John
A pesar de que los hombres que se encuentran allí son de Vigo, no me desafían. Saben que mi palabra vale más que la de él. Así que eso no me preocupa, en estos momentos me importa más la salud y recuperación de Anastasia. Me quedo admirándola cuando noto que comienza a abrir los ojos.
— ¿Qué hago aquí? —Me pregunta intentando levantarse.
—Quedaste inconsciente, por la golpiza que te estaba dando Vigo, de no ser por mí estarías muerta en estos momentos. —Digo en tono brusco.
—Pero, ¿y él? ¿Dónde está? ¿Qué le hiciste? — ¿Es en serio? Acabo de decirle lo que le pasó y ella solo piensa en cómo está él, ¡esto es increíble!
— ¿Después de lo que te hizo estás preocupada por él? —Digo molesto.
—No, no es eso. Temo lo que pueda hacerme si te ve aquí conmigo, él no me importa en lo absoluto. —Relajo un poco el rostro.
—Entonces por qué carajos sigues con una persona así. —Es la verdad, no entendía por qué ella seguía con él.
—Porque no quiero morir con una bala en la cabeza y que le envíen a mis padres mi cuerpo descuartizado. —Su respuesta me dejó impresionado, tenía razón, lamentablemente de cualquier forma Vigo podría matarla y hacerle creer a sus padres que ella huyó.
— ¿Pero si prefieres morir golpeada por un cobarde como él? —Se queda callada unos minutos, sabe que tengo razón.
—Debo ir a arreglar los rastros que hayan quedado antes de que se despierte. —Noto que se siente adolorida y no es para menos, recibió una gran golpiza. Ella comienza a tocar su rostro como queriendo saber dónde está golpeada, así que le doy espacio para que se vea en un espejo. Su reacción al verse me entristece mucho.
—Quédate a descansar, ya me encargué de todo lo demás, Vigo yace durmiendo en la habitación, pero también está muy golpeado. Cuando se levante le dirás que se cayó por las escaleras.
—Pero… pero sus hombres hablarán y le contarán todo. —Está asustada.
—Ellos no harán tal cosa, se los he ordenado y saben que si faltan a esa palabra no duraran mucho. Te lo dije, yo no le tengo miedo a Vigo, él me lo tiene a mí. —Parece que mis palabras la dejan asombrada—. Acuéstate y descansa, ahora que te has levantado puedo irme, pero volveré Anastasia, no dejaré que él te siga golpeando y maltratando. —Me acerco a ella y poso mis manos en su rostro con delicadeza—. Cuando lo vi encima de ti, quería matarlo lo juro. Pero no te preocupes, él quedó peor que tú, me encargaré de hacerle mucho daño para que pague todo lo que te ha hecho durante todos estos años. Eres muy hermosa y no mereces a un cobarde como él—. Alzo su rostro y poso un beso suave en sus labios.
—Por favor no hagas eso. —Dije con mirada de súplica.
—Que no haga qué, ¿esto? —Vuelvo a darle otro beso, delicado y suave—. No te dejaré a su merced Anastasia. Te lo dije hace rato, serás únicamente para mí y te lo demostraré. Descubrirás lo feliz que puedes ser a mi lado.
Mis palabras le han llegado al corazón, sé lo que ha sufrido y quiero que se apoye en mí en todo momento. Me acerco a ella, limpio sus lágrimas y la abrazo.
—Shhh princesa, no llores. Prometo sacarte de aquí. Descubriste la persona repugnante que es Vigo muy tarde, pero yo seré tu salvador.
— ¿Cómo sabes todo eso? —Preguntó.
Sonrío, si ella supiera lo que soy capaz de lograr.
—Nena, sé muchas cosas de ti, pero este no es el momento para eso, ven y acuéstate a descansar. Colócate esto en el rostro para que la inflamación baje más rápido. —Le entrego un gel frío y hace lo que le digo—. Debo irme, de lo contrario si Vigo llegase a despertar por cosas del destino, se dará cuenta de que no se cayó por las escaleras. Sus hombres le dirán la misma historia, incluso que varios tuvieron que ayudarlo a subir a la habitación. Dile que después de que te golpeara salió de la habitación y fue cuando ocurrió el incidente, ¿de acuerdo?
