Anastasia
Luego de terminar de vestirme, bajé a la cocina para que Martha me preparara algo de comida, pero en vez de encontrarla a ella, estaba Vigo en su lugar y para mi sorpresa era él quien servía los platos.
—Cariño, qué bueno que has bajado. He preparado una rica comida para los dos. —Dice sonriendo.
No sabía qué responder, estaba en shock. Me quedé plantada sin poder moverme, ¿y si quería envenenarme? ¿Será que descubrió lo que realmente pasó y ahora busca deshacerse de mí?, pienso.
—No te quedes allí, ven vamos a comer. —Automáticamente comencé a andar en su dirección y tomé asiento.
— ¿Tú preparaste todo esto? —Pregunto.
—Claro, preciosa quise darte la bienvenida luego de los días tan horrendos que tuviste que
JohnHan pasado 3 días desde que dejé a Anastasia con Vigo. Ese día me sentía demasiado frustrado no supe nada de ella y tampoco quise llamarla porque no sabía en la situación que se encontraría. Para mi sorpresa, cuando por fin recibo noticias, me dice que está bien, pero que no puede hablar porque Vigo ha pasado esos días pegados a ella. A decir verdad, su comentario me desconcertó mucho, pero decido no prestarle tanta atención a pesar de que lastimosamente no hemos podido hablar muy bien y eso me tiene de mal humor. No pude contarle que debía salir del país y no estaría disponible por si le llegaba a pasarle algo.Me centré en localizar a Massimo y por fin di con su paradero. En estos momentos estoy en Estados Unidos, según mis fuentes, se ha estado alojando en una cabaña para evitar frecuentar con el mundo exterior y
AnastasiaEstos días he observado un gran cambio en Vigo. Ha vuelto a ser aquella persona de la que me enamoré y eso me tiene un poco confundida. Desde mi regreso, él no ha ido a trabajar a su oficina, ahora paso muy poco tiempo sola y eso no me ha permitido hablar con Jonathan. Hace poco le envié un mensaje donde le comentaba que estaba bien, pero que no podía recibir sus llamadas porque Vigo había pasado esos días pegados a mí.Me gustaría saber de él, he estado un poco intranquila por ese trabajo que tenía pendiente.— ¿Amor? —Interrumpe mis pensamientos Vigo.—Dime.— ¿Qué te parece si esta noche cenamos en un restaurante? —La verdad esta nueva faceta me tiene un poco desconcertada y aún no me acostumbro, igual trato de no hacerlo molestar porque no sabré cómo reaccionará.
AnastasiaEl cambio que ha tenido Vigo ha causado una extraña sensación en mi cuerpo queno sabría cómo describirla. Tanto así que cuando me besó creo que me gustó su beso.—Bueno, es hora de irnos. —Posa su mano en la parte baja de mi espalda y salimos de la casa.Una vez en el auto, él me toma de la mano y no deja de mirarme con ese brillo en los ojos que no veía hace mucho tiempo.— ¿Pasa algo? —Pregunto. Su mirada me tiene inquieta, está haciendo que me ponga nerviosa.—Nada malo, es solo que no puedo dejar de mirarte, te ves increíblemente hermosa. Creo que me estoy arrepintiendo de sacarte de la casa, todos los hombres del lugar quedarán hipnotizados por tu belleza.Sonrío.—No seas exagerado, Vigo.— ¿Exagerado? ¿Es que acaso no me cr
JohnMe siento desesperado por saber de Anastasia. Es increíble como en poco tiempo logró meterse en cada parte de mi piel, tanto, que siento que no puedo estar un segundo más sin ella. Me encuentro en mi despecho revisando la información que me enviaron sobre los padres de Anastasia, ya di con su paradero y dejé a cargo a una persona de confianza para que los vigile en todo momento.Según esta información, eran una pareja muy activa, viajaban a todos lados, pero siempre volvían a su hogar. Hasta que llegado a un punto dejaron de hacerlo. Después de mudarse, se convirtieron en personas ermitañas, únicamente son vistos en la calle cuando es necesario y puedo imaginar el por qué. De seguro Vigo tiene algo que ver con esto, no solo dañó la felicidad de Anastasia sino también la de su familia.Estoy sumergido en mis pensamientos cuando de pronto
JohnSigo esperando que Sofía me dé el nombre del puto restaurante y sigue sin hablar. Cuando ya he perdido la paciencia, decido decirle lo que su silencio me ha obligado a hacer. En ese momento la escucho soltar una bocanada de aire y articular:—Sensation. Es allí donde le reservé. — ¿Hora?—La reservación es a las 8:00 pm.—Muy bien Sofía, buena chica. No quiero que le digas nada de esto a Vigo. De lo contrario tendría que ensuciarme las manos contigo y no deseo eso. ¿Entendido?—S… sí señor. Cuelgo e inmediatamente llamo al lugar para hacer una reservación. Al indicarle mi nombre a la persona que está atendiéndome, no hubo inconveniente.¡Es increíble! El idiota de Vigo la llevará a este lugar de seguro con la
AnastasiaEntramos al lugar y una vez adentro, pude visualizar que este restaurante no era parecido a ningún otro de los que había ido anteriormente. Era muy espacioso y elegante, tenía varios pasillos que llamaron mi atención. Nuestra mesa estaba justamente al frente de la de John y cuando me senté me quedé observándolo fijamente. Su mandíbula estaba tensa, a simple vista podía apreciar que estaba muy enfadado. ¡Soy una estúpida! ¿Cómo pude caer en los encantos de Vigo después de todo lo que me ha hecho?— ¿Qué te parece el lugar cariño? —Pregunta Vigo haciéndome salir de mis pensamientos.—Me parece… diferente. Nunca me habías traído a este lugar.—Aquí sirven la mejor comida del país. Esta noche es especial, por eso decidí traerte.
AnastasiaCuando pensé que John me dejaría salir del baño, me aprisiona más y me dice:— ¿Qué más quiero de ti? Eso lo puedo preguntar yo querida. Jugaste como una reina, al menos eso creíste. Lo que no esperabas es que yo te quitara la corona. ¿Acaso pensaste que no me daría cuenta de que estás follando con Vigo? ¿Tan estúpido me crees? —Me dice con una mirada oscura y profunda.—Y… yo…—No pude gesticular palabra alguna, él tenía razón.— ¿Te comió la lengua en gato? Si estabas llorando por lo que viste hace un rato entonces me gustaría ver tu cara cuando me la folle. Te haré sentir lo mismo que yo sentí cuando te vi, te metiste en un juego donde yo soy el único ganador Anastasia. Traté de ayudarte, me arriesgué por ti y tú
Este capítulo contiene escena de sexo explicitasAnastasiaSalimos del lugar y estábamos acalorados. Me sentía completamente excitada y sabía que no aguantaría mucho tiempo. Vigo tenía su mano en mi espalda baja y no dejaba de darme besos en los hombros. John observaba la escena y su mirada continuaba oscura como la noche. No podía apartar sus ojos de mí y eso me encendía aún más.— ¿Por qué mejor no vamos todos en el auto? —Ofrece Vigo a John.—Me parece perfecto, así no perdemos tiempo. —Digo y ambos asienten.Una vez subimos al auto, cada uno se sentó a mi lado. Vigo subió la ventanilla del centro del auto para que el conductor no pudiera observar nada.—Jonathan, esta noche podrás disfrutar de cualquier parte del cuerpo de mi esposa. No tendr&