, terminamos siempre en un frenesí sexual y después nos peleamos, siempre por el mismo tema, mi hermana Dulce, su esposa, sí, su esposa, se casó con ella hace unos años atrás cuando la embarazó de mi sobrina Evangeline, sé que Patricio no ama a Dulce pero nuestros errores en estos momentos nos mantienen separados, digo "nuestros" porque fui la primera en alejarme de él, ocultándole un secreto y amándolo con toda el alma.

****

Al día siguiente, me dirijo directamente al club, el dueño estaba ya alertado con mi presencia fue fácil entrar de agente encubierto, como bailarina exótica del club, voy a los ensayos y en los intervalos hago preguntas a las demás muchachas sobre el asesino, la respuesta general es "miedo" ninguna sabe cómo es como hay varios clientes que vienen todos los días, es difícil identificarlo.

A la hora que el club abre, observo tras bambalinas a Ricardo que está sentado en un lugar apartado del lugar, cuando salgo, mi mirada se posa en él, la verdad que en estos momentos los demás no existen, esos ojos miel me miran con deseo, nunca pensé sentir esto por otra persona pero Ricardo me atrae y mucho.

Al terminar de bailar, se coloca de pie y me llama con la mano, es hora de darle el informe, entramos al privado y él se sienta en una silla con los brazos cruzados.

- ¡Se supone que tengo que bailar!- exclamo sonriendo, la verdad es que podría dar solo me informe pero me gusta ver cómo me mira mientas lo hago.

- Hazlo, lo estabas haciendo muy bien, ahí arriba - comenta con tranquilidad.

Empiezo a bailar sensualmente, me gusta provocarlo, así que me acerco a él, y sigo con mis movimientos.

- ¿Qué has averiguado? - pregunta intentando mantener la compostura.

- Las chicas tienen miedo, es un cliente que viene siempre, de acuerdo a lo que me contaron, elige al azar a las víctimas, hasta ahora es todo.

- No es mucho pero es algo, hay que averiguar cuáles son los clientes que habitualmente están en el club...- comenta con voz ronca y me atrae a sus piernas pone sus manos en mis brazos y empieza a acariciarme - sigue bailando... - ordena.

- ¡...Si! - exclamo moviéndome, mientras el sigue acariciándome y esto se pone cada vez más candente -... intentaré averiguar mañana más...

- ...Ok - responde con un hilo de voz mientras empieza a tocar mis senos los empieza a estimular con sus suaves dedos, otra vez me estoy rindiendo, creo que está vez no podré escapar.

Pasan unos momentos, Ricardo para de acariciarme se pone de pie y se arregla el saco.

- Ok, gracias por el informe - se dirige a la puerta, me vuelve a mirar - te espero a que salgas, me avisas si sucede algo.

- ¿Pero...? - pregunto todavía sin comprender lo sucedido ¿Porque se detuvo, porque dejarme así?

Doy vueltas en el asunto mientras me cambio de ropa, me molesta su comportamiento, es mejor dejar de pensar en él, esto no funcionará.

Al salir del club me topo con él, está esperándome en el parqueo.

- ¿Te llevo?

- No es necesario - respondo torpemente -  tengo mi auto acá...

- Déjame que te lleve mañana recoges el tuyo...

- ...No, estoy bien - respondo mientras abro la puerta del carro, estoy avergonzada y molesta con todo esto - ¡mañana nos vemos, adiós!- exclamo entrando y cerrando la puerta.

- Adiós... - responde con el ceño fruncido.

Vuelvo a casa, aunque no quiera pensar en Ricardo y en lo sucedido esa noche, lo hago, comprendo que esté molesto, le hice lo mismo hace unas noches, tal vez esto no debe pasar y me están mandando miles de señales para que no me aventure a esta arriesgada relación.

