John
Llegué a este país con un objetivo, matar a la hermana de Massimo Venturi. Tras la muerte de su padre, los líderes de la orden suprema la eligieron a ella como sucesora, pero su hermano desea ese puesto, así que necesita deshacerse de ella y sabe que el mejor para realizar este trabajo soy yo. A pesar de que los conozco desde hace muchos años, mi trabajo me impide dejarme llevar por algún tipo de sentimientos.
En este tipo de trabajos no hay favores, todo se hace a través de una ficha sellada por un pacto de sangre por ambas partes, eso significa que nos comprometemos a cumplir con la petición de la otra persona sin importar qué.
Hace muchos años, Venturi me ayudó en un trabajo que parecía imposible, Adam Meyer estaba jugando sucio con los negocios de Zelig, un hombre muy poderoso en Alemania; este al descubrirlo trató de hacerse cargo, pero se dio cuenta de que Adam estaba siendo respaldado por Schneider, el jefe principal de la mafia, así que se retiró, pero no se dio por vencido. Yo me encargué de él, Venturi me ayudó a dar con su paradero y ese trato debo pagarlo en estos momentos.
Me encontré con él en un restaurante para no dar sospechas, allí me explicó que el acto se llevaría a cabo durante la ceremonia que darían los líderes como bienvenida para Marcella. Tenía que prepararme, ese lugar estaría rodeado de mucha seguridad; pero justo antes de salir, me topé con la mujer más hermosa que han podido ver mis ojos. Luego de saber su nombre la investigue, quería saber más de ella y para mi sorpresa no me gusto en absoluto lo que encontré.
Era esposa del imbécil más grande del país, Vigo Santori. Nos conocíamos muy bien, en algunas ocasiones me contrató y en otras me tocó liquidar a algunos de los miembros de su personal. Ambos sabemos lo que somos capaces de hacer, pero él al igual que todos los demás, saben lo que significa mi presencia en algún lugar, muerte. Todos me llaman “El hombre de la bolsa” o “BabaYaga”, un término ruso con significado digno de mis trabajos. Pero no soy exactamente el hombre de la bolsa, soy aquel que envían para matar al hombre de la bolsa, eso me convierte en la persona más solicitada de los bajos mundos.
Con la información encontrada sobre Anastasia Ferrara, decidí hacerle una pequeña visita a Vigo, quería intimidarlo con mi presencia, así que me planté en su casa en ese mismo instante.
—Jo… Jonathan, ¿a qué debo tu presencia? —Dijo nervioso. Sonreí.
—Vigo, ¿cómo has estado?
—Bi... bien —Tartamudea mientras ingreso a su casa sin ser autorizado.
—Solo pasaba a saludar a un viejo amigo, ¿o es que acaso no soy bienvenido?
—N... no, nada de eso, John, pasa. ¿Deseas un trago? —Ya estoy acostumbrado a que tartamudeen con mi presencia, pero este momento lo estoy disfrutando muchísimo.
—Por supuesto. —Él se retira a servir las bebidas y regresa.
—Y bien, ¿solucionaste el problema del robo esta tarde? —Le pregunto meneando el trago que me acaba de entregar.
— ¿No me digas que tuviste algo que ver con eso Jonathan? —Dice molesto.
—En lo absoluto, solo pregunté si lo habías solucionado.
—La verdad es que no. Se llevaron toda la mercancía y era un pedido que ya estaba pagado, debo entregarlo mañana y sabes que si no lo hago, correrá sangre.
—Entiendo. —Aprovecharé este momento, le beneficiará a él y a mí más adelante—. Sé quién lo hizo, dónde se encuentra y cuánto tiempo te queda para recuperarla antes de que salga del país y no la vuelvas a ver más nunca. —Sus ojos se agrandaron ante mi confesión.
— ¿Qué quieres a cambio? Te daré cualquier cosa que pidas —Sonreí, lo tenía en mis manos, eso era exactamente lo que quería.
