Anastasia
El cambio que ha tenido Vigo ha causado una extraña sensación en mi cuerpo que no sabría cómo describirla. Tanto así que cuando me besó creo que me gustó su beso.
—Bueno, es hora de irnos. —Posa su mano en la parte baja de mi espalda y salimos de la casa.
Una vez en el auto, él me toma de la mano y no deja de mirarme con ese brillo en los ojos que no veía hace mucho tiempo.
— ¿Pasa algo? —Pregunto. Su mirada me tiene inquieta, está haciendo que me ponga nerviosa.
—Nada malo, es solo que no puedo dejar de mirarte, te ves increíblemente hermosa. Creo que me estoy arrepintiendo de sacarte de la casa, todos los hombres del lugar quedarán hipnotizados por tu belleza.
Sonrío.
—No seas exagerado, Vigo.
— ¿Exagerado? ¿Es que acaso no me cr
JohnMe siento desesperado por saber de Anastasia. Es increíble como en poco tiempo logró meterse en cada parte de mi piel, tanto, que siento que no puedo estar un segundo más sin ella. Me encuentro en mi despecho revisando la información que me enviaron sobre los padres de Anastasia, ya di con su paradero y dejé a cargo a una persona de confianza para que los vigile en todo momento.Según esta información, eran una pareja muy activa, viajaban a todos lados, pero siempre volvían a su hogar. Hasta que llegado a un punto dejaron de hacerlo. Después de mudarse, se convirtieron en personas ermitañas, únicamente son vistos en la calle cuando es necesario y puedo imaginar el por qué. De seguro Vigo tiene algo que ver con esto, no solo dañó la felicidad de Anastasia sino también la de su familia.Estoy sumergido en mis pensamientos cuando de pronto
JohnSigo esperando que Sofía me dé el nombre del puto restaurante y sigue sin hablar. Cuando ya he perdido la paciencia, decido decirle lo que su silencio me ha obligado a hacer. En ese momento la escucho soltar una bocanada de aire y articular:—Sensation. Es allí donde le reservé. — ¿Hora?—La reservación es a las 8:00 pm.—Muy bien Sofía, buena chica. No quiero que le digas nada de esto a Vigo. De lo contrario tendría que ensuciarme las manos contigo y no deseo eso. ¿Entendido?—S… sí señor. Cuelgo e inmediatamente llamo al lugar para hacer una reservación. Al indicarle mi nombre a la persona que está atendiéndome, no hubo inconveniente.¡Es increíble! El idiota de Vigo la llevará a este lugar de seguro con la
AnastasiaEntramos al lugar y una vez adentro, pude visualizar que este restaurante no era parecido a ningún otro de los que había ido anteriormente. Era muy espacioso y elegante, tenía varios pasillos que llamaron mi atención. Nuestra mesa estaba justamente al frente de la de John y cuando me senté me quedé observándolo fijamente. Su mandíbula estaba tensa, a simple vista podía apreciar que estaba muy enfadado. ¡Soy una estúpida! ¿Cómo pude caer en los encantos de Vigo después de todo lo que me ha hecho?— ¿Qué te parece el lugar cariño? —Pregunta Vigo haciéndome salir de mis pensamientos.—Me parece… diferente. Nunca me habías traído a este lugar.—Aquí sirven la mejor comida del país. Esta noche es especial, por eso decidí traerte.
AnastasiaCuando pensé que John me dejaría salir del baño, me aprisiona más y me dice:— ¿Qué más quiero de ti? Eso lo puedo preguntar yo querida. Jugaste como una reina, al menos eso creíste. Lo que no esperabas es que yo te quitara la corona. ¿Acaso pensaste que no me daría cuenta de que estás follando con Vigo? ¿Tan estúpido me crees? —Me dice con una mirada oscura y profunda.—Y… yo…—No pude gesticular palabra alguna, él tenía razón.— ¿Te comió la lengua en gato? Si estabas llorando por lo que viste hace un rato entonces me gustaría ver tu cara cuando me la folle. Te haré sentir lo mismo que yo sentí cuando te vi, te metiste en un juego donde yo soy el único ganador Anastasia. Traté de ayudarte, me arriesgué por ti y tú
Este capítulo contiene escena de sexo explicitasAnastasiaSalimos del lugar y estábamos acalorados. Me sentía completamente excitada y sabía que no aguantaría mucho tiempo. Vigo tenía su mano en mi espalda baja y no dejaba de darme besos en los hombros. John observaba la escena y su mirada continuaba oscura como la noche. No podía apartar sus ojos de mí y eso me encendía aún más.— ¿Por qué mejor no vamos todos en el auto? —Ofrece Vigo a John.—Me parece perfecto, así no perdemos tiempo. —Digo y ambos asienten.Una vez subimos al auto, cada uno se sentó a mi lado. Vigo subió la ventanilla del centro del auto para que el conductor no pudiera observar nada.—Jonathan, esta noche podrás disfrutar de cualquier parte del cuerpo de mi esposa. No tendr&
AnastasiaHan pasado dos meses desde la primera vez que sentí la necesidad de experimentar este mundo tan desconocido para mí. Dos meses en los cuales hemos repetido esos encuentros más de una vez y en donde he aprendido a descubrirme como mujer y amar el sexo como lo hago ahora. Abrir mis ojos a este nuevo mundo ha sido una de las mejores experiencias de mi vida.Vigo trató de que cambiáramos de acompañante y cedi para que no malinterpretara las cosas entre John y yo, pero no nos fue muy bien. No sentía esa conexión especial y tampoco me llenaba por completo, incluso él pudo notarlo en varias oportunidades. Le expliqué lo que me pasaba y para mi sorpresa él opinaba lo mismo, así que decidimos solo ser exclusivos entre nosotros. Hablamos con Jonathan y él aceptó gustoso, desde ese día no nos hemos separado.Durante este tiempo me he acercado
—John, ¿qué haces aquí?—No podía dejar que vinieras a este sitio sola vestida de esa forma nena.—Es peligroso que estés aquí, pueden vernos.—Me importa un carajo que nos vean, ya no quiero seguir escondiéndome Anastasia.— ¿De qué hablas John?—Esto que tenemos, lo nuestro. No quiero seguir ocultándonos, quiero salir contigo como cualquier pareja.—Sabes muy bien que no podemos John, eso es imposible.—No es imposible, solo dime que si nena, por favor.—Debemos esperar un poco más…— ¿Cuánto más? No puedo seguir así Anastasia, viendo como le sonríes, y él te comparte con otros hombres. ¿Crees que no lo sé?Suelto un suspiro.—Solo pasó durante un tiempo, ya no más John. Solo estoy contigo
—John, esto es… es realmente impresionante. Me has dejado sin palabras.—Era la idea nena. —Se acerca y me da un beso—. Vamos a sentarnos.Se porta como todo un caballero y me acomoda el asiento para que pueda estar cómoda. No conocía esta faceta de él y la verdad me tiene impresionada.— ¿Por qué me ves de esa forma? —Pregunta—No es nada cariño, es solo que estoy asombrada con el lugar. Todo es muy lindo. —Había una mesa pequeña para dos personas junto a la piscina, alrededor estaban unos faroles muy hermosos iluminando el lugar. La vista era increíble.—Me alegra que te haya gustado. Quería hacer algo que nos ayudara a convivir como una pareja y se me ocurrió esta idea. Sé que disfrutamos cada momento juntos, pero no habíamos tenido la oportunidad de tener una cena romántica. Así qu