**

Al día siguiente temprano en la mañana vuelvo al club, mientras práctico con las otras muchachas intento averiguar algo, tal vez el asesino se dió cuenta que estamos actuando en incógnito, por eso ayer no actuó, pero decido hacer un caréo en los cubículos donde sucedieron los homicidios, sé que los forenses ya barrieron los ambientes de cabo a rabo pero, nunca se sabe, tal vez encuentre algo,  pero no encuentro nada.

En la noche Ricardo vuelve, le doy mi informe rápidamente, está vez no deseo acercarme a él, está relación huele a peligro, él al ver mi actitud tampoco insiste, es mejor asi para ambos.

Este caso me desconcierta, otra noche y no tenemos respuestas, ni nigún tipo de pista, tal vez el asesino está atacando  en otro Table Dance, pero por el momento no hay informes de esa suposición.

Tercer día, tendremos problemas con él capitán si hoy no tenemos indicios de está situación, mientras me cambio escuchó que el dueño charla con el técnico que está encargado de las cámaras de seguridad, hablan de que las cámaras captaron algo las noches de los asesinatos, así que me acerco a ellos para que me expliquen la situación y me muestren lo que encontraron.

En las cintas se ve a un hombre que después de la hora de asesinato sale del local ocultando algo en su ropa, analizando la situación detenidamente puedo observar el arma homicida, muy bien, es él, no cabe duda, tenemos un sospecho, así que decido llamar a Ricardo para que analice las nuevas pruebas.

- ¡Por fin tenemos un rostro! - exclama deteniendo la cinta - tenemos un sospechoso, si viene hoy, podremos atraparlo.

- Lo sé - sonrio satisfecha y después me relamo los labios, estoy un poco nerviosa de tenerlo tan cerca.

- ¿Por qué lo haces? - pregunta inquisitivo y un poco molesto.

- ¿Qué? - pregunto sin comprender.

- Lamerte los labios de esa manera...

- Lo hago siempre, cuando estoy nerviosa, especialmente.

- No lo hagas, por favor...

- ¿Por qué?

- Solo te pido que no lo hagas y punto, nos vemos esta noche no quiero que nos vean juntos

Cuando se va,  vuelvo a quedar desconcertada, se pasa de idiota, él no me va a ordenar que debo o no debo hacer.

Me preparo para la noche, la rutina de estos tres días, mientras bailo lo hago para Ricardo no tengo a nadie más a mí alrededor, después es el privado, aunque en la tarde no pude averiguar nada, mientras bailaba y aunque me concentraba en él,  pude ver a alguien parecido a nuestro sospechoso.

- ¡Esta acá! - exclama ansioso mientras cierra la puerta del privado -  ¡hay que arrestarlo, ya!

- No es el momento, Ricardo... - detengo su entusiasmo,cestas cosas hay que hacer de manera disimulada, no a lo loco.

- ¿Por qué? - pregunta con el ceño fruncido.

- Estamos rodeados de gente que no tiene nada que ver con este asunto...- explico -  déjame traerlo a uno de los privados, cuando nos veas entrar  asómate y espera mi señal...

- No me parece, puede pasarte algo... - comenta pensativo y preocupado

- Ricardo - pongo los ojos en blanco colocando las manos en la cintura - me se amarrar los zapatos yo solita, esa tu preocupación es irrelevante.

- ¡Esto es irrelevante! - chilla torpemente atrayendome con fuerza a su pecho - ¡al carajo con todo!

Sus brazos fuertes y musculosos me toman en sus brazos, está vez no me suelta, tal vez pensando que pueda escaparme, me saca la parte de arriba del bikini y empieza a besarme los pechos, tiemblo con la sensación, se saca la polera blanca rápidamente y con eso aprovecha sacarse su pantalón, está vez no quiero escapar, siempre me gustó el peligro y en estos momentos mi adrenalina hace que este momento sea más intenso, no sé en qué momento o como pero Ricardo ya está dentro mío moviéndose con destreza, tiemblo con cada estocada, no sé cuánto tiempo pasa, la verdad es que perdí la noción del tiempo,  estoy lista para acabar en un glorioso orgasmo.

