John
Una vez me trajeron mi auto, me encamino hasta el lugar del evento. Antes de llegar, la llamo para que se vaya preparando y salga de allí sin ser vista. No queremos que por mala suerte vaya a toparse con alguien que conozca al imbécil de Vigo. Al segundo tono atiende mi llamada.
—Nena, ya voy para allá. Por favor, trata de colocarte algo en la cabeza para que te ocultes de las personas que puedan quedar en el lugar.
—Ya lo hice, tomé una sábana para tapar parte del vestido y así evitar que puedan reconocerme. —Sonrío que inteligente es mi princesa.
—Muy bien, cuando salgas camina hasta la siguiente esquina, te espero allí.
—Te llamo apenas llegue.
—Está bien, cariño. —Cuelgo. Aumento la velocidad del auto para estar antes de que ella llegue, así podremos salir más rá
Este capítulo contiene escenas de sexo explícitas.AnastasiaNuestras respiraciones están aceleradas, cada caricia de John me hace sentir viva. Es una experiencia satisfactoria. Seguimos de pie, besándonos acariciándonos hasta que de pronto John posa las yemas de sus dedos en mi clítoris y yo me estremezco de inmediato ante su contacto.Arqueo la espalda y suelto un gemido. Él intensifica sus movimientos y siento morir... Placer, eso es lo que estoy sintiendo en estos momentos, cuando lo di todo por perdido, aparece él a entregarme todo de sí.—Me encantas, nena. —Dice en un susurro.Me alza y me lleva hasta la cama. Me doy cuenta de que hay un espejo en el techo y puedo ver mi desnudes por completo, pero por alguna extraña razón eso me excita. Baja su bóxer y me deja ver su voluptuoso miembro. Trago grueso tan
Capítulo con escenas de sexo explícito…John Me quedo admirando su exquisito cuerpo y mi polla comienza a reaccionar de nuevo. Tenerla desnuda en mi cama me hace sentir el hombre más afortunado del mundo. De ahora en adelante ella formará parte de mi vida sin importar el riesgo que tenga que correr para verla.Vigo no me importa en lo absoluto, pero respetaré las decisiones que ella tome, no la obligaré a nada, quiero que se entregue a mí en cuerpo y alma porque así lo quiera, no por otra cosa.Estar con ella ha sido lo más satisfactorio, creía que mi trabajo me brindaba la adrenalina y satisfacción que necesitaba para poder vivir, pero me acabo de dar cuenta que no es así, mi cuerpo demanda el suyo como jamás imaginé que era posible hacerlo, realmente son perfectos estando juntos. Saborearla por completo me
JohnHemos pasado dos días maravillosos, Anastasia es una mujer increíble. Accedió a todo lo que quise hacer con ella y quedamos extasiados de placer. Me encuentro en la cocina terminando mi desayuno, ella no se ha despertado, la dejé dormir un poco más porque anoche nos desvelamos entregando nuestros cuerpos a la lujuria.Necesito bajarme de la nube en la que estuve estos días con ella y aterrizar a mi realidad.—Señor. —Irrumpe Dante.—Ponme al día. —Digo.—El señor Venturi se ha dado a la fuga, aún no lo hemos localizado, pero estamos trabajando en eso. No sabemos a dónde pudo haber ido.—Yo me encargo, no te preocupes por eso.—Por otro lado está el señor Santori. Nos dimos cuenta de que está pagando una recompensa al que dé con el paradero de su esposa. Ha estado
JohnLlego a la mansión de la orden suprema. Este lugar es inmenso, parece un palacio. Hay hombres resguardando todo el lugar y no es para menos, aquí se encuentran los grandes líderes de la mafia de todo el mundo. Todos me conocen, así que me hacen pasar hasta el estrado donde se encuentran todos reunidos.—Jonathan, que gusto tenerte por nuestros aposentos. —Me indica uno de ellos.—No es por gusto que me encuentro aquí. Requerían de mi presencia, así que me tomé la molestia de venir.—Has hecho bien, Jonathan. Sabes el riesgo que corrías de no haberlo hecho.—Sus amenazas no funcionan conmigo y lo saben. —Respondo tajante.—Lo sabemos, pero no por eso puedes hacer lo que quieras. Cómo pudiste matar a Marcella, sabes muy bien que ella era una más de nosotros y eso es una traición muy grave, debes pa
Este capítulo contiene escenas de sexo explicitas…JohnLuego de colocar las bolas dentro del coño de Anastasia, me quedo admirando su culo regordete. Me encanta tenerla en esta posición.—Levántate, camina hasta la puerta y regresa. —Le digo.Hace lo que le pido y noto como al principio le cuesta un poco. Se detiene por un momento y respira profundo.— ¿Y? ¿Qué tal las sientes?Llega hasta mí y me sonríe.—Es… es excitante. Los leves movimientos que hacen logran que mi coño pida más… me gusta.—Sabía que te gustaría. ¿Te arriesgas a probar otras cosas?—Sí…Voy y busco algo que será apropiado para la ocasión. Saco un látigo y unas muñequeras con tiras para atarlas a otras
JohnHemos ideado un plan para que Vigo no sepa que Anastasia pasó estos días conmigo. La historia será muy simple. Le haremos creer que ella estuvo retenida por Vigo, perteneciente al clan de la trata y el tráfico de blancas. Claramente antes de que Vigo intente algo en contra de Vigo le diremos que este no tenía idea de que se trataba de su esposa.Personalmente me encargué de que Vigo me siga en este plan, es una de las personas a las que puedo considerar mi amigo en este mundo, así que aceptó sin rechistar.Este mundo no es nada fácil y si queremos que él se crea toda la historia debemos actuar muy bien. Antes de salir de casa, decido llamarlo para que esté al tanto de nuestra presencia.—Vigo…—Jonathan, ¿a qué debo tu llamada?—Me enteré de que perdiste a tu esposa, ¿cómo
JohnCuando entramos al despacho logro ver un maletín grande donde supongo tiene el dinero que me dará.—Muy bien, Jonathan lo prometido es deuda. Aquí está el dinero que te ofrecí por traer de vuelta a mi esposa.Abre el maletín y logró ver todo el dinero.—Es un placer hacer negocios contigo, Vigo. ¿Todo está allí?—Por supuesto, lo supervisé yo mismo.Asiento.— ¿Me dirás quién la tenía?—Vigo.Soltó un suspiro.—Imaginé que había sido él.—Bueno, sabes que no fue exactamente él. Tiene muchos hombres que toman mujeres de esa forma y las llevan a la bodega, muchas veces Vigo no se da cuenta quienes son estas mujeres.—Sí, sé cómo se maneja esto…—No sabes l
AnastasiaLuego de terminar de vestirme, bajé a la cocina para que Martha me preparara algo de comida, pero en vez de encontrarla a ella, estaba Vigo en su lugar y para mi sorpresa era él quien servía los platos.—Cariño, qué bueno que has bajado. He preparado una rica comida para los dos. —Dice sonriendo.No sabía qué responder, estaba en shock. Me quedé plantada sin poder moverme, ¿y si quería envenenarme? ¿Será que descubrió lo que realmente pasó y ahora busca deshacerse de mí?, pienso.—No te quedes allí, ven vamos a comer. —Automáticamente comencé a andar en su dirección y tomé asiento.— ¿Tú preparaste todo esto? —Pregunto.—Claro, preciosa quise darte la bienvenida luego de los días tan horrendos que tuviste que