—Por los momentos no quiero nada, aunque muy pronto te lo podría hacer saber. ¿Hacemos el pacto?
—Por supuesto.
Después de sellar el trato, le doy toda la información. Él realiza unas cuantas llamadas y da con el paradero de su mercancía.
—Esto hay que celebrarlo, John. Traeré otro trago —Asiento. Quiero ver a Anastasia de nuevo, pero no llega.
Cuando Vigo llega a mí no me contengo y le pregunto.
— ¿Estás solo?
—Sí, mi esposa no se encuentra en casa.
—Ya veo, ¿dejas que ella ande sola en la calle con tanta gente detrás de ti?
—No está sola. —En ese momento se abre la puerta de la casa y Vigo se levanta.
—Bienvenida, cariño por fin llegas, ¿cómo la has pasado con tus amigas?
Por fin ha llegado, pienso.
Me molesta que se haga el esposo más amoroso cuando en realidad sé todo lo que ha tenido que soportar ella a su lado, golpes, marcas y otras cosas que le ha hecho.
—Ven, te presentaré a un amigo que vino de visita. —Comienzo a levantarme para voltear y quedar frente a ella.Me quedo mirándola y sonrió, es tan hermosa. Nuestras miradas conectan inmediatamente y nos quedamos así por unos segundos. Sin duda, este es el momento más perfecto que tenido en mi vida.
JohnEncontrarme con Anastasia fue una de las casualidades más impresionantes de mi vida y tenerla justo frente a mí en este momento, me hace desearla mucho más. Pero debo disimular o el imbécil de Vigo notará algo, así que decido romper el hielo y presentarme como si nada.—Un placer señorita… —Estrecho mi mano hacia ella.—Anastasia De Santori. —Responde. Hace un rato no me dio ese nombre, eso solo significa una cosa, que aborrece el apellido por completo, de admitir que me agrada.—Soy Jonathan Black.—Jonathan, ella es mi esposa. —Comenta Vigo con una sonrisa falsa.— ¡Vaya! Con que usted es la famosa señora Santori, la esposa de Vigo. Bueno realmente es un placer poder conocerla, he escuchado mucho de usted. —Aunque no ha sido por parte de Vigo, pero ambos sabemos que lo hago para ser cortés.
JohnA pesar de que los hombres que se encuentran allí son de Vigo, no me desafían. Saben que mi palabra vale más que la de él. Así que eso no me preocupa, en estos momentos me importa más la salud y recuperación de Anastasia. Me quedo admirándola cuando noto que comienza a abrir los ojos.— ¿Qué hago aquí? —Me pregunta intentando levantarse.—Quedaste inconsciente, por la golpiza que te estaba dando Vigo, de no ser por mí estarías muerta en estos momentos. —Digo en tono brusco.—Pero, ¿y él? ¿Dónde está? ¿Qué le hiciste? — ¿Es en serio? Acabo de decirle lo que le pasó y ella solo piensa en cómo está él, ¡esto es increíble!— ¿Después de lo que te hizo estás preocupada por él? &
Días despuésDesde que John se fue, mis días en este infierno han cobrado vida. Mi rostro poco a poco ha llegado a ser lo que era antes. Desde ese día, Vigo no ha vuelto a tocarme, él todavía sigue recuperándose del mal estado en que lo dejó John, ni siquiera ha salido de la casa, trabaja desde aquí.Todo se dio según lo acordado cuando Vigo preguntó sobre lo que le había pasado, obviamente a mí no me creyó, pero cuando sus hombres le contaron la misma historia, el tema quedó zanjado.Durante estos días, John y yo hemos mantenido contacto. Se siente bien conversar con alguien que sabe escuchar y está pendiente de mí, hace mucho tiempo que no experimentaba esto y es asombroso.Hoy decidí bañarme en la piscina, no tolero ver constantemente a Vigo por la casa, es insoport