- ¡Dale, mi amor, termina ya...!- Exclama en éxtasis mientras siento que estoy volando en sus brazos juntos terminamos, unos minutos después levanta la mirada para acercar su boca a la mía me besa, sonríe y se levanta - Vamos, atrapemos al maldito - comenta vistiéndose rápidamente.

- Ok... - respondo ruborizada mientras tomo mi escaso vestuarios del piso.

Cuando estoy lista, Ricardo me toma de la mano, me pone a su altura y me besa.

- Vamos,  avísame, por favor no quieras librarte sola, te conozco y sé que serías muy capaz...

- Lo sé, pero no te preocupes gritaré para vengas en mi ayuda, no lo haré sola.

- Ok - me vuelve a besar - cuídate.

- Si, lo haré.

Doy un largo suspiro, el momento ayudó a relajar mis sentidos, estoy lista para arrestar al sospechoso, subo a la pista, está vez me centro en nuestro sospechoso, debo lograr que me llame a un privado, unos minutos después mi propósito es acertado, el sospechoso me llama para que me acerque a él.

Lo llevo a un privado sin antes mirar a Ricardo para que se acerque a nosotros a distancia prudente, cuando estamos dentro el privado, empiezo a bailar, debo estar atenta a cualquier ataque, al comienzo se acerca a mi, acaricia mi cabello al llegar a las puntas lo jala y me amenaza, sin contemplaciones doblo su mano y me libero, lo empujo contra la pared y llamo a Ricardo, que entra apuntando su arma, me lanza las esposas y mientras el sospechoso está aturdido lo esposo, después llama refuerzos mientras llegan se acerca y me abraza.

- ¿Estás bien? - pregunta.

- ¡Sí, un poco nerviosa, es todo!

- Vamos, te llevo a casa.

- Ok, me cambio de ropa y nos vamos, tú espera a los refuerzos para que se lleven al imbécil.

- Está bien...

Después de vestirme y darme cuenta del frenesí de adrenalina en el que me metí, salgo un poco avergonzada del club. Ricardo está fumando un cigarro esperándome en la puerta de su auto.

- ¡Su carruaje, Señorita! - Exclama sonriente abriéndome la puerta del auto.

- Gracias - respondo entrando.

En el auto, Ricardo no sabe cómo abordar el tema de lo que pasó en el local, hasta que...

- Disculpa, no me aguanté más, es que te deseé desde el momento que te vi, me gustas y creo que me estoy enamorando de ti...

- Ricardo pasó, pero no debe volver a pasar. - respondo nerviosa.

- ¿Por qué?

- Trabajamos juntos y estamos prohibidos de relacionarnos con nuestros compañeros.

- A la m****a las ordenes, ¿Y lo que nosotros queremos? porque tú también quieres, hoy me lo demostraste.

- No es si yo quiero o no, es que no podemos.

- ¿Tienes novio? ¿Es por eso?

- No tengo novio - respondo mirando por la ventana con tristeza.

- Pues, parece lo contrario...

- ...Tuve una relación muy larga desde la secundaria, él era todo para mí pero ...nos separamos.

- ¿Todavía lo amas?

- No sé sí es amor...- suspiro - está bien, Ricardo, tu me atraes.

- Y tu a mí ¿Porque no permitir que esto por fin se dé?

- Es qué...no lo sé...

Llegamos a casa, Ricardo me mira con sus ojos miel, fulminándome y me vuelve a besar, me resisto pero mi resistencia no es mucha y en pocos minutos otra vez estoy embelesada en su sabor, de su olor.

- Entremos...

Me toma de la mano después entramos a la casa y seguimos besándonos dejando la ropa por toda la casa llegamos a mi cuarto, ya estamos desnudos y listos para volver a hacer el amor, cuando el sonido del teléfono nos detiene en seco.