—Está bien, muchas gracias John, ¿puedo llamarte así?
—Puedes llamarme como quieras hermosa, para ti soy lo que quieras que sea. Pero antes de irme te daré otro beso. —Me acerco a ella y se lo doy, si fuera por mí me la llevaría ahora mismo, pero las cosas en mi mundo no se arreglan así, eso sería declarar la guerra y no quiero que ella sufra más, me conformaré en actuar con calma, pronto cobraré mi deuda.
—No te vayas por favor —Suplicó. Si ella supiera la lucha interior que tengo en estos momentos por dejarla aquí.
—Vendré pronto por ti, no te preocupes. —Fue lo único que me atreví a decirle antes de marcharme, no podía seguir allí.
Salí de la habitación y me di cuenta de que los hombres ya habían arreglado lo que les había pedido, al llegar a la entrada me acerco a ellos.
—Mucho cuidado con lo que hablan entre ustedes, recuerden lo que les comenté. No querrán que les haga una visita a ustedes y su familia, ¿cierto?
—No se preocupe señor, somos una tumba.
—Muy bien, me retiro.
Me alejé de allí con la ira llenando todo mi ser, destruiré a Vigo, le haré pagar toda y cada una de las cosas que le ha hecho.
Días despuésDesde que John se fue, mis días en este infierno han cobrado vida. Mi rostro poco a poco ha llegado a ser lo que era antes. Desde ese día, Vigo no ha vuelto a tocarme, él todavía sigue recuperándose del mal estado en que lo dejó John, ni siquiera ha salido de la casa, trabaja desde aquí.Todo se dio según lo acordado cuando Vigo preguntó sobre lo que le había pasado, obviamente a mí no me creyó, pero cuando sus hombres le contaron la misma historia, el tema quedó zanjado.Durante estos días, John y yo hemos mantenido contacto. Se siente bien conversar con alguien que sabe escuchar y está pendiente de mí, hace mucho tiempo que no experimentaba esto y es asombroso.Hoy decidí bañarme en la piscina, no tolero ver constantemente a Vigo por la casa, es insoport
AnastasiaSiento el teléfono vibrar en mi almohada, veo la hora y son las 2:00 am, ¿quién me estará llamando a esta hora?, me pregunto al ver un número desconocido en la pantalla.— ¿Hola? —Atiendo.—Dime qué fue lo que te hizo. — ¡Oh por Dios!— ¿John?—Sí, soy yo. Dime Anastasia, te hizo algo ¿no es cierto?— ¿Po… por qué lo dices?—Te vi, ¿recuerdas? Tu cara me lo dijo todo, no trates de ocultarme las cosas, solo dime lo que te hizo.Suelto un bufido.—Lo habitual, John.— ¿Qué quieres decir con eso? ¿Te golpeo?—No.— ¿Entonces?—No puedo hablar en estos momentos, si llega a entrar a la habitación me… —
AnastasiaSigo en la habitación con John, él me escucha pacientemente y trata de comprender cada palabra que digo. Cuando ya estoy más calmada, decido seguir contándole sobre mi historia con Vigo.—Bueno, continúo contándote. Un día no quise que me tocara, estaba en mis días y él había llegado borracho.Pero eso no le importó, me tomó a la fuerza y me mostróla bestiaque lleva por dentro,fue la primera vez que recibí una golpiza de su parte. Quedé destrozada, no podía creer lo que había pasado. Al día siguiente, pensé que se arrepentiría de lo que pasó, pero fue todo lo contrario, sus palabras fueron “Acostúmbrate cariño.” Luego de eso, estaba asustada, no sabía qué hacer, mis padres no se encontraban en el país, así q