AnastasiaSiento el teléfono vibrar en mi almohada, veo la hora y son las 2:00 am, ¿quién me estará llamando a esta hora?, me pregunto al ver un número desconocido en la pantalla.— ¿Hola? —Atiendo.—Dime qué fue lo que te hizo. — ¡Oh por Dios!— ¿John?—Sí, soy yo. Dime Anastasia, te hizo algo ¿no es cierto?— ¿Po… por qué lo dices?—Te vi, ¿recuerdas? Tu cara me lo dijo todo, no trates de ocultarme las cosas, solo dime lo que te hizo.Suelto un bufido.—Lo habitual, John.— ¿Qué quieres decir con eso? ¿Te golpeo?—No.— ¿Entonces?—No puedo hablar en estos momentos, si llega a entrar a la habitación me… —
AnastasiaSigo en la habitación con John, él me escucha pacientemente y trata de comprender cada palabra que digo. Cuando ya estoy más calmada, decido seguir contándole sobre mi historia con Vigo.—Bueno, continúo contándote. Un día no quise que me tocara, estaba en mis días y él había llegado borracho.Pero eso no le importó, me tomó a la fuerza y me mostróla bestiaque lleva por dentro,fue la primera vez que recibí una golpiza de su parte. Quedé destrozada, no podía creer lo que había pasado. Al día siguiente, pensé que se arrepentiría de lo que pasó, pero fue todo lo contrario, sus palabras fueron “Acostúmbrate cariño.” Luego de eso, estaba asustada, no sabía qué hacer, mis padres no se encontraban en el país, así q
Después de lo sucedido aquella noche, he notado de buen humor a Vigo. Es algo muy inusual, no sé lo que tiene en mente, pero debo mantenerme alerta y no bajar la guardia, fue lo que me comentó John.Al parecer pronto irá a un evento muy importante, esta mañana logré escuchar a dos de sus hombres en el pasillo hablando sobre eso. Inmediatamente le envié un mensaje a John para contarle y me dirigí al jardín para poder conversar bien, sé que apenas lea el mensaje me llamará.—Hola, nena. —Dice cuando descuelgo la llamada.—Hola, John.— ¿Cómo estás? —Muy bien, ¿y tú?—De maravilla porque estoy hablando contigo.Sonrío.— ¿Leíste el mensaje que te acabo de enviar?—Sí, y también sé
JohnUna vez me trajeron mi auto, me encamino hasta el lugar del evento. Antes de llegar, la llamo para que se vaya preparando y salga de allí sin ser vista. No queremos que por mala suerte vaya a toparse con alguien que conozca al imbécil de Vigo. Al segundo tono atiende mi llamada.—Nena, ya voy para allá. Por favor, trata de colocarte algo en la cabeza para que te ocultes de las personas que puedan quedar en el lugar.—Ya lo hice, tomé una sábana para tapar parte del vestido y así evitar que puedan reconocerme. —Sonrío que inteligente es mi princesa.—Muy bien, cuando salgas camina hasta la siguiente esquina, te espero allí. —Te llamo apenas llegue.—Está bien, cariño. —Cuelgo. Aumento la velocidad del auto para estar antes de que ella llegue, así podremos salir más rá
Este capítulo contiene escenas de sexo explícitas.AnastasiaNuestras respiraciones están aceleradas, cada caricia de John me hace sentir viva. Es una experiencia satisfactoria. Seguimos de pie, besándonos acariciándonos hasta que de pronto John posa las yemas de sus dedos en mi clítoris y yo me estremezco de inmediato ante su contacto.Arqueo la espalda y suelto un gemido. Él intensifica sus movimientos y siento morir... Placer, eso es lo que estoy sintiendo en estos momentos, cuando lo di todo por perdido, aparece él a entregarme todo de sí.—Me encantas, nena. —Dice en un susurro.Me alza y me lleva hasta la cama. Me doy cuenta de que hay un espejo en el techo y puedo ver mi desnudes por completo, pero por alguna extraña razón eso me excita. Baja su bóxer y me deja ver su voluptuoso miembro. Trago grueso tan