- ¡No respondas! - ordena besándome.

- Tengo que hacerlo, puede ser de la oficina - respondo dirigiéndome donde está el teléfono lo tomó y después  contesto - ¿Bueno?

- ¡Deben venir, el sospechoso escapó, si puedes ubica a Ricardo no podemos encontrarlo! - exclama Judy muy preocupada.

- Ok Judy nos vemos alla - cuelgo y miro a Ricardo- vístete, se escapó, hay que ir a apoyar.

- Ok, ¿y cuando retomamos nuestra conversación?

- Nunca, esto no tiene que volver a pasar, ¿no entiendes que no quiero perder mi trabajo?

- Y yo no te quiero perder a ti.

- Este no es el momento de hablar de eso - respondo tomando mi ropa rápidamente.

Salimos de casa apresurados, sé que está molesto pero todavía siento temor de perder todo lo que logré a punta de sacrificio, sacrifiqué mi amor por esto y no quiero perderlo.

Nos encontramos con Judy y Jake y empezamos a peinar el área, es de noche hace frío y no puedo ver mucho hasta que escucho por la radio a Ricardo.

- Lo tengo, está oculto dentro de un contenedor, a unas cuadras de Laysy, espero por apoyo, cambio - al escuchar  eso, salgo en su encuentro para apoyarlo, cuando llegó me acerco a su lado.

- ¿Jake y Judy? - pregunta.

- No lo sé, estamos solos, yo te cubro.

- Ok.

Sale sigilosamente hacia el contenedor, mientras lo sigo con arma en la mano, abre el contenedor de golpe y apunta hacía dentro.

- ¡Sal, con las manos en la cabeza! - al verse descubierto no tiene opción así que sale del contenedor, Ricardo saca unas esposas y se las coloca.

- Espero que esta vez no se vuelva a escapar - comento metiéndolo en el auto.

- No lo creo - responde Ricardo dando dos golpes al capo para que el auto parta - ¿Nos vamos?

- Me voy con Judy, no te preocupes - respondo alejándome de él.

- Ok - responde con frustración y entra a su auto estoy intentando escapar de este sentimiento, pero está costando mucho, tal vez me está atrayendo más de la cuenta y no me puedo contener a sus encantos, ya pasó y si no me contengo sé que volverá a pasar.

- ¿Darla? ¿qué te pasa? - pregunta Judy manejando.

- Nada Judy, estoy solo pensando en alguien.

- ¿Tu novio?

- No tengo novio...

- ¿En tu ex?

- Mi ex...en ese pienso casi todo el tiempo pero sorprendente no es en él en quien pienso ahora.

- Entonces...¿En alguien que te gusta?

- Puede ser eso - respondo melancólica - ¿Y tú, tienes a alguien?

- Si, hace mucho tiempo.

- ¿Éstas casada?

- No, pero tengo un hijo con él...

- ¿Lo conozco?

- Si, obvio que sí, es Jake...

- ¿...Qué? - pregunto sorprendida - pero son compañeros.

- Mucho antes de entrar a la fuerza especial, estábamos ya juntos, ahora lo mantenemos en secreto, por obvias razones,  mi hijo ya tiene 4 años.

- ¿O sea que lo tuviste antes de entrar a la fuerza?

- Si, Jake y yo vivimos separados por obvias razones,   es un gran padre, muchas veces se queda en mi casa o voy con el niño a la suya, intentamos mantenernos unidos....

- ¿Y...siguen juntos?

- Si te refieres a que si tenemos todavía sexo, pues si, por lo menos dos veces a la semana.

- ¿El reglamento?

- ¡Al diablo! nosotros somos felices con nuestra relación, tenemos buenos y malos momentos como cualquier otra pareja, es lo que nos importa.

En ese momento mis esperanzas vuelven a renovarse, ¿tal vez está relación no sea tan descabellada como imaginé?


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