Después de lo sucedido aquella noche, he notado de buen humor a Vigo. Es algo muy inusual, no sé lo que tiene en mente, pero debo mantenerme alerta y no bajar la guardia, fue lo que me comentó John.Al parecer pronto irá a un evento muy importante, esta mañana logré escuchar a dos de sus hombres en el pasillo hablando sobre eso. Inmediatamente le envié un mensaje a John para contarle y me dirigí al jardín para poder conversar bien, sé que apenas lea el mensaje me llamará.—Hola, nena. —Dice cuando descuelgo la llamada.—Hola, John.— ¿Cómo estás? —Muy bien, ¿y tú?—De maravilla porque estoy hablando contigo.Sonrío.— ¿Leíste el mensaje que te acabo de enviar?—Sí, y también sé
JohnUna vez me trajeron mi auto, me encamino hasta el lugar del evento. Antes de llegar, la llamo para que se vaya preparando y salga de allí sin ser vista. No queremos que por mala suerte vaya a toparse con alguien que conozca al imbécil de Vigo. Al segundo tono atiende mi llamada.—Nena, ya voy para allá. Por favor, trata de colocarte algo en la cabeza para que te ocultes de las personas que puedan quedar en el lugar.—Ya lo hice, tomé una sábana para tapar parte del vestido y así evitar que puedan reconocerme. —Sonrío que inteligente es mi princesa.—Muy bien, cuando salgas camina hasta la siguiente esquina, te espero allí. —Te llamo apenas llegue.—Está bien, cariño. —Cuelgo. Aumento la velocidad del auto para estar antes de que ella llegue, así podremos salir más rá
Este capítulo contiene escenas de sexo explícitas.AnastasiaNuestras respiraciones están aceleradas, cada caricia de John me hace sentir viva. Es una experiencia satisfactoria. Seguimos de pie, besándonos acariciándonos hasta que de pronto John posa las yemas de sus dedos en mi clítoris y yo me estremezco de inmediato ante su contacto.Arqueo la espalda y suelto un gemido. Él intensifica sus movimientos y siento morir... Placer, eso es lo que estoy sintiendo en estos momentos, cuando lo di todo por perdido, aparece él a entregarme todo de sí.—Me encantas, nena. —Dice en un susurro.Me alza y me lleva hasta la cama. Me doy cuenta de que hay un espejo en el techo y puedo ver mi desnudes por completo, pero por alguna extraña razón eso me excita. Baja su bóxer y me deja ver su voluptuoso miembro. Trago grueso tan
Capítulo con escenas de sexo explícito…John Me quedo admirando su exquisito cuerpo y mi polla comienza a reaccionar de nuevo. Tenerla desnuda en mi cama me hace sentir el hombre más afortunado del mundo. De ahora en adelante ella formará parte de mi vida sin importar el riesgo que tenga que correr para verla.Vigo no me importa en lo absoluto, pero respetaré las decisiones que ella tome, no la obligaré a nada, quiero que se entregue a mí en cuerpo y alma porque así lo quiera, no por otra cosa.Estar con ella ha sido lo más satisfactorio, creía que mi trabajo me brindaba la adrenalina y satisfacción que necesitaba para poder vivir, pero me acabo de dar cuenta que no es así, mi cuerpo demanda el suyo como jamás imaginé que era posible hacerlo, realmente son perfectos estando juntos. Saborearla por completo me
JohnHemos pasado dos días maravillosos, Anastasia es una mujer increíble. Accedió a todo lo que quise hacer con ella y quedamos extasiados de placer. Me encuentro en la cocina terminando mi desayuno, ella no se ha despertado, la dejé dormir un poco más porque anoche nos desvelamos entregando nuestros cuerpos a la lujuria.Necesito bajarme de la nube en la que estuve estos días con ella y aterrizar a mi realidad.—Señor. —Irrumpe Dante.—Ponme al día. —Digo.—El señor Venturi se ha dado a la fuga, aún no lo hemos localizado, pero estamos trabajando en eso. No sabemos a dónde pudo haber ido.—Yo me encargo, no te preocupes por eso.—Por otro lado está el señor Santori. Nos dimos cuenta de que está pagando una recompensa al que dé con el paradero de su esposa. Ha estado